¿Quieres tener un bonsái en casa? Esto es lo que debes saber

¿Has sentido alguna vez la necesidad de conectar con la naturaleza? ¿Intercambiar energías? o ¿El interés de establecer una conexión espiritual con tus plantas? Pues bien, el bonsái es una de las muchas especies vegetativas que te permite crear estos lazos con la naturaleza.

En este blog te contaré sobre su origen, las características que posee, los tipos de bonsái que puedes tener, sus cuidados y cómo sembrarlos. Sé que esta información te ayudará a decidirte, sin pensarlo dos veces, a tener un bonsái en tu casa.

Sobre esta planta

Los bonsáis son árboles y arbustos que se han manipulado con una técnica, llamada de igual forma bonsái, para reducir su tamaño y ser cultivados en macetas. De preferencia se usan plantas leñosas con un tipo de hoja pequeña, como los Ficus Retusa, con troncos rugosos, perennes o caducifolios.

Estas últimas características dependerán del tipo de árbol que escojas para tu bonsái. Asimismo, las condiciones del árbol varían si son tropicales o no. Pues si quieres tener tu bonsái en interiores, debes escoger aquellos de naturaleza tropical o subtropical. De esta manera es más fácil proporcionar un ambiente similar al de su hábitat natural.

Pero si deseas tener tu planta en exteriores, es mejor escoger un árbol no tropical y protegerlo de fuertes heladas o temperaturas muy elevadas. Puede ser un ejemplar autóctono de la zona donde vives, pues ya estará adaptado a las condiciones del lugar.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que no todas las especies de árboles son aptas para ser un bonsái. Por ejemplo, aquellos con hojas grandes, pues estas no serían proporcionales con el tamaño reducido del bonsái.

Otro tipo de árboles no aptos para esta técnica son los que tengan un crecimiento demasiado rápido. Pues tendrías que podarlos constantemente y aun así no lograr que tomen una forma específica, ya que pueden crecer a los lados o hacia arriba.

Los árboles cuya expectativa de vida es muy corta tampoco son recomendables para hacer un bonsái. Esto es porque el diseño y atenciones que le des se perderán rápidamente al morir y podrías no disfrutar lo suficiente de su belleza.       

El significado del bonsái

Esta es una planta de origen oriental, que como ya te he comentado, es también una técnica de cultivo. Pues el significado de esta palabra es árbol en maceta. Esto significa que algunos de los grandes árboles que ves en parques o frente a tu casa, puedes tenerlos también en pequeñas macetas al interior de tu hogar.

Claramente debes tener en cuenta varios aspectos previos para lograr sembrar un bonsái y que este pueda desarrollarse sin ningún problema. Sin embargo, más adelante vamos a abordar este tema a profundidad.

Continuando con el significado de esta planta, es considerada por los orientales como arte y conexión y debe ser tomada como tal. El bonsái es también una fuente que transmite energía positiva a quien esté tratando con esta planta.

Esto es porque tú, al ser el cuidador del bonsái, debes dedicarle tiempo, estar al pendiente de su evolución y crecimiento. Te encargas de podar, regar y abonar la planta, incluso te haces cargo de eliminar las hojas marchitas y los tallos secos, entre otros cuidados.

Y gracias a estas actividades que realizas con tu bonsái, puedes aliviar la ansiedad, las cargas negativas y demás aspectos que afectan tu ser. De esta manera adquieres la carga positiva y relajación que necesites.

Por otro lado, existen también varias características que incentivan a tener un bonsái y hacen de este una planta muy interesante.

  • Cuando tienes los cuidados necesarios para mantener tu planta en el mejor estado posible, esta toma una forma y visibilidad muy llamativa. Lo que representa para tu hogar una decoración natural y muy hermosa.
  • En las condiciones adecuadas, esta planta puede tener una muy larga vida. Y si, por ejemplo, le regalas un bonsái a un ser querido, le estás deseando una larga vida. Además, puede representar también el amor y respeto que tienes por esa persona.
  • Representan la prosperidad, fortuna y abundancia. Se asocian con el progreso y el sentimiento de querer avanzar.
  • Es una planta que exige compromiso por parte de la persona que la está cuidando, pues necesita tiempo y dedicación. Lo cual te puede ayudar también para mejorar este aspecto en tu vida, pues a veces podemos dejar de lado las responsabilidades y esto afecta nuestro entorno.

