Si quieres entrar al mundo de la jardinería y tener tus propias plantas en tu jardín o huerto, sí o sí necesitas saber sobre los sustratos. Al fin y al cabo, sobre ellos crecerán tus plantas y, si conoces sus funcionamientos, podrás darles a tus plantas todos los nutrientes que ellas requieren.
Para esto, te traemos esta guía con todo lo que necesitas conocer sobre sustratos. Sabrás cuál es su función, qué propiedades tienen, qué tipos de sustratos existen y hasta te daremos una selección de mezclas de sustratos especiales para plantas específicas.
Contenido
¿Qué son los sustratos y para qué sirven?
Cuando las plantas son sembradas directamente sobre el suelo, allí cuentan con mayor espacio para crecer libremente. Sin embargo, cuando tenemos que realizar el sembrado en macetas, especialmente para los huertos caseros, las plantas necesitan de cuidados diferentes.
De igual modo, todas las plantas tienen características y requerimientos diferentes según el hábitat al que pertenecen. Por lo que, si queremos tener cierta especie en nuestro jardín o huerto, es importante brindarle las condiciones que necesita para sobrevivir.
Es aquí cuando empezamos a hablar de los sustratos, que son tierras de cultivo diferentes a las que suele haber en el jardín, puesto que tendrán otros componentes añadidos que permiten que la planta crezca en un ambiente más aireado, ligero y con mayor materia orgánica.
Tipos de suelo
Por esto, en caso de que uses la tierra de tu jardín, primero necesitas reconocer los tipos de suelo para así identificar el tuyo según su textura y hacerle las modificaciones pertinentes:
- Arenoso: Partículas minerales gruesas. Es áspero, seco al tacto y no retiene bien el agua. Cuenta con la característica de ser un suelo ligero con facilidad de labrar, aireado, pero con poca agua y nutrientes.
- Limoso: Partículas minerales medianas. Es de color marrón oscuro, más suave al tacto y mantiene mejor el agua y los nutrientes. Depende de la buena o mala formación estructural en el suelo para favorecer la relación aire/agua.
- Arcilloso: Partículas minerales pequeñas. Con finos granos de color amarillo, es un suelo demasiado pesado con problemas de encharcamiento y falta de aireación, tanto así que hasta se forman charcos, aunque cuenta con buena capacidad para retener los nutrientes.
Por qué usar sustratos en tu jardín
Ahora sí, entre las razones para usar sustratos están:
- Debido a la necesidad de sembrar plantas en macetas ya sean para interiores o porque se deben transportar para sus cuidados. Por ejemplo, aquellas plantas del exterior que deben ser movidas de lugar cuando las temperaturas cambian.
- Debido a la falta de nutrientes en el suelo natural, por lo que necesitamos hacer ajustes para que la planta se adapte y tenga condiciones similares a las de su hábitat original.
- Para tener un mejor control del suministro de agua y de la humedad según los requerimientos de cada planta.
- Para una mayor comodidad de las plantas en macetas y así favorecer el desarrollo radicular que necesitan, a pesar del poco espacio.
- Para garantizar un notable crecimiento y vitalidad en las plantas. Esto gracias a que progresan sobre el suministro adecuado de nutrientes que les brinda el sustrato.
Propiedades de los sustratos
Los sustratos cuentan con propiedades físicas y químicas que les permiten, precisamente, formar el hábitat ideal para nuestras plantas.
Propiedades físicas
Entre las propiedades físicas encontramos:
- La porosidad, que hace referencia a la presencia de aire en el sustrato, lo que permite que sea un material ligero con buena aireación.
- La densidad, que tiene que ver con los componentes que forman el sustrato, tanto sólidos como los espacios de aire.
- La granulometría, que se trata del tamaño de las partículas o fibras que forman al sustrato. Estas influyen en el comportamiento del sustrato ante la presencia de humedad, lo que determinará su capacidad de retención de agua.
