¿Has notado manchas irregulares en las hojas de tus plantas? O, ¿tus flores han ido cambiando de color y se han puesto oscuras? Seguramente están siendo atacadas por una enfermedad.
Así es, las plantas también son susceptibles, no sólo a las plagas, sino también a contraer males que las debilitan y les quitan toda su vitalidad.
Sin embargo, ¡no te preocupes! En este texto te ayudaremos a identificar 7 de las enfermedades más comunes que pueden agredir a tus plantas. Asimismo, conocerás las causas y sabrás qué hacer para evitar su propagación.
Contenido
¿Por qué surgen las enfermedades en plantas?
En general, una planta se enferma cuando es perturbada continuamente por algún agente externo que interrumpe su estructura, crecimiento, función u otras actividades normales de la planta.
Las enfermedades infecciosas en las plantas son causadas por organismos patógenos como bacterias, hongos y virus. Estos agentes tienen la capacidad de reproducirse en una planta y propagarse a otras.
Sin embargo, las plantas suelen ser bastante resistentes ante la presencia de este tipo de afecciones. Especialmente porque para que una planta contraiga una enfermedad deben suceder 3 factores:
- La planta debe estar débil, lo que la hace más susceptible.
- El patógeno causante de la enfermedad debe estar presente para atacar.
- Las condiciones ambientales deben propiciar la adaptabilidad y desarrollo de la enfermedad.
¿Qué causa la debilidad?
A pesar de esto, no estás exento de que tu jardín sufra una enfermedad y como pudiste observar, el primer paso es que las plantas estén débiles. Por esto, ahora te mencionaremos cuáles son las causas que dejan vulnerables a las plantas.
Presencia de plagas: Si tus plantas están siendo atacadas por plagas de jardín o justo acabas de deshacerte de ellas, puede que hayan infringido más daño del que parece.
Resulta que aquellos insectos debilitan las plantas y cuando se alimentan de ellas dejan una sustancia pegajosa conocida como melaza. Dicha sustancia resulta en una carta de bienvenida para enfermedades como los hongos.
Falta de nutrientes: Todas las plantas tienen gustos y cuidados diferentes, por lo que es importante que conozcas sobre las plantas que tienes en tu jardín o huerto y sepas qué tipos de tierra necesitan.
De este modo, crecerán con mayor vitalidad y comodidad y no estarán débiles o expuestas a patógenos por falta de nutrientes. Adicionalmente, enriquecer el suelo con compost también ayuda a las plantas a resistir las enfermedades.
Mal riego: Una vez que sepas el tipo de suelo que necesitan tus plantas, sabrás de qué manera deben ser regadas. Esto evitará sobre todo el exceso de humedad producida por un mal riego.
Un consejo en este caso es que toques la tierra para sentir si está seca o levantes la maceta para sentir su peso, claramente si te cuesta moverla es porque no se ha drenado el agua todavía.
¿Cómo prevenirlas?
Te daremos algunos consejos para que evites la llegada de enfermedades de jardín o para que prevengas su propagación. Verás que la prevención será ideal para no lidiar luego con aquellas molestias que son difíciles de combatir.
- Revisa rigurosamente las plantas nuevas que vayan a entrar a tu jardín o huerto. Especialmente si puedes inspeccionarlas antes de comprarlas, ve en busca de manchas extrañas u hojas infectadas por algún hongo. En caso de que quieras incluir la planta en tu jardín, es importante que cortes las partes dañadas.
- Revisa constantemente tus plantas. Esto es importante para detectar a buen tiempo la presencia de plagas o enfermedades y erradicarlas antes de que hagan más daño. No solo evitarás que tus plantas salgan más afectadas, sino que también será más sencillo deshacerte de las molestias.
- Deja que tus plantas respiren correctamente. Es necesario que al momento de sembrar dejes un buen espacio entre las plantas, esto permitirá que haya buena aireación. Debido a que, cuando se encuentran aglomeradas, se incrementa la humedad y ayuda a que se desarrollen las enfermedades.
- Evita el riego en exceso. Un error frecuente es regar las plantas de más por miedo a que les falte agua, sobre todo las plantas de interior que no son tan amantes de la humedad. El problema se da en que el riego excesivo, disminuye el oxígeno y aumenta los niveles de dióxido de carbono en la tierra, lo que hace que las raíces sean más susceptibles a los organismos que las pudren.