Como puedes darte cuenta, el bonsái es una planta que te brinda una conexión muy positiva y que muy seguramente necesitas o necesitarás en algún punto de tu vida. Pues recuerda que, así como debes cuidar tu salud física, también es importante que cuides de tu salud mental.

Y es que no solo puedes beneficiarte de esta planta, sino de muchas otras más tanto en el ámbito comestible como en el medicinal.

Cuidados específicos para tu bonsái de interior y exterior

Ya conociendo un poco sobre lo que representa un bonsái y qué tipo de planta es, vamos a hablar de los cuidados que debes tener para que tu planta pueda desarrollarse tanto en interiores como en exteriores.

Bonsái de interior

Para el interior de tu hogar puedes tener varios tipos de bonsái como por ejemplo el Ficus, pues una de sus características es que es muy tolerante a la baja humedad, también es fácil de cuidar y se considera como la planta más común para bonsái.

Como son plantas que se siembran en macetas pequeñas, sus cuidados deben ser un poco más rigurosos que los de cualquier otro tipo de planta. Esto es debido a que tienen una capacidad limitada de almacenar nutrientes y agua. Y al ser árboles tropicales, necesitan de mucha luz y humedad, así que es importante recrear este ambiente al interior de tu casa. 

A continuación, te presento los cuidados específicos que debes tener con tu bonsái de interior:

  • Luz: si la luz que recibe el bonsái dentro de tu casa es muy escasa, este podría verse afectado en su crecimiento y debilitarse. De tal manera que sí o sí debes ubicar tu planta cerca de una ventana en la que pueda recibir la mayor cantidad de luz solar posible. Y en caso de no contar con la suficiente luz, puedes usar iluminación artificial. Esta debe ser una luz fluorescente ubicada a unos 15 cm sobre la planta y durante 10 horas al día.
  • Humedad: este es un aspecto fundamental para tu bonsái de interior pues requiere de una humedad alta para poder crecer saludable. Para brindarle esta humedad debes regarlo cuando veas que la superficie de la tierra está seca, luego lo ubicas cerca de una ventana con buena iluminación o balcón para que pueda airearse. También puedes usar la técnica de riego por inmersión para evitar que tu planta se seque demasiado y no tenga la humedad que necesita. 
  • Temperatura: la temperatura ideal para esta planta es de 10 a 23 °C en el interior. Además, gustan un ambiente un poco más fresco en las noches con una temperatura de 16 °C. Evita los cambios bruscos de temperatura, pues tu bonsái puede verse afectado así que, si usas aire acondicionado o calefacción, no ubiques la planta cerca de estos artefactos.

Bonsái de exterior

Estas plantas son ideales para el jardín de tu hogar pues, como los árboles en su naturaleza, pueden soportar el clima que tenga la zona en la que vives, incluso si hay estaciones.

Como te decía al inicio, las especies que puedes tener en ambientes de exterior son aquellas autóctonas del lugar o no tropicales. Como, por ejemplo, el olivo, el olmo chino o el arce japonés.

Un aspecto importante que debes tener en cuenta es que algunos de los árboles no tropicales, como el tridente, requieren de un periodo de hibernación en invierno. Así que son perfectos para cultivar en climas lo suficientemente fríos para alcanzar el descanso que necesitan.

También puedes tener tus bonsáis de exterior en climas templados. Muchas especies se adaptan bien a este clima y pueden desarrollarse sin problemas. Sin embargo, si se vuelve muy caluroso puedes ubicarlos en semisombra o protegerlos si hacen fuertes nevadas.