- La estructura, que puede ser granular o fibrilar. En la mayoría de los casos es granular ya que no tiene forma estable y se adapta fácilmente al contenedor. Mientras que, cuando está compuesto por fibras, es más rígido y menos tratable.
Propiedades químicas
En cuanto a las propiedades químicas, son aquellas que permiten la degradación de los materiales que componen al sustrato. De igual modo, son las que ayudan al traspaso de los nutrientes hacia las raíces de las plantas. Entre ellas están:
- El pH (Potencial de hidrógeno), que es importante para un adecuado desarrollo de los cultivos y poder lograr altos rendimientos. Es una propiedad muy importante puesto que se pueden agregar nutrientes a la tierra, pero si no está el pH apropiado, las raíces no podrán absorberlos.
- La CE (Conductividad eléctrica), que mide la concentración de sales solubles presentes en el sustrato. Se recomienda que la CE sea baja para facilitar la fertilización y evitar problemas de toxicidad en el cultivo.
- La CIC (Capacidad de intercambio catiónico), que se refiere a la capacidad del sustrato para retener e intercambiar nutrientes.
Igualmente, encontramos sustratos químicamente inertes, que son aquellos que ayudan a dar soporte a la planta, pero no le brindan nutrientes adicionales. Por lo cual, es importante agregar abonos o fertilizantes aparte.
Entre ellos están la arena, la grava, la perlita, la arcilla expandida y la lana de roca.
Por otro lado, están los sustratos químicamente activos, los cuales también brindan soporte a la planta, pero además contienen ricas sustancias nutritivas. Un aspecto interesante es que almacenan los nutrientes y los van liberando acorde a las necesidades de cada planta.
Entre ellos están las turbas, la vermiculita y la corteza de árbol o de pino.
6 Sustratos naturales
Son aquellos que provienen de la naturaleza y no suelen requerir de tratamientos para su uso. A continuación, te presentamos 6 tipos de sustratos naturales.
Arena
Este es uno de los más empleados por su facilidad de uso, porosidad, granulometría y porque proporciona un buen drenaje. Para este propósito es recomendable la arena de los ríos, que a diferencia de la del mar, no contiene sales.
Su capacidad de retención del agua es media, pero con el paso del tiempo va perdiendo su capacidad de aireación. Su pH varía entre 4 y 8.
La arena es más pesada que la mayoría de los componentes de un sustrato por lo que no se puede usar por sí sola, pero se mezcla bien con otros materiales. Además, es baja en nutrientes, por lo que su intercambio catiónico es nulo y es química y biológicamente inerte.
Es preferible lavarla y tamizarla antes de utilizarla. Inicialmente para asegurar su limpieza, pero también para garantizar que drene el agua con facilidad y que no se condense luego de un buen riego.
Grava
La grava es un derivado de distintos tipos de rocas y surgen partículas pequeñas y grandes. A las primeras, las de menor tamaño se les conoce como granzón, gravilla o cacahuatillo. A las partículas que cuentan con un tamaño mayor se le conoce como piedras o guijarros, sin embargo, estas presentan una baja retención de humedad. Por lo que no son muy recomendadas como sustrato para la producción agrícola o hidropónica.
Este es un elemento que tiene un aspecto áspero, color oscuro y tiene una estructura de dureza. Se pueden encontrar en fragmentos de 2 y 64 milímetros de diámetro aproximadamente.
Las gravas más usadas como sustrato para plantas son las de piedra pómez y cuarzo. Sin embargo, algunos tipos de gravas, como las de piedra pómez o de arena de río, deben lavarse antes de ser usadas.
En general tienen buena estabilidad estructural, si bien su capacidad de retención de agua es baja, su porosidad es alta. Existen sustratos como la grava o tierra volcánica que es rica en alúmina, sílice y óxido de hierro. Su pH es levemente ácido, es muy estable, tiene buena aireación y muy buen drenaje de agua.
