Si estás en este blog es porque eres un aficionado a la jardinería y te gusta tener variedad de plantas en tu jardín. No es para menos, pues todas las especies son muy hermosas y una de las más bellas son las camelias.
Las camelias son muy llamativas por los colores, la forma, el tamaño y la clasificación de sus flores. Además, le dan un toque espectacular al lugar en el que las ubiques, ya sea al interior o exterior de tu hogar.
En este blog encontrarás las características de esta planta, los cuidados que debes tener, cómo la puedes cultivar y las variedades que existen. Estoy segura de que te ayudará a conocer a fondo sobre las camelias y vas a querer tener las tuyas.
Contenido
Características de las camelias
Las camelias son unas plantas que cuentan con una gran variedad de formas, colores, diversas temporadas de floración y tienen un follaje que las convierte en plantas decorativas.
Este es un género que cuenta con alrededor de 200 especies y es originario de Asia sudoriental, China y Japón. Son sembradas en climas tropicales y subtropicales, además son arbustivas y pueden alcanzar de 2 a 10 metros de altura.
Se consideran plantas de hoja perenne con apariencia coriácea, es decir similar al cuero, tienen color verde oscuro y con bordes enteros o ligeramente aserrados y puntiagudos. Además de su uso ornamental, también se extrae su aceite y se usa por sus propiedades antioxidantes y para productos de belleza y perfumes.
Ahora te explicaré la morfología de esta planta en detalle, pues son muy variadas y llamativas.
Las flores
Las flores de las camelias se encuentran en solitario y se desarrollan en ramas que tengan al menos 1 año. El cáliz, el cual es la cubierta externa de la flor, se forma por 5 a 9 sépalos, o pétalos, de color verde, cortos y de apariencia coriácea.
En medio del cáliz y los pétalos de la flor se encuentran las bractéolas, las cuales son una especie de hojas de diversos colores entre los que destacan el blanco, verde claro y bordes rojizos. Debido a que existe una gran variedad de especies de este género, es importante tener en cuenta las siguientes clases de flores, en función de los pétalos y la forma de la flor, para poder distinguirlas.
- Sencillas (1): son las flores cuya corola (conjunto de pétalos) está formada por 1 o 2 vueltas incompletas. Los estambres (órgano reproductor masculino) se encuentran en el centro de la flor, son numerosos y visibles.
- Semidobles (2): tiene de 2 a 4 vueltas de pétalos y los estambres están ubicados en el centro, también son visibles y numerosos.
- Doble (3): las flores están formadas por pétalos estrechamente imbricados, es decir uno sobre el otro, los cuales están bien ordenados por filas. En el centro de estas no se logra ver el estambre ni el pistilo (órgano femenino de la flor).
- Peonía (4): es una forma de la flor, es redondeada y ancha, además está formada por pétalos mixtos llamados petaloides. Estos son estambres que se han transformado en falsos pétalos y es muy común en las camelias.
- Anémona (5): en esta forma la flor cuenta con 1 o 2 filas de pétalos y el centro casi plano compuesto por estambres y petaloides.
- Doble en forma de rosa (6): la flor presenta varias vueltas de pétalos imbricados de manera parcial y los estambres solo pueden ser visibles al final de la floración. También se ubican en el centro de la flor.
Las flores son clasificadas de igual manera por el tamaño de su diámetro, pues este varía según la especie. Podemos encontrar los siguientes parámetros:
- Miniatura: diámetro inferior a 6 cm
- Pequeña: diámetro de 6 a 7,5 cm
- Mediana: diámetro de 7,5 a 10 cm
- Grande: diámetro de 10 a 13 cm
- Muy grande: diámetro superior a 13 cm
Además de estas clasificaciones, las camelias también se pueden diferenciar por la forma de sus pétalos. Se encuentran con forma redonda, elíptica, en corazón o irregular. El borde de los pétalos también puede tener varias formas.
Se pueden encontrar lineales, ondulados, grabados (con una marca en el centro), estriados (si un color predomina sobre otro) o también dentado.
Las hojas
Las hojas de las camelias se unen a las ramas de forma alterna por medio de un peciolo, el cual es el apéndice de la hoja. Su forma y tamaño puede variar según la especie de camelia, sin embargo, la más común es elíptica y lanceolada.