A continuación, te presento los cuidados específicos que debes tener con tu bonsái de exterior:

  • Luz: debes ubicar tu planta en un lugar en el que reciban una gran cantidad de luz solar. Esto les ayudará a tener un crecimiento saludable. De lo contrario, el entrenudo de la planta puede alargarse demasiado, las hojas crecerán en exceso y pueden llegar a ser propensos a plagas y enfermedades.
  • Humedad: al estar en el exterior, la humedad es un factor que pueden tener de manera natural. Sin embargo, algunas veces pueden carecer de este elemento pues, si están ubicados en suelo de pavimento y con paredes a su alrededor, no recibirán la humedad que necesitan. Así que también te puede funcionar la técnica del riego por inmersión o rociar ligeramente el árbol con agua varias veces al día. Una opción que de igual manera te puede funcionar es mojar el suelo, las paredes o los estantes en donde tengas tus bonsáis.
  • Temperatura: son capaces de soportar altas y bajas temperaturas, pues ya están adaptados a ellas. Pero, de igual manera debes estar al pendiente de ellos y protegerlos de fuertes heladas para que sus ramas no se congelen. También es vital protegerlos de la luz directa del sol si es muy fuerte ubicándolos en semisombra. Y regarlos más seguido, al menos 2 veces al día, si las temperaturas son muy elevadas y el clima muy seco.

Cuidados generales para tu bonsái de interior y exterior

Ya que conoces los cuidados específicos para poder mantener a tus bonsáis de interior y exterior, te hablaré sobre aquellos cuidados que requieren los dos tipos.

Sustrato

Es importante que escojas muy bien el sustrato para sembrar tu bonsái, pues de esta manera le podrás brindar los nutrientes y el drenaje que necesita y que son de vital importancia para estas plantas.

El sustrato que utilices para el bonsái debe cumplir con estas cualidades:

  • Retención de agua: como ya sabes que los bonsáis requieren de una buena humedad, el sustrato que emplees deberá proporcionar la capacidad de retener una buena cantidad de agua.
  • Buen drenaje: el sustrato debe ser capaz de drenar el agua innecesaria de la planta, pues de lo contrario el bonsái no tendría buena oxigenación, serían susceptibles a la acumulación de sales y sus raíces se podrían pudrir, provocando la muerte del árbol.   
  • Oxigenación: el sustrato debe tener el tamaño adecuado en sus partículas para que existan pequeños vacíos o bolsas de aire. Pues de esta manera las raíces de tu árbol podrán recibir el aire que necesitan para poder respirar. 

Para elaborar la mezcla adecuada del sustrato para bonsái te explicaré cuáles son los componentes que se usan para este fin.

  • Akadama: es un tipo de arcilla granulosa horneada que se produce especialmente para estas plantas. Es necesario que antes de usarla separes el polvo de los gránulos mediante el uso de una criba, un utensilio agujereado. Después de dos años esta arcilla empieza a degradarse y reduce la aireación del sustrato, de tal manera que es importante trasplantar el árbol para evitar que se afecte. 
  • Pomice: también llamada piedra pómez, es una piedra volcánica que puede absorber los nutrientes y el agua. Al usarla en la mezcla de sustrato proporciona buena retención de agua, es beneficiosa para las raíces y ayuda al árbol a tener una buena ramificación.  
  • Grava o roca volcánica: permite el drenaje del agua y la buena aireación del sustrato. Puede ser utilizada como la primera capa de tierra en el trasplante del bonsái para así mejorar el drenaje.  
  • Turba: puedes emplear la turba rubia ya que se compone por restos de musgo y cuenta con un mayor contenido de materia orgánica. Además, es apropiada para tener buena aireación y retención de agua. Sobre todo, para el bonsái de interior.

Las proporciones de cada componente para tener una mezcla adecuada dependerá del tipo de bonsái que desees tener. Sin embargo, se usan estos de manera general para cualquier especie.

Abono

El abono debe hacerse durante la época de crecimiento de tu bonsái. De esta manera pueden renovar el contenido nutricional del sustrato que tienen, pues recuerda que no están en su ambiente natural donde reciben todo lo que necesitan del suelo, sino en pequeñas macetas.

Utiliza el abono durante la primavera hasta finales de otoño, ya que es en esta temporada en la que los árboles crecen. Sin embargo, evita abonar tu bonsái si está recién trasplantado (puedes hacerlo después de un mes), seco o enfermo. Para estas últimas condiciones debes tratarlas primero y ahí sí emplear el abono.