- Aparta las plantas infectadas. En caso de ya estar sufriendo con alguna enfermedad en tu jardín, tendrás que realizar el debido mantenimiento a las plantas contaminadas y aislarlas por un tiempo.
7 enfermedades en plantas más comunes
Ahora sí, vamos con el top 7 de las enfermedades más comunes que podrías presentar en tu jardín. Gracias a esto, sabrás identificarlas por sus síntomas y podrás tomar cartas en el asunto a tiempo.
Moho polvoriento
Es una enfermedad fúngica bastante común pero también fácil de reconocer. Ante ella son particularmente susceptibles los pepinos, las calabazas, los tomates, los melones y las rosas.
Las esporas microscópicas de este moho generalmente se transportan a los jardines por medio del viento. Lo que también facilita que se propague a otras plantas con mayor rapidez. Adicionalmente, prospera en climas cálidos y en plantas con humedad alrededor de ellas.
Sabrás que una planta tiene moho polvoriento por los siguientes síntomas:
- Manchas blancas polvorientas. Parecerá como si la planta hubiese sido espolvoreada con harina. Comenzará como pequeñas manchas blancas, pero se irá esparciendo a lo largo de las hojas, tallos y frutas.
- Hojas amarillas y marchitas. La aparición de este moho hará que las hojas se atrofien, las flores se alteren y la calidad de la fruta se reduzca. Especialmente en los nuevos brotes, que son más propensos a que la enfermedad se desarrolle con mayor gravedad.
Para controlar y erradicar al moho polvoriento puedes implementar las siguientes recomendaciones:
Prepara un remedio casero. Mezcla 1 cucharada de bicarbonato de sodio o de potasio, con 1 cucharada de algún aceite vegetal y 1 cucharadita de jabón para platos en 1 litro de agua o más.
Aplica este líquido en las plantas con ayuda de un difusor y asegúrate de que queden bien cubiertas. No hará falta que lo retires, pero deja que la planta se seque en la sombra. Puedes aplicarlo diariamente hasta que veas resultados en poco tiempo.
Rocía las plantas con fungicidas orgánicos. Te recomendamos que estos sean a base de azufre, el cual también es efectivo para la prevención. Es preferible usarlo cuando apenas esté empezando la infección para mayor efectividad.
Procura rociar bien las plantas ya sea temprano en la mañana o en altas horas de la noche. Deja que el producto seque y revisa al día siguiente si el moho continúa, en caso de que sí, puedes volver a aplicar el fungicida y ya tendría que ser efectivo.
Elimina las hojas dañadas. En caso de que la enfermedad esté más desarrollada lo ideal es poner en cuarentena a las plantas afectadas y quitarles las hojas más lastimadas. Sin embargo, también te recomendamos usar alguno de los pasos anteriores para asegurarte de que el moho se haya erradicado.
Virus mosaico
El virus del mosaico es generalmente transmitido por medio de plagas como los pulgones, las moscas blancas y los escarabajos. De igual modo, el suelo, las semillas, las macetas y los recipientes pueden infectarse del virus y transmitirlo a la planta.
Ante este virus diversos cultivos son vulnerables como la yuca, las papas, la remolacha, el pepino, el frijol y el tomate.
Se dice que es difícil de detectar ya que su ataque varía según el tipo de planta. Sin embargo, puedes guiarte a partir de estos síntomas:
- Hojas con manchas o rayas amarillas, blancas o de color verde. Precisamente por esto es llamado virus “mosaico”.
- Hojas con deformidades. El virus provoca que las hojas se arruguen o tengan ondulaciones en las manchas mencionadas anteriormente. También parecerán pequeñas ampollas.
Lastimosamente no hay manera de eliminar este virus de las plantas afectadas. No obstante, te aconsejamos realizar las siguientes acciones para controlar su propagación.
Destruye el follaje infectado. Tendrás que retirar todas las plantas afectadas y deshacerte de ellas, preferiblemente, quemándolas. Ten claro que no es posible usarlas en compost porque el virus puede seguir allí.
Desinfecta tus herramientas de jardinería. Después de haber removido las plantas enfermas, es vital que limpies y desinfectes todo tu kit de jardinería para evitar la propagación del virus. Finalmente, lava bien tus manos, también se transmite por este medio.
Óxido
También conocida como Roya, se trata de una enfermedad fúngica que necesita plantas vivas para sobrevivir. Se transmite a través de esporas que viajan por el aire o por el agua, de plantas infectadas a plantas sanas.