El ápice de la hoja, es decir la punta, es puntiagudo y los bordes son dentados, pero difieren de una especie a otra. Como te mencionaba al inicio, tienen apariencia similar al cuero y una superficie brillante de color verde oscuro o mate, según la especie de camelia.
El fruto
La cápsula que contiene al fruto de las camelias tiene un aspecto coriáceo y tiene una consistencia leñosa. La cantidad de semillas depende de la especie y son liberadas cuando el fruto está maduro.
Dicha maduración se da en el momento en que el revestimiento coriáceo de la cápsula presenta una grieta. Al cabo de 1 o 2 días el fruto se abre por completo y podrás extraer las semillas.
Las raíces
Las raíces de las camelias son del tipo fasciculado, es decir, que la raíz principal no se desarrolla normalmente, sino que cuenta con raíces secundarias para este fin.
Estas se caracterizan por formar un conjunto robusto y, además, crecen en la superficie sin estar a gran profundidad.
Es importante tener este aspecto de las raíces en cuenta para poder satisfacer las necesidades de espacio y ubicación de las camelias con respecto a otras plantas.
¿Cómo sembrar las camelias?
Tienes la opción de cultivar tus camelias directamente en el jardín o en una maceta. Por su aspecto llamativo son ideales para decorar el exterior de tu hogar y también las terrazas o balcones.
Camelias en el jardín
En caso de que quieras sembrar directamente en tu jardín, puedes crear setos, un tipo de cercado hecho con plantas u otros materiales, con las variedades de camelias. El color de sus flores y hojas le da un toque espectacular al jardín además pueden ofrecer una sensación de frescura en aquellos días cálidos.
Las camelias que se siembran en los jardines pueden alcanzar alturas de 7 a 8 m y se convierten en el elemento principal. Este es un factor que debes tener en cuenta al momento de sembrar otras especies en el jardín, de esta manera las plantas no tienen que luchar por espacio o nutrientes.
Se recomienda que utilices una buena variedad de camelias, recuerda que cuentan con diversos colores y formas, incluso si son de la misma variedad. Tienes la opción de comprar estas plantas ya muy desarrolladas y con una buena altura.
Si es así, te recomiendo que las ubiques en un lugar con semisombra o bajo un árbol, puede ser un roble.
Camelias en maceta
Por otro lado, si prefieres sembrar tus camelias en maceta, es importante que escojas una de plástico o barro y que tenga agujeros para el drenaje.
Antes de agregar el sustrato debes poner una capa de pequeñas piedras para ayudar a drenar el agua sobrante del riego. Este sustrato debe ser muy fino para que no asfixie las raíces de la camelia.
Cuando siembras en maceta, siempre debes garantizar las condiciones adecuadas para que la planta se desarrolle correctamente. Pues al no estar en su ambiente natural, los nutrientes que necesita y que se encuentra en el suelo no se producen. Por esta razón debes fertilizar la camelia al menos cada 15 días durante su periodo de crecimiento y en pocas cantidades. Puedes usar abono o fertilizante, en un blog anterior hablamos sobre los tipos que existen.
Si quieres fortalecer el crecimiento de los tallos en las plantas más jóvenes, puedes usar un abono nitrogenado. Pero si lo que buscas es favorecer la floración y fortalecer las ramas y hojas, puedes utilizar un abono rico en fósforo y potasio.
Reproducción de las camelias
Puedes reproducir tus camelias por injertos, semillas o esquejes. Algunos pueden ser más complejos que otros, pero es posible ponerlos en práctica.
Reproducción por injerto
Es una técnica que requiere experiencia y habilidad.
Esta opción consiste en unir 2 especies de camelias. Una parte (el patrón) se encarga de desarrollar las raíces y la otra (el injerto) de las ramas, hojas y flores. Estas 2 especies deben ser compatibles, pues para poder crear una única planta es necesario soldar perfectamente.
Para poder elegir el patrón, hay que conocer las exigencias del suelo y la resistencia de este a las enfermedades climáticas o de las raíces. La Camellia sasanqua es ideal para este fin, pues tiene la resistencia necesaria y es compatible con casi todas las otras especies.
Cuando vayas a elegir el injerto debes conocer las características de la especie según el desarrollo de la vegetación y las características de la flor. Para que puedas poner en práctica este proceso puedes empezar con el injerto de aproximación.
Este consiste en cortar un trozo de la corteza del patrón y el injerto. De esta manera se expone la parte central del tronco, que se llama albura, y se activa la absorción de nutrientes que ayudan al crecimiento. Para que se puedan unir y soldar los tallos, debes atarlos entre sí.
