¿Por qué debes usar abonos y fertilizantes en tus plantas? 5 recomendaciones

Sembrar una planta no solo se limita al uso de una tierra, semillas y agua, es importante tener en cuenta otros cuidados. Entre ellos está el uso de abonos y fertilizantes. El motivo es que les aportan a tus plantas los nutrientes que necesitan.

Cuando cultivas en macetas, debes garantizar que el suelo tenga todo lo necesario para que tus plantas se puedan desarrollar adecuadamente. Este proceso se da de manera natural en el lugar de origen de cualquier planta, pues al crecer directamente en la tierra, absorben lo que necesitan.

Sin embargo, algunas veces no contamos con el espacio suficiente o con una zona apta para sembrar en el piso. Entonces optamos por macetas, pero no hay que preocuparse porque existe la manera de adecuar la tierra de la maceta para que la planta se pueda desarrollar como lo haría en su hábitat natural.

Por esta razón, quiero hablarte sobre los fertilizantes y abonos que podemos encontrar en el mercado y que funcionarán de maravilla en nuestros cultivos. En este blog encontrarás los tipos de abonos y fertilizantes que existen, los beneficios que tienen, cómo se aplican y algunas recomendaciones para que puedas comprarlos con toda seguridad.

Importancia de los abonos y fertilizantes para las plantas

Tanto el fertilizante como el abono funcionan y son utilizados para brindar al suelo y a las plantas los nutrientes que necesitan. La diferencia es que el abono está formado por compuestos orgánicos, como el compost, humus de lombriz, estiércol, y el fertilizante de compuestos químicos, como los minerales.

En su hábitat natural las plantas absorben desde sus raíces los micronutrientes (calcio, hierro, magnesio, zinc, entre otros) y macronutrientes (nitrógeno, fósforo y potasio) que hay en el suelo. Pero al tener una planta en una maceta, por ejemplo, no podrá hacer este proceso de manera natural.

Debes agregarles el abono o fertilizante que necesitan para que puedan crecer sin problemas. Por esta razón es importante que en la rutina del cuidado de tus plantas tengas en cuenta este proceso.

El abono y el fertilizante tienen varios beneficios tanto para las plantas, como para las personas y el medio ambiente. A continuación, te hablaré sobre estos.

  • Para crear abono orgánico puedes usar todos aquellos desechos orgánicos de tu casa como cáscaras de frutas, restos de verduras, cáscaras de huevo, hojas secas, entre otros.
  • Contribuyen a la recuperación de los suelos degradados.
  • Los abonos y fertilizantes son económicos, esto facilita su compra.
  • Mejoran la aireación, estructura y retención de agua del suelo.
  • Brindan los nutrientes necesarios y ayuda a aumentar la producción del cultivo.
  • Contribuyen a la preservación de la salud del suelo, las plantas y calidad de lo que consumen las personas.
  • Los fertilizantes, al tener altas concentraciones de minerales, se usan en menor cantidad. Pues tienen efectos inmediatos y las plantas los absorben fácilmente.
  • Los abonos orgánicos favorecen la preservación del medio ambiente ya que no son contaminantes.
  • Tienen la posibilidad de crear espacios de integración para que aquellos interesados en las plantas y sus cuidados puedan adquirir los conocimientos necesarios.

Tipos de fertilizantes

Como te mencionaba anteriormente, el objetivo de los abonos y fertilizantes es brindar al suelo y a las plantas los nutrientes que necesitan para su desarrollo. Sin embargo, hay de dos tipos, abonos orgánicos y fertilizantes minerales.

Abonos orgánicos

La composición de este tipo de abono puede ser de origen animal o vegetal. Además, se consideran una fuente importante de nutrientes para las plantas y le proporcionan al suelo una mejora en su estructura, en la aireación y la retención de humedad.

Gracias a los abonos se puede incrementar el potencial productivo del suelo, pues aumentan las propiedades físicas, químicas y biológicas de este. Los abonos también ayudan al desarrollo radicular de las plantas, de esta manera pueden tener una mejor absorción de nutrientes y no se debilitarán.

El abono orgánico puede ser:

Turba

Es el resultado de desechos orgánicos en descomposición al ser expuestos a altas temperaturas y humedad. Este elemento puede mezclarse con el sustrato que vayas a usar para sembrar tus plantas, de esta manera el suelo se volverá fértil y apto para el cultivo. 