Turba
Por un lado, está la turba negra, este sustrato proviene de la descomposición de materia orgánica de espacios pantanosos y turberas durante muchos años. El resultado es un material bajo en nutrientes pero que en conjunto con un fertilizante se vuelve ideal para las siembras de casi todo tipo de plantas (hortícolas, árboles, flores, entre otras).
Su PH es alto, entre 7,5 y 8, se forma en zonas bajas y al estar más descompuesta, tiene un color más oscuro.
Por otro lado, la turba rubia se forma en áreas de temperaturas bajas con una alta tasa de precipitación. Generalmente compuestas por restos de musgo, tienen un mayor contenido de materia orgánica y tienen mejor capacidad de aireación y retención de agua. Esto permite mantener la estructura del suelo y reducir la frecuencia del riego.
Su PH es ácido, entre 3 y 4, debido a que se forma en la superficie de pantanos con unas condiciones de temperatura baja, poca luz solar y lluvias frecuentes. Las propiedades físicas y químicas que posee la turba rubia dependen de los componentes que la integran y de las características del lugar de origen.
Por este motivo se debe mezclar con otros sustratos que favorezcan la potencialización de las características de la turba. Así podrás asegurar una producción exitosa, mejores resultados y productos de calidad.
Corteza de árbol
Se usan cortezas de distintas especies vegetales pero la más popular es la de pino. Es un sustrato ligero, con gran porosidad y aireación. Ayuda a conservar la humedad e incluso evita el desarrollo de malas hierbas, por eso se usa también como acolchado.
Se debe usar preferiblemente como compost y no crudo, puesto que de esta manera puede resultar tóxico. Adicionalmente, su capacidad de retención de agua es de media a baja y su PH varía de levemente ácido a neutro.
La corteza de árbol es un material muy resistente que puedes pisar sin ningún problema, en caso de que tengas que hacerlo. Funciona muy bien para crear un efecto de color con las plantas que tengas en el jardín, crear senderos y separar algunas áreas del jardín. Ten en cuenta que también se puede usar la viruta o el aserrín que arroja la madera.
Humus de lombriz
Es de los mejores elementos orgánicos que existe ya que suministra nutrientes a las plantas a largo plazo. También incrementa y mejora la estructura del suelo, además de ser un anti-plagas y enfermedades de forma natural.
Asimismo, el humus de lombriz tiene la capacidad de aumentar la capacidad de retención de agua, favorece al intercambio catiónico del suelo, ayuda a aumentar la efectividad de abonos minerales, entre otros procesos.
El uso de lombrices para el suelo también es conocido como vermicompostaje o lombricultura. Su efectividad radica en que el sistema digestivo de los gusanos alberga ciertas especies de microbios que fijan mejor los nutrientes, que luego son expulsados en el excremento y se absorben más fácilmente en la tierra.
Es un elemento de color oscuro, inodoro y que no deja ningún tipo de residuos al tacto. Puedes utilizarlo en casi cualquier tipo de cultivo ya que es un elemento muy rico en materia orgánica y tiene un pH neutro.
Fibra de coco
La fibra de coco funciona como sustituta de la turba o se suele combinar con ella. Destaca por su capacidad de proveer una base con muy buena aireación y drenaje para las plantas. Además, es perfecta para ser usada junto con otros elementos orgánicos que aporten nutrientes.
Claramente, al ser un producto natural y ecológico, está libre de químicos, pero debe ser lavado antes de su uso ya que contiene sales. También funciona como fungicida y su PH neutro, ligeramente ácido, está entre 5,5 y 6,5.
La fibra de coco favorece a la producción de hortalizas en invernadero, jardines y viveros, también ayuda a reducir el daño que se da en pantanos y humedales. Gracias a que no tiene un gran peso, se puede utilizar en todo tipo de lugares y estructuras.
Ayuda a que las raíces de las plantas se desarrollen con facilidad, además puede absorber o ceder el calor. Esto favorece al desarrollo radicular en las épocas calurosas y frías del año.