Reproducción por semilla
Puedes obtener las semillas del fruto de las camelias, como te mencionaba anteriormente. Se recomienda tener las semillas en un algodón con agua durante 1 día para que se puedan hidratar lo suficiente. Pasado este tiempo, puedes sembrarlas en un semillero con el sustrato adecuado, este puede ser: turba, turba y arena o turba y perlita. Debes mantener este sustrato húmedo y a una temperatura de 20 °C para que las semillas puedan germinar.
Una vez germinen puedes trasplantar al lugar final. Es importante mencionar que las plantas que se siembran por semilla, pueden tener un retraso en su crecimiento de al menos 1 año y de casi 4 para florecer.
Este método se usa comúnmente para realizar algunas mejoras genéticas o también para obtener nuevos tipos de camelia. Incluso se usa para producir patrones, es decir plantas más resistentes a enfermedades o determinados suelos.
Reproducción por esqueje
Este es el método más fácil, rápido y recomendado para reproducir las camelias, aunque no todas las especies son adecuadas para este proceso. Debes tener en cuenta el tipo de esqueje que vas a tomar, la época de recolección, las condiciones de la planta madre, el sustrato y las condiciones para agarrar el esqueje.
El momento ideal para recoger los brotes es cuando están muy maduros, los tallos se tornarán de un color marrón y la consistencia de estos brotes será semileñosa. Debes usar los esquejes de rama, estos deben tener de 2 a 3 nudos (punto del cual salen las hojas) y una longitud de 7 a 12 cm.
Debes hacer el corte a pocos milímetros del último nudo, el más bajo del esqueje que quieras cortar, puedes tomar varios, pues es la parte con más probabilidad de desarrollar raíces. Las plantas madre, de las cuales tomarás el esqueje, deben ser jóvenes, sanas y nutridas pues de esta manera podrán desarrollar tallos o esquejes ideales para agarrar.
Recuerda eliminar algunas hojas del esqueje y posibles brotes de flores para que se pueda desarrollar mejor. Es importante que uses un sustrato con turba y perlita en partes iguales o una mezcla de turba y arena.
Estos sustratos ayudarán a retener la cantidad de agua necesaria para la planta y el drenaje de los excesos hídricos, de esta manera los esquejes no tendrán inconvenientes durante su desarrollo.
Puedes usar tiestos o cajoneras para sembrar los esquejes en fila durante 4 a 6 semanas. De esta manera podrán desarrollar las raíces, sin embargo, debes mantener las condiciones ideales. Deben tener buena humedad y una ubicación suficientemente sombreada, evitando la deshidratación.
Sustrato para sembrar las camelias
Estas plantas necesitan un suelo y un pH adecuado para desarrollarse. Las camelias son acidófilas, es decir que crece en un suelo ácido que tenga un pH de 5 o 6 – 6,5. Además, debe estar bien abonado, por lo cual puedes utilizar humus formado por residuos vegetales y animales.
Esto significa que el sustrato ideal para las camelias es de ¼ de arena, ¼ de turba y la mitad restante de tierra de brezo. Esta tierra se considera una enmienda orgánica ya que mezcla sustancias de origen mineral u orgánico. Se considera un sustrato ideal para las camelias ya que además de orgánico, cuenta con un pH de 4 o 5. También es ligero, poroso, suelto y permeable.
Es importante que renueves el humus de manera periódica con abonos orgánicos u hojarasca. De esta forma mantendrás una correcta fertilidad del suelo.
¿Cuándo sembrar las camelias?
Puedes plantar tus camelias al principio del otoño o de la primavera, estas son épocas ideales ya que cuentan con clima fresco que ayudan al desarrollo de las raíces. Además, el agujero en el que las vas a sembrar debe ser por lo menos del doble del tamaño del conjunto de raíces.
Si, por ejemplo, vas a plantar una camelia que ya cuenta con raíces, en caso de que hayas comprado un injerto o esqueje, debes asegurarte de que el cepellón no pierda demasiada tierra. Recuerda que el cepellón es aquella masa de tierra adherida a las raíces.
Debes tener cuidado ya que podrían romperse las raíces y afectar la planta, no hay afán, tómalo con calma. Si notas que las raíces han crecido mucho y con una forma circular o en espiral, puedes cortarlas un poco para que el sistema radical se pueda renovar.