Es fácil de detectar gracias a que su presencia en las plantas se asemeja a manchas de óxido. Suele atacar especialmente a las rosas, las azucenas, los frijoles y los tomates.
Identificarás la presencia de óxido en tus plantas por medio de los siguientes síntomas:
- Manchas naranjas o rojizas. Al principio se pueden presentar como manchas blancas que en poco tiempo se empiezan a tornar de color naranja profundo o rojizo. Al final pueden ponerse hasta de color negro.
- Ampollas por debajo de las hojas. Dichas manchas se verán como pústulas por el envés de las hojas, aunque también pueden aparecer en la parte superior.
Ahora bien, te mostraremos cómo controlar el óxido en tus plantas, aunque no es una tarea fácil.
Usa insecticidas con azufre o cobre. Primero separa las plantas afectadas y luego rocíalas con este producto para mitigar la propagación del hongo y que siga haciendo daño. Sin embargo, cabe mencionar que los insecticidas son más efectivos como preventivos que curativos.
Recolecta y destruye las hojas afectadas. A la primera señal de este hongo puedes quitar solamente las hojas infectadas, dejando el tallo o la rama mientras no tenga óxido. Posteriormente bótalas o quémalas y lava bien tus manos antes de manipular otras plantas.
Fumagina o moho negrilla
El moho negrilla es aquél que crece a causa de la melaza producida por los insectos chupadores de savia. Su presencia no solo daña la vitalidad de las hojas, sino que también impide la fotosíntesis y frena el crecimiento de las plantas.
Con el paso del tiempo las hojas cubiertas de fumagina también resultan cayéndose, por lo que es importante reconocer a tiempo esta enfermedad para evitar que pase a mayores.
Identificarás la presencia de este hongo en tus plantas gracias a estos síntomas:
- Hojas, tallos y frutos con una capa fina de color negro. En realidad, parecerá que a las plantas les cayó carbón por encima.
- Hojas con costra negra. En caso de que la enfermedad no se haya controlado a tiempo, se esparcirá por toda la hoja y se hará más gruesa, generando así una costra que afecta mucho más a las plantas.
Las maneras para controlar y erradicar la fumagina son las siguientes:
Elimina las plagas. Como lo mencionamos anteriormente, las plagas son las causantes de la presencia de esta y otras enfermedades, por lo que erradicarlas rápidamente será un método de prevención.
También te aconsejamos que después de eliminar los insectos, limpies la planta para quitar los rastros de la sustancia pegajosa que excretan.
Lava bien las plantas. Cuando se detecta a tiempo la presencia de fumagina, la solución será muy sencilla pues sólo tendrás que limpiar las hojas afectadas. Puede ser que uses un chorro fuerte de agua o directamente con un trapo.
Si prefieres puedes usar algún remedio casero para plagas y con esto, retiras el hongo mientras creas una barra protectora de insectos.
Realiza una poda de saneamiento. Esto en caso de que la enfermedad esté más avanzada al punto que se haya generado una costra. Por lo que lo mejor será eliminar las partes afectadas para evitar que la presencia del hongo infecte otra planta.
Antracnosis
Es una enfermedad fúngica que afecta frutas y verduras, tanto a sus brotes en desarrollo como a los árboles. Puede sobrevivir en los restos de plantas afectadas y prosperar en condiciones húmedas y cálidas.
Adicionalmente, se transmite a través del viento, el agua, las plagas y las herramientas de jardinería.
Si quieres identificar la presencia de este hongo, debes prestar atención a los síntomas que mencionaremos a continuación:
- Manchas irregulares de color amarillo y marrón. Con el paso del tiempo estas manchas o parches se van oscureciendo y expandiendo por las hojas o los frutos. También se pueden presentar cierto tipo de arrugas en las hojas,
- Frutos podridos. Al comienzo las frutas o verduras tendrán pequeñas manchas oscuras, casi negras, y presentarán hundimientos. Claramente, esto luego provocará que se pudran y no sean consumibles.
Te enseñaremos a controlar la antracnosis a través de las siguientes maneras:
Usa fungicidas a base de cobre. Rocía las plantas enfermas sobre todo para evitar la propagación del hongo. En caso de que estés dando un tratamiento temprano, el fungicida puede ser efectivo para combatirlo.