Se pueden encontrar de 2 tipos, turba negra y turba rubia. La primera cuenta con menos nutrientes, pero con un pH más alcalino que permite neutralizar los ácidos del suelo. La segunda tiene mejor capacidad de aireación y retención de agua, pero cuenta con un pH más bajo, lo que hace que no sea apta para todo tipo de cultivos.

Estiércol

Es el más utilizado en los cultivos agrícolas y está constituido principalmente por la materia fecal de animales como cerdos, vacas, aves, ovejas, conejos, cabras y caballos. Se usa el estiércol por su alto contenido en nitrógeno, fósforo y potasio, aunque puede variar según el alimento que consumen los animales.     

Se puede mezclar con material vegetal como paja, heno, hierbas secas, camas de caballo u oveja, entre otros. Al ser rico en materia orgánica, favorece la fertilización del suelo y mejora la retención y absorción de agua.

Su descomposición se realiza gracias al oxígeno que recibe, por este motivo, en caso de que quieras crear tu abono con estiércol, debes dejar que haga este proceso en un espacio amplio y abierto.

Tu papel será el de mezclar y remover constantemente el estiércol con el material vegetal que hayas usado. Pues al estar compacto y quieto genera alta temperaturas y lo que no tiene buena oxigenación no se descompondrá y no funcionará como abono.

Es importante que no lo agregues directamente al cultivo, sino al suelo y antes de sembrar las plantas. Este tiempo puede ser de 15 días a un mes antes de cultivar. La dosis recomendada de este abono es de 170 kg por hectárea, de esta manera se evita posibles problemas de contaminación de aguas.      

Humus de lombriz

Este abono es el resultado de la digestión de las lombrices al ser agregadas en el compost. Aceleran el proceso de descomposición de la materia orgánica y se obtiene un abono rico en nutrientes, inodoro y de buena calidad.

Es conocido también como vermicompost y es uno de los más recomendados para usar en cultivos de hortalizas, plantas aromáticas y frutales. Gracias a su carga microbiana, a las plantas se les facilita desarrollarse y absorber los minerales que necesita.

Es uno de los que más se recomienda para el trasplante de plantas, ya que ayuda a prevenir enfermedades, evita que las plantas sufran heridas y permite que el enraizamiento sea más sencillo.

Lo puedes encontrar en viveros o lo puedes hacer de manera casera, simplemente agregas las lombrices al compost de desechos orgánicos que ya tengas.  

Compost

Se obtiene como resultado de la descomposición controlada de elementos orgánicos, sobre todo vegetales. Estos pueden ser hojas, ramas, frutos, flores, semillas, cáscaras, residuos de cocina, aserrín, entre otros.

Es uno de los más fáciles de hacer en casa ya que tenemos los residuos que se necesitan. Lo importante es separar lo orgánico de lo inorgánico. En nuestro blog sobre cómo iniciar la siembra de tu huerto en casa, te explicamos paso a paso la creación de compost casero.

Sin embargo, es importante que tengas en cuenta los siguientes factores para que tu compost no tenga problemas.

Oxígeno: debes mantener una aireación adecuada para que de esta manera los microorganismos puedan respirar y se dé la liberación de CO2. El oxígeno evita que el compost se compacte y se encharque. Si no hay una buena aireación, el agua no se evapora y habrá exceso de humedad, así como también malos olores y acidez.

Humedad: es el mejor aliado de los microorganismos que se encuentran en el compost, pues usan el agua como medio de transporte de nutrientes y elementos energéticos. La humedad ideal del compost debe ser alrededor del 55%, puedes medirla con un higrómetro o con la técnica del puño.

Esta consiste en tomar un puñado de compost y luego abrir la mano. Si el material escurre agua, debes agregar paja o aserrín y remover, si queda suelto deberás agregar agua. Lo ideal es que quede compacto y sin escurrir agua.   

Temperatura: la temperatura puede variar a medida que se va procesando el compost. Al inicio tiene una temperatura ambiente, luego sube hasta los 65 °C y cuando está en la fase final, vuelve a tener una temperatura ambiente.

Si la temperatura baja demasiado deberás agregar material que brinde humedad como restos de fruta o vegetales. Pero si sube mucho la temperatura, debes remover, verificar la humedad y agregar material con alto contenido de carbono como madera o pasto seco.

El pH: varía a medida que se va desarrollando el compost. Al principio el pH se acidifica a causa de la formación de ácidos orgánicos. Luego, a medida que el compost va subiendo la temperatura, el pH también sube y se alcaliniza. Finalmente, cuando el proceso está por terminar, el pH baja alcanzando un nivel neutro.