Este crecimiento en espiral o circular sucede cuando la camelia ha crecido en maceta. Así que después de cortar las raíces, asegúrate de cortar también una parte de la copa de la planta, es la que contiene las ramas, hojas, flores y frutos. Puede ser la punta de las ramas más largas, has el corte en diagonal para que no se resienta la planta.
Cuidados de las camelias
Ahora que ya conoces los métodos para sembrar tus camelias y las condiciones que deben tener para su correcto desarrollo, te hablaré sobre los cuidados. Estos son importantes ya que no solo basta con cultivar la planta y dejarla sola.
Condiciones ambientales
Las camelias son plantas que gustan de climas suaves, y no soportan los cambios bruscos de temperatura. Sin embargo, pueden ser muy resistentes al frío y las altas temperaturas estivales o cálidas.
Como característica por ser una planta acidófila, requiere de ambientes luminosos y que le permitan resguardarse del sol directo en las horas más calurosas. Si tienes tus camelias en una zona muy seca, con poco humus y expuesta a la luz solar, podrían presentar manchas oscuras en sus hojas.
También se pueden ver afectadas las hojas si al momento del riego se mojan y las dejas secar con la luz del sol. Por este motivo, te recomiendo que ubiques tus plantas en una zona ventilada y con semisombra. De esta manera obtendrás flores y hojas muy hermosas.
Tampoco puede soportar muy bien los vientos excesivos, sobre todo en la época de floración, pues provocan que la flor se seque antes de su apertura. Puedes poner una especie de capa para proteger las camelias durante los fuertes vientos y del sol directo, en caso de que no tengas un espacio cubierto.
Fertilización de las camelias
En las recomendaciones te he mencionado un poco sobre el abono o fertilización que se debe emplear para este tipo de plantas. Sin embargo, no está demás profundizar un poco sobre este factor.
Puedes utilizar un fertilizante bajo en nitrógeno y rico en fósforo y potasio, justo después de plantar las camelias. En la época vegetativa que se da entre marzo y septiembre, es importante abonar 1 o 2 veces al mes con fertilizante rico en nitrógeno y bajo en potasio y fósforo.
El potasio contribuye al desarrollo de las flores con colores intensos, el fósforo ayuda a fortalecer las hojas y las raíces y el nitrógeno favorece el alargamiento de los tallos y la coloración verde de las hojas.
Es importante que no te excedas con el abono o fertilizante, pues esto puede dar lugar a una acumulación de sales minerales en el suelo y las camelias no lo soportan. Pueden presentar un crecimiento lento, un follaje de color verde muy oscuro y quemaduras en las raíces.
Riego de las camelias
Estas plantas no requieren de unas exigencias hídricas muy complicadas. Basta con una ligera y constante humedad sin encharcamientos, pues como ya sabes esto provoca enfermedades y problemas en las raíces.
Aplicarás un riego abundante después de la plantación y en primavera cuando las camelias salen de su reposo vegetativo. Cuando estén en su época de floración, será suficiente que riegues para mantener un nivel de humedad alrededor de las raíces.
Mucha o poca agua pueden provocar que los capullos de las camelias nunca se abran y no puedan florecer o desarrollarse adecuadamente.
En este punto también puedes utilizar fertilizantes líquidos y de esta manera cubres la necesidad de agua y abono al mismo tiempo.
Recuerda usar agua a temperatura ambiente y evita que contenga calcio, pues esto puede provocar un cambio en el pH del suelo que resulta poco favorable para las plantas.
Acolchado para las camelias
El acolchado funciona como aislante de temperaturas muy frías o muy cálidas, que puedan afectar las raíces de las camelias, y ayuda a mantener la humedad necesaria para estas plantas.
Lo único que debes hacer es colocar sobre el suelo una capa bien repartida de mezcla de corteza desmenuzada, paja, hojarasca o grava. Este acolchado también funciona para evitar el crecimiento de malas hierbas que pueden robar los elementos nutritivos de las camelias.
Poda de las camelias
Se dice que las camelias no se deben podar, pero es una acción muy conveniente para poder darle forma a la planta y mejorar el desarrollo de tallos y ramas.
Para las plantas jóvenes y de exterior, la poda funciona para proporcionar un crecimiento armónico y se eliminan tallos secos, torcidos y enfermos.
