Seguramente alguna vez has visto una planta muy bonita y has querido que crezca en tu jardín, o multiplicar una planta que ya tengas sin tener que sembrarla y hacer todo el proceso de nuevo.
La verdad es que existen diversos métodos para reproducir y multiplicar aquellas plantas que más te gustan. El que más se conoce es por medio de las semillas, sin embargo, existe otro método que permite una multiplicación vegetativa mucho más rápida y que es muy recomendado.
Este método se conoce como reproducción por esquejes y si lo pones en práctica siguiendo algunas recomendaciones, tendrás unos grandes resultados. Es por esta razón que te quiero hablar en este blog sobre la reproducción por esquejes.
Vas a saber en qué consiste este método, algunas características importantes para que te decidas a practicarlo, las técnicas, las condiciones que se deben tener en cuenta y cómo puedes cuidar tus esquejes.
Contenido
¿Qué es la reproducción por esquejes?
El método de reproducción por esquejes es una forma de multiplicar tus plantas de manera sencilla, económica y más eficiente. Se puede usar en plantas herbáceas o leñosas y no requiere de una larga espera para obtener grandes resultados.
A diferencia de las semillas, que normalmente se deben sembrar en primavera, los esquejes pueden reproducirse a lo largo del año. Además, una de las grandes ventajas de este método es que las nuevas especies crecerán con características idénticas a las de la planta madre, algo que no sucede con las semillas.
La reproducción por esquejes consiste en extraer una parte de la planta, como una rama, una parte del tallo, raíces, hojas u otros órganos, para que se forme una nueva planta. Este proceso debe hacerse con algunos parámetros relacionados al tipo de sustrato, el riego, la luz, entre otros. Más adelante profundizaremos sobre estos conceptos.
Características de la reproducción por esquejes
Ya que conoces en qué consiste el método de la reproducción por esquejes, te quiero presentar algunas características que te ayudarán a decidirte con más seguridad para ponerlo en práctica en tu jardín.
¿Por qué escoger este método?
La multiplicación vegetativa por esquejes saca ventaja de la totipotencia. Esto hace referencia a la capacidad que tienen las células de las plantas para reproducir a una nueva. Para este proceso se toman algunas partes de la planta que son adecuadas, como lo mencionaba antes, pueden ser las ramas, los tallos, las hojas o las raíces.
Gracias a esto, las nuevas plantas crecen más rápido, en mayor cantidad y de manera económica y práctica. Incluso, la mayoría de veces pueden florecer antes que aquellas plantas que se siembran por semillas.
¿De dónde tomar los esquejes?
Este es el primer paso para emplear este método, como ya te he mencionado, los esquejes se deben tomar de la planta madre. Estas deben contar con buenas condiciones vegetativas y deben estar muy sanas.
Si la planta madre no se encuentra en óptimas condiciones, los esquejes que extraigas de ellas tendrán un desarrollo inferior de raíces. Por ello es importante mantener las condiciones adecuadas para cada planta.
Como ya sabes, factores como el riego, la temperatura, la humedad, los nutrientes, la ubicación, la luz y demás, son claves para que todas las plantas tengan un buen desarrollo. Así que antes de tomar los esquejes, asegúrate de que la planta madre tenga vigor y salud.
Puedes tomar los esquejes de los restos que quedan de la poda de las plantas. Por ejemplo, en el caso de las plantas herbáceas puedes podar en invierno, tomar los esquejes y sembrarlos en primavera.
Una vez que hayas tomado los esquejes, es importante que los etiquetes para saber de qué especie de planta son. Además, si tomas varios, es conveniente dejarlos separados mientras procedes a sembrarlos.
¿Cuándo tomar los esquejes?
El mejor momento para tomar los esquejes es en la época y estado de crecimiento apropiados de la planta. Esto dependerá claramente de cada especie de planta, por ejemplo, los esquejes de las coníferas (árboles o arbustos) puedes tomarlos en invierno.