La escala del pH va del 0 al 14, en la cual 7 es el valor neutro, menos de 7 es ácido y más de 7 es un pH alcalino. El rango ideal del compost es de 5,8 a 7,2.

Fertilizantes minerales

Estos fertilizantes se obtienen de elementos minerales. Dichos elementos son los que necesitan las plantas y el suelo para nutrirse y desarrollarse adecuadamente. Estos minerales también se obtienen con los abonos orgánicos, pero con este tipo de fertilizante llegan y actúan sobre el suelo y las plantas de manera más directa.

Como te comentaba al inicio, las plantas requieren de micro y macronutrientes. A continuación, te hablaré sobre estos.

Micronutrientes

Son aquellos elementos requeridos por las plantas en mínimas cantidades para garantizar su adecuado crecimiento. Se deben aplicar en el suelo y en pequeñas cantidades cuando este no pueda proveerlos por sí mismo.

  • Hierro (Fe): esencial para el cultivo y la producción de alimentos.
  • Boro (B): es importante para el crecimiento y síntesis de los frutos.
  • Manganeso (Mn): ayuda a activar las reacciones metabólicas de la planta y está presente en la fotosíntesis.
  • Zinc (Zn): ayuda a obtener un alto rendimiento del cultivo.
  • Cobre (Cu): activa las enzimas de las plantas y contribuye a la síntesis de proteínas.
  • Cloro (Cl): ayuda a regular los estomas, los cuales son los poros o aberturas de las plantas, y es necesario para el proceso de liberación de humedad.
  • Molibdeno (Mo): es necesario para la síntesis y la actividad estomática.

Macronutrientes

Son elementos que se necesitan en mayores cantidades y deben ser aplicados al suelo cuando este tenga deficiencia en uno de los elementos.

  • Nitrógeno (N): es esencial para el crecimiento correcto de las estructuras de las plantas como el tallo, las hojas, los brotes y los frutos.
  • Potasio (K): participa en las funciones básicas de la planta y facilita la absorción de agua.
  • Fósforo (P): tiene participación en la síntesis radicular y los tejidos leñosos de la planta.
  • Azufre (S): está en el proceso de metabolización del nitrógeno y fósforo, tiene un rol en la síntesis de la clorofila y las semillas.  
  • Calcio (Ca): participa en la síntesis de tejidos.
  • Magnesio (Mg): es el principal componente de la clorofila, la cual le da el color verde a las plantas.

Estos fertilizantes se pueden encontrar de 2 tipos de composición. La primera son fertilizantes simples y se basa en el uso de solo 1 elemento, puede ser N, P o K. Y la segunda son fertilizantes compuestos los cuales emplean 2 o 3 elementos y se conocen como NPK como los principales y los demás compuestos como secundarios.

Las cantidades de cada uno de los elementos varía según la necesidad que buscas satisfacer de la planta o el suelo. De tal manera que es importante que conozcas las características de esta, pues dependiendo de la temporada necesitarán una composición equilibrada o no.

Formulación de los fertilizantes

Existen 2 formas en las que podemos encontrar los fertilizantes. En presentación líquida o en presentación sólida. Su aplicación dependerá del estado del suelo y las plantas.

Fertilizantes sólidos

Las presentaciones que podemos encontrar son:

  • Polvo: se aplica sobre todo en el cultivo tradicional y los cultivos hidropónicos. Pueden diluirse en un poco de agua o aplicarse de manera directa al cultivo.
  • Granulados: pueden ser aplicados de manera más uniforme en el terreno para aportar los nutrientes necesarios.
  • Macro-granulados: son gránulos de tamaño más grande que liberan los nutrientes de una forma un poco más lenta. 
  • Bastones o pastillas: se colocan cerca de la planta, sobre el suelo o pinchados en la tierra. Libera su contenido de manera progresiva.

Fertilizantes líquidos

Este tipo de fertilizantes son aplicados directamente a la planta o diluidos en agua. Su composición es a base de elementos químicos u orgánicos. Tienen la ventaja de tener una rápida y efectiva acción y absorción al ser aplicados al suelo o a las plantas.

Las presentaciones que podemos encontrar son:

  • Suspensiones o mezclas: en esta presentación encontramos fertilizante sólido en polvo disperso por un medio líquido, pero no completamente disuelto.
  • Soluciones: es la presentación más común de estos fertilizantes. Son elementos sólidos disueltos total y homogéneamente en un medio líquido. Contienen diferentes grados de pH y de la composición de elementos minerales que se necesite.