Es importante que utilices las proporciones adecuadas de nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K). Pues cada uno tiene una función específica que ayudará a tu planta. El N ayuda al crecimiento de las hojas y el tallo. El P se encarga del crecimiento saludable de las raíces. Y, finalmente, el K ayuda al crecimiento de flores y frutos.   

En primavera puedes usar un abono con la proporción del N más alta que la de los demás para ayudar a crecer al bonsái, puede ser NPK 12:6:6. En verano el abono puede ser más equilibrado (NPK 10:10:10) y en otoño debes usar abono para fortalecer la planta y prepararla para el invierno (NPK 3:10:10).

Esto lo puedes emplear si viven en una zona con estaciones, pero si no, te guiarás del tipo de árbol que sembrarás y sus especificaciones con respecto al abono.

Existen 2 tipos de abono orgánico que puedes emplear para tu planta, el líquido y el sólido. Con el abono líquido bastará con que lo agregues al agua del riego y lo apliques sobre el sustrato según las proporciones que requiera el tipo de planta que tengas. Y aunque su efecto sea rápido, es poco duradero.

Por otro lado, el abono sólido tiene un efecto más lento, pero mucho más duradero. Esto es porque su forma de pellet o pelota se va desintegrando poco a poco mientras va fertilizando el sustrato. Este tipo de abono es el más recomendado y puedes usar unas canastillas pequeñas, especiales para este tipo de abono para cubrirlo y evitar que sea arrastrado por los riegos o que se lo coman aves, si el árbol está al exterior.       

Riego

No se puede establecer una regla exacta de cuándo regar, pues esto puede variar según muchos factores como el tipo de planta, el clima, la maceta, el tamaño del bonsái, entre otros. Lo que se debe hacer es ir observando la planta y aprender de ella, pues su manera te indicará si requiere o no riego.

Está más que claro que en días muy calurosos y de altas temperaturas, debes emplear un riego más continuo, pues el bonsái podría verse afectado si no lo haces. Sin embargo, la mejor manera de saber si la planta necesita agua o no es mirando si la superficie del sustrato está seca.

Puedes usar tu dedo para controlar la humedad, con que lo insertes al menos 1 cm en la tierra para verificar si está o no seca, bastará. Evita crear una rutina de riego, es preferible que los observes, como te decía anteriormente, para que aprendas a conocer sus necesidades.

Es importante que tengas en cuenta la mezcla de sustrato que emplees para tu bonsái, pues de esto también dependerá la frecuencia del riego.

Hay 2 métodos de riego que funcionan para tus bonsáis. El primero es con regadera, esta debe tener los agujeros un poco más pequeños para dar la sensación de una lluvia suave. Debes empezar a regar desde arriba mojando un poco las hojas y el tronco hasta que el agua salga por el drenaje de la maceta.

El otro método es el riego por inmersión, el cual consiste sumergir la maceta con el bonsái en una bandeja o recipiente con agua durante 5 minutos aproximadamente. El sustrato absorberá el agua y luego desechará la sobrante. Este método se aconseja para cuanto tu planta está muy seca porque olvidaste regarla y necesita hidratarse.

La mejor agua que puedes usar para el riego es agua lluvia, pero también puedes emplear la de grifo. Esta última debes dejarla reposar de 24 a 48 horas para que elimine aquellas sustancias que podrían afectar la planta.  

Maceta

Este es un elemento que debe ser escogido de manera adecuada y que es de vital importancia para el bonsái. Puedes optar por varios materiales como terracota, gres, porcelana, raku y plástico.

Además de los materiales, existen varias formas y tamaños para las macetas de bonsái. Pueden ser rectangulares, cuadradas, redondas, ovaladas, de profundidad, de más de 4 lados y con forma floral.

Sin embargo, debes tener en cuenta qué tipo de maceta debes usar para cada fase de tu planta. Por ejemplo, en la fase de crecimiento es preferible usar macetas con una buena profundidad para que el árbol pueda crecer vigoroso, sus ramas se vuelvan más gruesas y le sea posible desarrollar muchas raíces. El material y la forma puede variar según tu gusto.