Ten en cuenta que el momento del día también influye para tomar los esquejes. Si vives en zonas donde el clima es fresco, puedes tomarlos en cualquier momento del día. En caso de que sea zonas con una temperatura elevada y poca humedad, se recomienda que tomes los esquejes en las mañanas.
¿Cómo puedes conservar los esquejes?
Es necesario que siempre almacenes los esquejes después de tomarlos de la planta madre, al menos por un corto periodo de tiempo, en lugares frescos y húmedos. En caso de que los esquejes estén a una temperatura elevada, puedes sumergirlos en agua fría unos segundos y secarlos bien antes de guardarlos para evitar la aparición de hongos.
Corres el riesgo de que se pudran los esquejes si los almacenas mojados y húmedos, así que asegúrate de que no suceda. Evita ponerlos al aire libre para que no se marchiten, solo aplica en caso de que haya una humedad elevada y poca aireación.
Puedes guardar los esquejes en recipientes de terracota o plástico, una recomendación es que laves y desinfectes muy bien estos recipientes antes de guardar los esquejes.
Recomendaciones iniciales
Ya en este punto sabes que hay varios factores que debes tener en cuenta para que los esquejes se puedan desarrollar adecuadamente, sobre todo las raíces. La luz a las que serán expuestos, la temperatura constante y una humedad adecuada para el sustrato y el ambiente son algunos de estos factores.
Claramente, varían según las especies de plantas que quieras reproducir. Además, las plantas madre también necesitan estar en las mejores condiciones para poder extraer los esquejes de ellas.
Evita tomar esquejes muy pequeños pues no podrán enraizar con facilidad. El sustrato que utilices debe tener buen drenaje, aireación y absorción de agua. Es importante que a aquellos esquejes de plantas con flor les quites las flores y los capullos que puedan tener.
La razón es que, de no hacerlo, los esquejes se esforzarán por producir más frutos y semillas y no tendrán en cuenta la formación de raíces ni brotes. Tienes la posibilidad de usar enraizantes para acelerar el proceso.
Herramientas para reproducir esquejes
En nuestro blog sobre las herramientas del jardín, te comentamos la importancia de usarlos, cómo puedes mantenerlas y cuáles son las más comunes. En este caso necesitarás unas simples herramientas.
Te será útil un cuchillo de hoja recta afilado que se usan para la poda y los injertos. En caso de que los esquejes sean leñosos o semileñosos puedes usar tijeras de podar. Lo importante es que mantengas estas herramientas muy limpias para evitar la transmisión de enfermedades a las plantas.
Cuando vayas a sembrar los esquejes, puedes usar plantadoras de diversos tamaños para hacer los agujeros en la tierra. En caso de que no cuentes con una, también funciona un lápiz.
Técnicas para la reproducción de esquejes
Como te he mencionado anteriormente, los esquejes se pueden tomar de diversas partes de la planta madre y pueden ser de especies herbáceas, leñosas y semileñosas. A continuación, te explicaré cada una de estas formas.
Esquejes herbáceos
Estos esquejes se toman de la punta o la cima de los brotes jóvenes de la planta madre. Para las plantas arbustivas y arbóreas puedes extraer los esquejes en primavera y para las plantas herbáceas, lo puedes hacer antes de la primavera protegiendo los esquejes.
Este tipo de esquejes, de una misma planta, pueden tener mayor facilidad de enraizamiento y también pueden ser propensos al fracaso. Todo depende de las reservas de nutrientes que necesita para enraizarse.
Con respecto al tamaño de los esquejes, estos varían de una especie a otra, sin embargo, de manera general para muchas plantas, puedes tomar esquejes de 5 a 7 cm de longitud. Aunque existen excepciones pues en el caso de los brezos basta con un esqueje de 2 cm.
Los esquejes herbáceos tienen la posibilidad de adherirse al sustrato o la tierra al exterior, sin embargo, se aconseja que los siembres en entornos protegidos como cajoneras, recipientes o bandejas.