La fibra de coco se puede encontrar en 3 presentaciones en cuanto a su granulometría, la primera es fina, o sea un polvo o turba de coco. La segunda es gruesa pues se encuentra en trozos pequeños, y la tercera es chip que ya son unos trozos de mayor tamaño.
Sustratos artificiales
Se nombran de esta manera debido a que pasan por procedimientos físicos para obtenerlos a partir de la modificación de un material natural. Ahora, mencionaremos 5 tipos de sustratos artificiales.
Perlita
La perlita proviene de la grava volcánica. Tiene buena retención de humedad y mejora la circulación del aire, pero no aporta nutrientes por sí sola. Es inerte de PH neutro, por lo que no reacciona con ningún elemento del suelo ni altera su equilibrio.
La perlita es muy polvorienta cuando está seca y tiende a flotar hacia la parte superior de un recipiente durante el riego. Debes tener cuidado y evitar inhalar dicho polvo ya que resulta algo tóxico.
Este es un elemento mineral que se usa mucho en jardinería pues es muy liviano, está libre de plagas, enfermedades y malezas, no es inflamable y, por último, al tener color blanco ayuda a reducir la temperatura del sustrato y aumenta la reflexión de la luz.
La perlita puede ser utilizada en otras actividades además de la jardinería, algunas de estas son:
- Industria de cerámicas y vidrio
- Manufactura de filtros
- Manufactura de electrodos
- Producción de cementos y concretos
- Industrias mineras
- Operaciones metalúrgicas
Vermiculita
Es obtenida de minerales como la mica. Posee buena aireación, aunque con el tiempo se suele compactar. Tiene gran capacidad de retención de agua, incluso más que la perlita, y contiene potasio, calcio, amonio y magnesio.
Aunque la vermiculita es menos resistente que la arena y la perlita, sus propiedades químicas y físicas son muy deseables. Contiene alta capacidad de intercambio catiónico y su PH también es neutro, entre 7 y 7,2.
Es un elemento muy ligero, económico, inerte (es decir que no contiene plagas ni semillas), se puede usar en cultivos hidropónicos, en semilleros, macetas y plantas que se venden o transportan en bolsas.
Arcilla expandida
Se obtiene tras el tratamiento de nódulos arcillosos. Tiene alto grado de porosidad, pero baja retención de agua. Dicho esto, tiende a ser mezclada con turba u otros componentes para mejorar el drenaje de la tierra. Su PH está entre 5 y 7.
También se le conoce como arlita, suele tener un aspecto redondo el tamaño de sus gránulos es muy variable, sin embargo, suele estar entre los 10 y 16 milímetros. Favorece la aireación de las raíces y el flujo de agua en las mismas.
Cuenta con la capacidad de mantener su estructura física y sus propiedades por un tiempo prolongado. Se puede mezclar con otros elementos como la turba para favorecer el drenaje y la aireación.
Lana de roca
Fabricada a base de roca volcánica. Su composición química incluye componentes como sílice y óxidos de aluminio, magnesio, hierro y calcio. No es biodegradable, pero tiene muy buena porosidad además de su capacidad de aireación y de retención de agua.
Su estructura física es en forma de placa o cubo con una estructura fibrosa. Normalmente es un sustrato que se utiliza en la hidroponía, es un método de cultivo en el que las plantas se encuentran en disoluciones minerales y no en tierra.
Tiene una duración limitada por lo que es funcional por aproximadamente 3 años. Pasado este tiempo, sus propiedades se pierden y debe ser reemplazada para asegurar el crecimiento oportuno de la planta.
Poliestireno expandido
Se obtiene del procesamiento del poliestireno. Resulta altamente resistente a la descomposición, es de color blanco, muy ligero, tiene poca retención de agua, aumenta la aireación y el drenaje y disminuye la densidad aparente.