Cuando ya está un poco más grande tu bonsái, debes empezar con la fase de entrenamiento para que la planta se adapte a las condiciones de las nuevas macetas que tendrán en su fase final. En este punto debes usar macetas de tamaños más reducidos, pueden ser de plástico o terracota (barro).

Con estas macetas reducidas también va a disminuir la cantidad de retención de agua después del riego, el sustrato, el espacio y aumenta la evaporación. Además, es aquí cuando empiezas a darle estética a tu bonsái con las podas y la relación con las macetas.

Finalmente, la última fase de esta planta es el refinamiento o perfeccionamiento de la misma y se usará la maceta que acompañará al árbol el resto de su vida. Puedes usar cualquier material para tu maceta, lo importante es que cumpla con la condición de tener una altura, 2 veces el grosor del tronco en su base. Y en la anchura, los ⅔ de la altura del árbol.  

Trasplante

El trasplante ayuda a tu bonsái a que pueda adquirir nuevos nutrientes para poder tener un buen crecimiento y floración. La frecuencia de trasplante dependerá del tipo de maceta que utilices y también del tipo de árbol que siembres.

Sin embargo, aquellos que están en crecimiento requieren ser trasplantados al menos cada 2 años. Y los que ya son más adultos pueden ser trasplantados cada 3 o 5 años. Es importante que te asegures primero si tu árbol requiere o no el trasplante, pues si bien hay estándares, no es algo que puedas tomar de rutina.

Para verificar el estado de tu árbol, debes sacar muy cuidadosamente la planta de la maceta, al final del invierno y principio de primavera, para ver el estado de las raíces. Si estas se enrollan de manera abundantemente alrededor de la maceta, requiere que la trasplantes.

Si, por el contrario, las raíces se encuentran en el interior y no son visibles, puedes esperar otro año para volver a mirar si necesita o no trasplante.

Como ya sabes, debes usar el sustrato adecuado tanto para sembrar como para trasplantar. Este debe contar con el drenaje adecuado de agua y la retención necesaria para la misma. De esta manera garantizas el buen desarrollo de la planta.  

Cuando vayas a trasplantar debes hacer lo siguiente:

  • Contar con las herramientas adecuadas para el proceso. Rastrillo, tijeras, corta alambres y un palillo.
  • Algunas veces se anclan los bonsáis a las macetas, así que, si este es el caso, corta el alambre para liberar la planta.
  • Con el rastrillo, extrae muy cuidadosamente la planta de la maceta.
  • Verifica si tu árbol requiere o no de trasplante.
  • En caso de que lo necesite, tomarás el palillo y vas a desprender el sustrato viejo desde los lados hasta el fondo. Evita dañar las raíces.
  • Con las tijeras vas a recortar las raíces que estén muy largas. No debes cortar más del 30% de ellas.
  • A la maceta, ya sea nueva o la misma, le vas a cubrir los huecos de drenaje con una malla que permita el paso del agua, pero no del sustrato. Las ajustas con un poco de alambre.
  • Si deseas puedes anclar nuevamente el árbol con un alambre adicional. Esto también le ayudará a estabilizarse. Insértalo por los agujeros del drenaje hacia dentro de la maceta. Las puntas deben quedar libres para que después de agregar el sustrato puedas amarrar el bonsái.
  • Para agregar el sustrato, tienes la opción de verter primero una capa de sustrato grueso como la roca volcánica para ayudar con el drenaje. Después agregas la mezcla de sustrato que desees.
  • Ubica tu árbol en la maceta con el sustrato y ajústalo con los alambres. Y agrega una capa más de sustrato para terminar de sembrar el bonsái.
  • Con el palillo reparte el sustrato entre las raíces para que quede bien distribuido.
  • Finalmente, riegas con abundante agua para humedecer el sustrato y listo, continuas con los cuidados que tenías. 

Poda

Es la técnica más importante para emplear con tu bonsái y darle forma. Pueden ser podas de mantenimiento, las cuales sirven para mantener y perfeccionar la forma que ya tiene la planta. Y podas de modelado que funcionan para darle un estilo y forma más específico al árbol.