Como te mencionaba anteriormente, puedes cortar los esquejes herbáceos con un cuchillo o unas tijeras de jardín. El corte debe ser en diagonal y siempre por debajo de una yema o brote bien formado, tal y como se muestra en la imagen del esqueje de Impatiens Nueva Guinea.
Ya con tus esquejes cortados, es necesario que elimines las hojas de la base y en algunas ocasiones las hojas de la parte superior del esqueje. De esta manera solo dejarás las hojas del medio las cuales, por medio de la fotosíntesis, ayudarán al surgimiento de las raíces.
Al tener los esquejes listos debes sembrarlos lo más rápido posible y en caso de que no puedas, tienes la opción de guardarlo por un periodo máximo de 24 horas. Puedes usar papel periódico o recipientes para almacenarlos y que no pierdan su consistencia y no haya demasiada transpiración.
En caso de tener esquejes que presenten alguna dificultad para el enraizamiento, puedes usar hormonas de enraizamiento. Para plantarlos, debes hacer un agujero en el sustrato y sembrar allí el esqueje a una profundidad aproximada de ⅓ de su longitud. Ten cuidado de no romper, doblar o dañar el extremo del esqueje que vas a sembrar.
La distancia que debes dejar entre los esquejes sembrados varía según la especie de planta, pero en general lo importante es que las hojas de unos esquejes no se toquen con las de otros.
De 10 días a 1 mes es el tiempo en el que se tardan los esquejes en desarrollar las raíces. Luego de que surjan debes trasplantar los esquejes a su lugar definitivo, si no es posible, trata de usar abono líquido en el sustrato, pues contiene pocas sustancias fértiles. Evita la luz solar directa en las primeras fases de crecimiento de los esquejes.
Esquejes semileñosos
Estos son esquejes que se utilizan para multiplicar aquellas plantas arbustivas, como las azaleas y coníferas, como los pinos. Tienen la capacidad de conservar más sustancias de reserva, como nutrientes, que le permiten sobrevivir hasta cuando surgen las raíces.
Puedes extraer este tipo de esquejes en verano, de junio a septiembre. Para algunas especies, como las hortensias y camelias, los mejores esquejes son los tiernos, aquellos que tienen la posibilidad de extraerse fácilmente al doblarlos.
Para otras especies, como la hiedra, se recomienda extraer esquejes maduros y con sus hojas totalmente formadas, se deben extraer en julio. Pueden desarrollarse al aire libre, pero es preferible que los tengas en un lugar protegido.
A diferencia de los esquejes herbáceos, los semileñosos demoran más en enraizar, de 4 a 6 semanas aproximadamente, por ello requieren una buena cantidad de sustancias de reserva. Es recomendable tomar esquejes de 10 a 15 cm de longitud y que contengan una buena cantidad de hojas.
Debes cortar los esquejes debajo de una de las yemas o brotes que se encuentren sobre un tallo un poco lignificado, es decir, con una consistencia de madera. También eliminas las hojas del inferior y las de la parte superior del esqueje.
Es necesario que no conserves por mucho tiempo los esquejes sin sembrar, puedes aplicar hormonas enraizantes y sembrar hasta la mitad de su tamaño. Un sustrato de arena y turba gruesa les servirá, procura que las hojas no tengan contacto con la tierra ni con las hojas de otros esquejes.
En las épocas muy calurosas debes mantener el sustrato ligeramente húmedo y en la sombra. Puedes utilizar un fungicida al inicio de la siembra del esqueje para prevenir la aparición de hongos.
Una vez surjan las raíces, es importante que apliques fertilizantes al sustrato para que el esqueje pueda seguir desarrollándose. En primavera podrás trasplantar los esquejes ya sea en el suelo directamente o en una maceta.
Te recomiendo que elimines aquellos esquejes que no pudieron surgir adecuadamente, pues no tendrán un buen enraizamiento ni un óptimo desarrollo vegetativo.