Cuando las camelias tienen un gran tamaño, la poda ayudará a dar forma a la planta, puedes crear setos o hileras de arbustos. Para las plantas en maceta, la poda se realiza con el fin de favorecer al desarrollo equilibrado de las yemas de la flor o de la hoja.
La poda se realiza en el periodo siguiente a la floración de la planta.
Plagas en las camelias
Las camelias se pueden ver afectadas por la aparición de enfermedades provocadas por hongos, podredumbre de las flores, enfermedades fúngicas, podredumbre de las raíces, entre otras. También las pueden afectar plagas como el gorgojo, la cochinilla, los ácaros, virus y fisiopatológicas.
Para evitar que tus camelias sufran con alguna de estas condiciones debes asegurarte de mantener las condiciones adecuadas para su cuidado y aplicar algún insecticida casero o plaguicida para combatir estos males.
5 especies más comunes de las camelias
Ya que conoces todos los aspectos sobre el cuidado y la siembra de estas hermosas plantas, te hablaré sobre 5 especies más comunes. Estoy segura de que te gustarán.
Camellia Japonica
Es la especie más conocida y que cuenta con una gran variedad de formas, colores y tamaños en sus flores y hojas. En un principio se le conocía como rosa de Japón. Su floración es de marzo a junio y puede alcanzar una altura de 10 a 12 metros.
Sus hojas se pueden encontrar de forma elíptica o lanceolada y tienen una longitud de 5 a 10 cm y un ancho de 3 a 6 cm. En la imagen puedes ver la subespecie de camelia llamada Higo. La forma de su flor es sencilla con una corola de 5 a 9 pétalos anchos, abiertos y extendidos.
En el interior de esta flor puedes ver los numerosos y erguidos estambres centrales los cuales están rodeando en pistilo. Esta especie cuenta con alrededor de 5.000 variedades que se distinguen por el tamaño de su flor (desde miniatura hasta gigantes), el color de las flores y la forma de las hojas.
Camellia Reticulata
Esta es una especie que se encuentra en los bosques de coníferas en China. Puede alcanzar una altura de 10 a 15 cm y en su forma natural puede tener flores sencillas de pétalos rosa, con hojas elípticas de una longitud de 8 a 11 cm.
La especie que ves en la imagen es Camellia Reticulata Captain Rawes. Tiene forma semidoble y su color va del rosa al rojo carmín. La floración de esta especie se da en primavera, que es cuando también los brotes viejos empiezan a caer.
Camellia Sasanqua
Esta especie es de origen japonés, puede alcanzar los 5 metros de altura y su floración es de octubre a marzo. Sus flores pueden ser sencillas o dobles y de un color blanco o rosa. Tiene hojas más pequeñas y finas que la Camellia Japonica.
Esta es una especie muy aromática, su perfume es dulce y afrutado. Proviene de los aceites esenciales que se encuentran en la base de los pétalos de su flor. También cuenta con muchas variedades y la que ves en la imagen se llama Plantation Pink. Es una flor color rosa, con un degradado blanco en el centro, y sencilla.
Camellia Sinensis
De las hojas de esta especie se obtiene el té, tiene una floración invernal y cuenta con flores de color blanco. Son sencillas, pendulares y pequeñas, además es una especie que tiene preferencia por los climas templados.
Estas plantas se podan para que no sobrepasen los 2 metros de altura en los campos de cultivo de té. Sus hojas tienen un color verde oscuro, con bordes aserrados, de 4 a 15 cm de longitud y de 2 a 5 cm de ancho.
Camellia Saluenensis
Las flores de esta especie son sencillas y cuentan con 6 a 7 pétalos de color rosa o blanco. Es una especie que se utiliza sobre todo para producir híbridos al ser cruzada con la Camellia Japonica.
Es un arbusto que puede crecer alrededor de 3 metros y las flores cuentan con estambres centrales de color amarillo y con filamentos blancos.
Uno de los híbridos que surgen de esta especie se llama Camellia Grathamiana o también nombrada camelia blanca de navidad, pues en esta época florece.
Hemos llegado al final de este blog sobre las camelias. Ha sido un camino lleno de información muy interesante sobre esta especie de plantas que espero que te haya gustado. Es muy importante aprender algo nuevo cada día y qué mejor que aprender y poner en práctica.
Anímate a tener tus propias camelias y decorar tu jardín o tu balcón con unas plantas maravillosas y muy coloridas. Estoy segura de que no te vas a arrepentir. ¡Manos a la obra!