Generalmente se aplica este producto a diario hasta ver mejoras, pero te recomendamos seguir las instrucciones de uso indicadas en el empaque.
Corta la parte vegetativa afectada. Como hemos visto en otros casos, una solución bastante efectiva es realizar una poda de saneamiento para eliminar “de raíz” a las enfermedades. Aunque pueda parecer doloroso, esto le dará un respiro a la planta para crecer con fuerza.
No hagas compost con las partes cortadas. Mucho menos en este caso que el hongo sobrevive en la planta muerta. Siempre es preferible quemar aquellos restos para evitar que otras plantas se infecten.
Tizón de fuego
Es una bacteria que afecta plantas de cerezas, manzanas, almendras, ciruelas, frambuesas y rosas. Esta enfermedad ingresa por medio de las ramas y viaja por lo tallos atacando también las hojas.
Es una enfermedad muy severa que puede provocar la muerte de la planta infectada en corto tiempo.
Notarás el ataque de esta bacteria por medio de estos síntomas:
- Ramas y hojas de color marrón o negro. Tendrán la apariencia de haber sido quemadas directamente con fuego. No se caen, permanecen en la planta, pero estarán muy arrugadas y de color marrón o negro según el tipo de planta.
- Ramas dobladas o marchitas. Parecerán bastones colgantes de la planta y también tendrán ese color marrón-rojizo característico.
Para controlar el tizón de fuego tenemos las siguientes opciones:
Corta las partes dañadas. Sí o sí la mejor manera de controlar la propagación de esta bacteria es mediante la eliminación de todas las zonas de la planta que contengan la enfermedad. Recuerda la importancia de desinfectar tus herramientas y lavar bien tus manos después de la poda.
Usa fungicida de cobre líquido. Se han reportado casos efectivos en los que el cobre líquido ha erradicado la bacteria, pero especialmente al ser usado al comienzo de la infestación. Tendrás que mezclarlo con una buena cantidad de agua y rociarlo en toda la planta.
Como dato a considerar, el uso de este producto también puede causar la pérdida de frutos y la caída de hojas.
Moho gris
Esta enfermedad infecta fácilmente a las plantas que ya están dañadas, débiles y moribundas. Una vez instalado se propaga rápidamente y puede causar grandes daños a plantas sanas.
También es un hongo que adora la humedad y afecta principalmente a flores y capullos, aunque pueden producirse infecciones en frutos, hojas y tallos. Entre las plantas más propensas están las rosas, las peonías y las fresas.
Sabrás que tus plantas están siendo atacadas por el moho gris por estos síntomas:
- Manchas de color marrón que se cubren con un moho blanco polvoriento. Este signo se presenta más que todo en los frutos, donde también hay hundimientos a medida que la fruta se pudre.
- Manchas de color grisáceo o blanquecino. Presentes en pétalos, tallos y brotes.
Para controlar el moho gris puedes seguir los siguientes consejos:
Usa fungicidas con bicarbonato de potasio. Es ideal el uso de este tipo de productos cuando apenas está empezando la infestación, para evitar que el hongo se siga desarrollando y proteger al resto de las plantas.
El bicarbonato de potasio protegerá mejor las plantas sanas a comparación del bicarbonato sódico y es una opción un poco más ecológica.
Quita las partes afectadas y destrúyelas. Realiza una poda de saneamiento a las partes vegetativas que estén más afectadas, recuerda quemar cualquier residuo, incluidos esquejes y hojas muertas.
Puedes limpiar con un trapo mojado de fungicida, aquellas partes de la planta que estaban cerca de las afectadas y donde se estaban empezando a propagar las esporas blancas de moho. Esto puede salvarlas a tiempo.
Conclusión
Como recordatorio, primero debes probar los remedios caseros o fungicidas orgánicos en una pequeña parte de la planta. Esto debido a que las plantas pueden tener malas reacciones a causa de alguno de los componentes y lo ideal es eliminar las enfermedades sin generar más daño.
Asimismo, para todas las enfermedades también hay fungicidas químicos disponibles en el mercado. Estos pueden resultar bastante efectivos, pero ya será tu decisión el uso de ellos en tu jardín. Te recuerdo que deben ser utilizados con precaución para evitar cualquier daño a tu salud, a los animales y al medio ambiente.
Finalmente, espero que este blog te haya servido para saber cómo prevenir la aparición de enfermedades de jardín y, si llega el momento, para poder identificarlas y actuar rápidamente.