Esquejes leñosos
Este tipo de esquejes se utilizan para multiplicar arbustos y árboles de hoja caduca, es decir árboles cuyas hojas se caen en otoño, en especial aquellos que se utilizan para injertos de árboles frutales. También se usan para plantas ornamentales como Camellia y Prunus laurocerasus (Laurel cerezo).
Tienen un poco de dificultad para adherirse al lugar en donde están sembrados. Sin embargo, cuentan con mayor resistencia ya que al no presentar hojas, en especies caducas, están en un periodo de reposo y con una gran cantidad de reservas de nutrientes.
Por este motivo, el momento ideal para extraer los esquejes de la planta madre es en el periodo de reposo vegetativo, es decir cuando no hay crecimiento de hojas, normalmente de octubre a marzo.
Asegúrate de que los esquejes midan alrededor de 20 a 40 cm, según la especie de planta que quieras reproducir podrá o no soportar estar al aire libre. En este caso, el suelo debe contar con buen drenaje, aireación y sustancias orgánicas, de lo contrario deberás mantener los esquejes en macetas y protegidos de condiciones ambientales muy fuertes.
Para sembrarlos debes hacer un agujero en la tierra de al menos unos 20 cm de profundidad, puedes agregar un poco de arena para garantizar un buen drenaje. Ubicas los esquejes en el agujero y lo cubres con el sustrato o tierra.
Tienes la opción de usar hormonas para ayudar al enraizamiento y también fungicidas para prevenir la aparición de plagas. Los esquejes leñosos pueden tardar de 6 a 8 semanas para enraizar, pero el tiempo puede variar según la especie de planta.
Durante la primavera los esquejes comienzan a desarrollar hojas y nuevas raíces. En otoño cuando estén maduros y con raíces bien desarrolladas, podrás trasplantar los esquejes a su lugar definitivo.
Esquejes foliares
Este tipo de esquejes es utilizado para reproducir en su mayoría plantas de interiores como por ejemplo la Sanseviera o también conocida como lengua de suegra. Debes escoger aquellas hojas que estén bien desarrolladas y completas, de esta manera podrás tomar varios esquejes.
Vas a extender la hoja dentro del sustrato y las vas a fijar con un alambre muy delicadamente, como si fuera una grapa, pero sin perforar la planta. En especies como la Begonia rex es necesario realizar varios cortes en las nervaduras de las hojas para que puedan surgir más esquejes.
Una vez se dé el enraizamiento y crezcan nuevos retoños, vas a separar los esquejes y los sembrarás de manera individual.
Esquejes de raíz
Este tipo de esquejes se utilizan para reproducir plantas perennes y arbustivas que tengan raíces carnosas. Debes extraer estos esquejes en el periodo de reposo vegetativo, en otoño e invierno o incluso al inicio de la primavera.
Al ser esquejes de raíces, vas a cortarlas cuidadosamente de la planta madre en trozos de 3 a 15 cm de largo y que tengan un diámetro del mismo tamaño que el de un lápiz. La parte superior la vas a cortar de manera horizontal y la parte inferior en diagonal.
Estos trozos de raíces deben ser sembrados en tierra o maceta, como mejor lo prefieras. Vas a cubrirlos con sustrato que tenga partes iguales de arena, turba y tierra de jardín. El tiempo que tarden en germinar estos esquejes dependerá de la especie de planta que hayas querido reproducir.
Una vez tengan desarrollada su vegetación, podrás trasplantar los esquejes a su lugar definitivo. Algunas de las especies que se reproducen por este tipo de esqueje son: Rhus typhina (Zumaque de Virginia), Phlox, Robinia (Falsa Acacia)y Cordyline, entre otras especies.
Esquejes de plantas crasas
Esta especie de plantas, más popularmente conocida como las suculentas, puede reproducirse por semillas, injertos y también esquejes. Este último método funciona para aquellas plantas que desarrollan retoños con facilidad como el Aloe, así que basta con tomar uno o varios retoños y sembrarlos de manera individual.