Aplicación de los fertilizantes

Hay 3 formas en las que se puede aplicar el fertilizante a los cultivos y lograr el objetivo deseado. Estas son:

  • Al suelo: el fertilizante puede ser aplicado en la superficie del cultivo a voleo con la mano o con algún tipo de elemento. También se puede aplicar de manera localizada y solo estará en las zonas que desees. Su aplicación será antes de la siembra, durante la siembra o después de la siembra, ya dependerá de ti.  
  • Foliar: mediante el uso de un pulverizador se aplica el fertilizante al follaje de las plantas. Debes tener en cuenta la dosis y las condiciones en las que vayas a aplicar el fertilizante para evitar quemar las hojas.
  • Fertirriego: es cuando mezclas el fertilizante con el agua de riego y lo aplicas a las plantas. En este caso puedes hacer uso de algún sistema como el riego por goteo o por aspersión.

Recomendaciones de abonos y fertilizantes

Así como tienes la opción de crear tu propio abono, también puedes adquirir el producto terminado para su uso inmediato. Y en cuanto a los fertilizantes, estos ya vienen con las medidas necesarias de los componentes según lo requerido. Aquí te dejo 5 recomendaciones de productos que puedes comprar para nutrir tus cultivos.

YaraMila Hydrocomplex

Fertilizante en gránulos

Este es un fertilizante que contiene cantidades balanceadas de NPK y además cuenta con boro, hierro, magnesio, manganeso, zinc y azufre.

Tiene presentación granulada para aplicar de manera espolvoreada con las manos sobre el cultivo y funciona para café, patatas, cítricos, palmera de aceite, grass y pastura. La presentación es de 50 kg y es de la marca Yara.

Puedes adquirir este producto en https://www.yara.com.co/

YaraVita Teprosyn NP + Zn

Fertilizante líquido para semillas

Este es un fertilizante líquido que funciona para el tratamiento de semillas y para asegurar el éxito de su germinación.

Contiene NP + Zn y se puede aplicar a semillas de algodón, maíz, arroz, soja, patata y sorgo. La presentación es de 1 litro y es de la marca Yara. 

Las semillas en estado de germinación requieren altos niveles de potasio y zinc. Por ello este producto tiene la habilidad de proporcionar dichos componentes en los suelos deficientes para ayudar a que se desarrollen de manera adecuada las semillas.

YaraTera Cancinit

Fertilizante en polvo

Este es un fertilizante en polvo que funciona a la perfección en sistemas de fertirrigación o pulverización.

Se puede aplicar a cultivos de flores, tomates, fresas, uvas, bananos y hortalizas. Contiene Nitrógeno y calcio.

Ayuda a mantener las frutas y vegetales frescos por más tiempo, ayuda a mejorar el desarrollo radicular, mejora la absorción de calcio, potasio y magnesio, entre otros aspectos.

Los puedes encontrar en presentación de 25 kg de la marca Yara.

Avisana

Abono orgánico

Este es un abono orgánico mineral que se aplica al suelo para mejorar sus propiedades físico-químicas.

Se usa en cultivos de patata, tomates, uvas, aguacates, fresas, arroz, cebolla, café y flor de pascua.

Ayuda a que los nutrientes del suelo sean más disponibles y asimilables para las plantas. De esta manera se logra una mayor eficiencia metabólica y una mejora significativa de la producción de los cultivos

Lo puedes encontrar en presentación de 1kg, 3kg o 40kg de la empresa Bioagroinsumos S.A.S. Adquiere este producto en https://www.bioagroinsumos.com/  

Biogold Original

abono especial para bonsáis

Este es un abono en gránulos especial para bonsáis. Es de liberación lenta sobre la tierra y también se puede usar en orquídeas, huertos, flores y plantas de interior. Contiene macronutrientes NPK.

Con este abono no hay riesgo de fertilización excesiva ni de salinización del suelo. No tiene olores desagradables y tampoco es apetitoso para tus mascotas.

Se puede encontrar en presentaciones de 100 gr en adelante y es de origen japonés. Lo puedes adquirir en Mercado Libre.


Hemos llegado al final de este blog sobre abonos y fertilizantes, elementos muy importantes para tus cultivos. Esperamos que el par de recomendaciones que te dimos te sirvan para poder adquirir estos productos con más seguridad.

No dejes a tus plantas sin el abono o el fertilizante que necesitan, recuerda que es muy importante para su correcto desarrollo y crecimiento. Además, le ayudan al suelo a recuperarse y poder seguir siendo fértil para el cultivo. 

Compartir