Sin embargo, elimina materia orgánica y es un material que no es biodegradable. Por lo tanto, su uso común suele deberse especialmente a su bajo costo y su PH es ligeramente superior a 6.
¿Cómo preparar el sustrato ideal?
Bien, ya que conoces los componentes y sus características, ahora te enseñaremos a preparar sustratos específicos para ciertas plantas.
Sustrato universal
Inicialmente, vamos a preparar el mejor sustrato para todo tipo de plantas, a excepción de las suculentas. Debes tener en cuenta que los 3 aspectos esenciales para preparar una mezcla que favorezca a las plantas son:
- Humedad
- Alimento
- Drenaje y aireación
Dicho esto, para la humedad puedes optar por fibra de coco o turba. Para el alimento y nutrientes necesitarás humus de lombriz, que puedes comprar fácilmente en tiendas de jardinería o hasta floristerías. Finalmente, para favorecer el drenaje del agua y la aireación, puedes usar perlita o vermiculita.
Ahora sí, solo tendrás que mezclar partes iguales de los elementos para humedad y alimento y 1⁄5 para el drenaje. En porcentajes sería 40% de fibra de coco o turba, 40% de humus y 20% de perlita o vermiculita. Ya las cantidades dependen de cuánto sustrato necesites preparar.
Este tipo de sustrato se recomienda tanto para cultivos de exterior como de interior. Como pudiste observar, funciona gracias a su alto grado de retención de humedad, tiene buena composición de materia orgánica y retiene bien el agua.
Como dato adicional, si tus plantas requieren de mayor humedad, puedes optar por agregar solo el 10% de perlita o vermiculita.
Sustrato para suculentas
Por las necesidades que piden las suculentas, debemos preparar un sustrato ligero, con poca humedad y sin estancamientos de agua.
Por lo tanto, implementaremos perlita, arena de río y tierra preparada, la cual ya viene con nutrientes y la consigues en tiendas de jardinería o floristerías. Aunque también servirá la tierra natural que ya tengas en tu jardín.
Debes mezclar partes iguales de todos los elementos. Como consejo, es preferible lavar la arena antes de usarla, simplemente pásala por un colador hasta que el agua salga limpia.
Como otra opción, puedes optar por usar arena (bien sea de río, de playa o de construcción, pero recuerda lavarla), viruta o aserrín y fibra de coco. También debes mezclar todos los ingredientes uniformemente.
Si gustas darle unos nutrientes adicionales, puedes agregarle un poco de cáscaras de huevo trituradas.
Sustrato para macetas
Si quieres conocer un sustrato para tus plantas en el huerto o aquellas que vas a tener sembradas en macetas, te recomendamos la siguiente mezcla.
Necesitarás tierra negra o tierra preparada, perlita o vermiculita y humus de lombriz. Tendrás que usar un 40% de tierra preparada o 30% de tierra natural y la complementas con 10% de fibra de coco para aportar más nutrientes.
Posteriormente agregas 10% o un poco más de humus de lombriz y el 50% restante será de perlita o vermiculita. Recuerda que también puedes optar por usar 25% de cada una.
Sustrato para plantas carnívoras
Si tienes o quieres implementar este tipo de plantas en tu jardín o huerto, te invitamos a leer nuestro artículo sobre plantas carnívoras para que sepas todas sus características. Mientras tanto, acá te comentamos cuál es el sustrato especial para estas bellas plantas.
En este caso, usaremos turba y perlita o vermiculita. Es ideal sobre todo para la germinación de las semillas. Lo que debes hacer es mezclar 50% de turba y 50% de perlita o vermiculita, aunque también puedes usar ambos ingredientes para la aireación empleando 25% de cada uno.
Conclusión
Esperamos que este artículo te haya permitido comprender mejor y aprender más sobre los sustratos y sus funciones. Como pudiste observar, se trata de un elemento importante en la jardinería puesto que nos permite recrear el hábitat ideal para nuestras plantas y que así crezcan más fuertes.