Vas a sembrar los retoños o las hojas de las plantas crasas de manera vertical en el sustrato para que puedan mantener una postura recta. Una vez hayan enraizado y desarrollado nuevos retoños podrás trasplantar a su lugar definitivo.
El tamaño de los retoños será de 5 a 15 cm de longitud y es necesario que los dejes secar por unas horas o máximo un día. Vas a utilizar un sustrato fino y que permita un buen drenaje, puede ser arena fina o gruesa e incluso un poco de turba, todo depende de la especie de planta que vayas a reproducir.
Las crasas tienen la facilidad de adherirse al sustrato siempre y cuando estén en un ambiente protegido en el que la temperatura sea aproximadamente de 20 a 25 °C.
Condiciones para el desarrollo de los esquejes
Ya que conoces los tipos de esquejes que existen para reproducir o multiplicar algunas de tus plantas favoritas, te hablaré sobre las condiciones que requieren para que su desarrollo sea exitoso.
Mantillo
Este es un componente importante para los esquejes pues, mientras están en el proceso de enraizamiento, el mantillo o sustrato les sirve de soporte. En este punto los esquejes no pueden tomar del sustrato los nutrientes que necesita ya que no cuentan con las raíces que se encargan de ese proceso.
Sin embargo, debe ser un sustrato con buen drenaje, retención de agua y buena aireación. Puedes usar arena de río, arcilla expandida, arlita, vermiculita, tierra de jardín y turba. Estos últimos funcionan cuando el esqueje empieza a desarrollar las raíces y a adherirse a la tierra. No olvides que es necesario trasplantar los esquejes a otro mantillo o sustrato para que puedan adquirir las sustancias nutritivas que necesitan.
En términos generales puedes ayudar a que los esquejes se adhieran al sustrato utilizando 1 parte de arena, 2 partes de turba y 1 parte de tierra de jardín. También puedes usar la arlita o vermiculita para el drenaje.
Recuerda que es muy importante que sepas qué tipo de planta vas a reproducir y las exigencias de esta con respecto al sustrato. En viveros o tiendas especializadas puedes encontrar sustratos ya preparados y que son ideales para los esquejes.
Recipientes para esquejes
Como te mencionaba al inicio, puedes utilizar recipientes de plástico o terracota para sembrar tus esquejes. Normalmente se usan estos recipientes para mantener protegidos los esquejes ya sea en invernaderos o en otros espacios.
Dependiendo del material, puedes reutilizar los recipientes para sembrar varios esquejes. Lo que debes hacer es lavarlos muy bien para eliminar cualquier residuo que pueda contaminar y afectar a los nuevos brotes.
Puedes esterilizarlos sumergiéndolos en una solución de 1 taza de lejía diluida con 1/9 litros de agua (125 ml) durante 5 minutos. Dejas que se sequen en un ambiente limpio y ya puedes usarlos sin ningún problema.
También puedes usar macetas o recipientes reutilizados para sembrar tus esquejes, lo importante es que estén muy limpios y se ajusten al tamaño de las plantas.
Enraizamiento
Una vez más debo recordarte que los factores como la luz, temperatura, riego y humedad influyen en el proceso de enraizamiento de los esquejes. Pero también están presentes factores como la edad fisiológica de la planta madre y los tratamientos con hormonas para las raíces.
Con respecto a la edad fisiológica de la planta madre, algunos esquejes pueden desarrollar sus raíces más fácilmente si son extraídos de las partes jóvenes de la planta. Sin embargo, las plantas madre pueden tener varias zonas de las cuales se pueden extraer los esquejes.
Estas zonas son: juveniles, en crecimiento, en madurez o en envejecimiento. Puedes hacer el experimento de tomar esquejes de varias partes de la planta para identificar los cambios y el desarrollo que tengan. También te ayudará a distraerte y aprender un poco sobre la maravilla de la naturaleza.
Con relación a las hormonas para favorecer el enraizamiento debes saber que se puede considerar otra alternativa antes de usar estos productos. Este es el tratamiento mecánico que consiste en cortar aproximadamente de 2 a 3 cm la base del tallo de los esquejes leñosos o semileñosos para que surjan las raíces.
Ahora con el tratamiento de hormonas o químico lo que se busca es orientar a las células del tejido cicatrizal para que puedan formar las raíces de los esquejes. Estas hormonas pueden ser vegetales (naturales) o sintetizadas y se dividen en varias categorías.
Las que se encargan del proceso de enraizamiento están en la categoría de las auxinas, pues estas se encargan de estimular el crecimiento de las raíces y tejidos vegetales.
Ambientes para los esquejes
Como hemos hablado a lo largo del blog, aunque algunos esquejes puedan desarrollarse al aire libre, hay otros que requieren de unos ambientes protegidos para este fin. En estos ambientes se mantienen controlados factores como la luz, temperatura, riego, enfermedades, entre otros.
Estos son algunos de los ambientes que te pueden funcionar para brindarle a los esquejes las condiciones necesarias y así puedan desarrollarse adecuadamente.
Invernaderos
No necesariamente tiene que ser uno de nivel profesional, puedes usar una bolsa de polietileno para cubrir las macetas o recipientes de los esquejes. Esto ayudará a mantener una temperatura y humedad adecuada, según la especie de planta, sobre todo en climas muy fríos.
Cajas de reproducción
Son cajoneras de madera de diferentes tamaños que cuentan con cubiertas de vidrio o plástico para proteger a las plantas de fuertes vientos o lluvias. Deben ubicarse en un lugar que reciba luz y calor, pero no en exceso.
Deben tener una base con agujeros que permita el drenaje del agua. No tienen que ser agujeros muy grandes, pero puedes poner una malla para evitar que el sustrato los tape.
Como las cajoneras estarán cerradas, debes mantener controlada la temperatura y si es superior a los 25 °C, es necesario que levantes la cubierta para que los esquejes puedan ventilarse y no sufran daños. Una vez los esquejes estén bien desarrollados, podrán soportar el aire libre sin protección.
Cubiertas de protección
Es un tipo de protección que se usa para mantener una humedad relativamente alta alrededor de las hojas de los esquejes. Lo que quiere decir que cubren directamente las hojas de los esquejes y no a todo el recipiente. Pueden ser cubiertas de plástico o papel formando casi un mini-invernadero.
Se recomienda su uso para periodos muy cortos pues al estar tan cercano a las hojas, impide que haya suficiente aireación, iluminación para la fotosíntesis y pueden aparecer hongos.
Cultivo final de los esquejes
Para este proceso se tienen en cuenta 2 factores. El primero es la aclimatación del esqueje el cual consiste en acostumbrar a los esquejes de manera gradual a su entorno definitivo, después de estar protegido.
Evita que la temperatura del exterior sea muy elevada, asegúrate de que haya un descenso progresivo de este factor para que la planta se acostumbre. No siembres los esquejes en lugares que tengan luz solar directa o usa elementos que les proporcionen un poco de sombra. De lo contrario podrían verse afectados ya que son brotes muy jóvenes.
Puedes empezar sacando al exterior tus esquejes por periodos cortos de tiempo y cuando la temperatura no sea muy fuerte. Poco a poco aumentas el tiempo de los esquejes en el exterior.
Trata de no exponer los esquejes a climas muy fríos si no se han aclimatado por completo. Ten precaución con las corrientes de aire y los cambios bruscos de temperatura. Un consejo para ayudar a que los esquejes tengan un crecimiento más equilibrado y puedan aclimatarse con facilidad, es agregarles sustancias nutritivas gradualmente.
El segundo proceso del cultivo final de esquejes es el trasplante y la colocación en el lugar final. En este paso se tienen en cuenta los tiempos en los que tardan en enraizar las plantas, recuerda que varían según el tipo de especie.
Para identificar el estado en el que se encuentra el enraizamiento puedes extraer cuidadosamente algunos brotes del sustrato. Si las raíces sobrepasan los 2 o 3 cm de longitud, ya podrás trasplantar los esquejes.
El sustrato debe estar bien adherido a las raíces para que estas no sufran daños al momento del trasplante, ni tampoco la planta completa. Recuerda que es un proceso que debes realizar con mucho cuidado y paciencia.
Puedes trasplantar los esquejes directamente en el suelo de tu jardín o en macetas de diversos materiales, todo dependerá de tus gustos. Si estarán en el jardín, asegúrate de resguardar las plantas de fuertes vientos y de adecuar el suelo con abonos minerales y orgánicos.
Si harás el trasplante en macetas debes usar un sustrato que se ajuste a las exigencias de las plantas. Puedes usar en términos generales tierra de jardín, turba y arena. No olvides también el uso de fertilizantes para las plantas en macetas. Una vez hayas terminado el trasplante, vas a hacer un riego moderado para humedecer el sustrato y compactar la tierra y la planta. No es necesario una gran cantidad de agua pues no queremos que haya encharcamientos.
Plagas que pueden afectar a los esquejes
Es importante recordar que al utilizar una parte de la planta madres para reproducirla, dicha parte se vuelve muy vulnerable y propensa a ser atacada por enfermedades o plagas, por ello es recomendable aplicar fungicidas para prevenir estas condiciones.
A continuación, te mencionaré algunas de las enfermedades que pueden atacar a los esquejes.
Moho del cuello
Es un hongo que proviene del Pythium y la Rhizoctonia. Puede hacer que la parte inferior del tallo del esqueje se vuelva negra. Después se esparce por el resto de la planta y puede afectar a otros esquejes que estén muy cerca.
Pueden estar presentes en los sustratos, las herramientas con mala higiene, agua de fuentes contaminadas o los recipientes no esterilizados. Usan esos elementos como transporte para llegar a la planta.
Por ello es importante que mantengas todos los elementos limpios y esterilizados. En caso de que haya presencia de este hongo debes eliminar todas las partes que estén afectadas y utilizar fungicidas para prevenir la aparición de esta enfermedad en otros esquejes.
Moho gris
Proviene del hongo Botrytis cinerea y puede afectar a una gran cantidad de especies. Causa que los tejidos de los esquejes se descompongan y aparezcan manchas de color gris hasta acabar con la planta.
Si detectas la aparición de este hongo, debes eliminar los brotes infectados y tratar con fungicidas.
Verticilosis
Es provocada por el hongo Verticillium alboatrum y hace que las hojas de los esquejes se marchiten. No existe un método o producto que ayude a eliminar esta enfermedad, por lo que debes destruir los esquejes afectados.
Bacteriosis
Son bacterias que pueden afectar a los esquejes, provocan marchitamiento de las hojas, crecimiento de nódulos y tumores en las raíces o manchas acuosas en el envés de las hojas.
No hay tratamientos ni productos que ayuden a eliminar estas bacterias, por lo que tendrás que deshacerte de los esquejes infectados.
Enfermedades víricas
Estas enfermedades se pueden manifestar de diversas formas, las más comunes son el amarilleo, las manchas foliares, la pérdida de vigor, las contorsiones de las hojas, los veteados (franjas) de color claro y el mosaico (manchas de diversos colores e irregulares).
Las plantas madre infectadas pueden transmitir la enfermedad a los esquejes y algunas veces no se pueden percibir. Debes eliminar los esquejes infectados ya que estas enfermedades no cuentan con tratamientos para combatirlas.
Hemos llegado al fin de este interesante blog sobre la reproducción por esquejes. Espero que te haya sido de gran utilidad pues es un método que te ayudará a reducir tiempo y costos a la hora de sembrar tus plantas favoritas.
No olvides las recomendaciones que te mencioné para que tus esquejes se puedan desarrollar de la mejor manera posible. ¡Buena suerte en tu cultivo!