Los árboles tienden a crecer más que todo en la superficie y las partes exteriores, perjudicando las ramas partes del interior. Por este motivo se debe realizar la poda de mantenimiento, así se controla el crecimiento exterior y se estimula el interior. 

Esta técnica también llamada pinzado, debe hacerse en toda la época de crecimiento del árbol. Es aconsejable que utilices unas tijeras para cortar aquellas ramas del bonsái que crecen de más. Evita cortar las hojas, pues de hacerlo, podrían tomar una tonalidad marrón.

La técnica de defoliación también puede ayudarte a equilibrar el crecimiento del árbol, obtener una buena ramificación y un follaje más denso. Este proceso deberás hacerlo en verano para que de esta manera el bonsái se vea forzado a brotar de nuevo. Evita aplicar esta técnica si tu planta está débil.

La poda de formación se hace con el fin de darle una forma específica al bonsái. Debe ser un proceso que se haga con el mayor cuidado ya que es irreversible y además podría afectar el aspecto de la planta a futuro.

Se recomienda hacer este tipo de poda antes y después de la temporada de crecimiento, es decir, a principios de primavera y finales de otoño. Podrás podar tu bonsái según el estilo que desees darle, pero recuerda que debes hacerlo cuidadosamente para no dañar las ramas ni el estilo de la planta.  

Plagas

Así como cualquier otro tipo de planta, los bonsáis podrían verse afectados por las molestas plagas. Sin embargo, tienen menor probabilidad de contraer plagas o enfermedades cuando están bien cuidados. No obstante, debes estar al pendiente de tu planta para asegurarte de que no tenga plagas o enfermedades y poder actuar con tiempo si llegan a aparecer.

Si, por ejemplo, ves que las hojas se vuelven de color amarillo y caen, podrían estar carentes de agua. Y si paulatinamente toman ese color amarillo hasta que mueren, puede ser por exceso de riego o falta de abono.

Las plagas que podrían afectar a tu bonsái son:

  • Los áfidos
  • Los ácaros
  • Las cochinillas
  • Los gorgojos
  • Los insectos de escama
  • Las orugas
  • Las hormigas

Puedes eliminar estas plagas con insecticidas caseros una vez que las hayas identificado. Y si el árbol sufre de hongos o virus, debes separarlo de aquellos sanos para evitar el contagio y tratar con fungicidas la planta enferma. 

¿Cómo sembrar un bonsái?

Aunque puedas ir a un vivero y comprar tu bonsái para luego brindarle los cuidados que te mencioné antes, también tienes la opción de sembrar tus árboles y ver todo el proceso. De esta manera podrás establecer una conexión mucho más fuerte con estas maravillosas plantas.

A continuación, te hablaré de los dos tipos de siembra de bonsái.

Esqueje

Esta es una técnica muy popular para reproducir cualquier tipo de planta por su rapidez y economía en la obtención de nuevos ejemplares. Y con respecto al bonsái, es una técnica que te ayudará a saber de antemano las características que tendrá el nuevo árbol, pues ya tienes el de referencia.

Debes seleccionar una rama sana del árbol que quieras reproducir y córtala. El tamaño que debe tener el esqueje es de 2 a 5 mm de grosor y de 5 a 10 cm de altura. Puedes cortarlos en primavera y verano pues son las mejores épocas para hacerlo.

Luego de esto debes preparar la maceta y el sustrato que usarás, recuerda que la maceta puede tener mayor profundidad para lograr un buen crecimiento de las raíces. El sustrato siempre debe agregarse con una capa de drenante y el resto con la mezcla que desees.

Puedes cortar un poco la base del esqueje en diagonal, a unos 45° aproximadamente, de esta manera recibirá los nutrientes del sustrato más fácil. Los siembras con 2 centímetros de profundidad y riegas. El sustrato debe estar ligeramente húmedo para que los esquejes puedan comenzar a crecer en algunas pocas semanas.  

Semilla

Con esta técnica podrás tener un mayor control sobre tu bonsái desde el inicio, además es la única manera que existe para empezar desde cero con este tipo de plantas. Sin embargo, puede ser una experiencia muy gratificante para ti.

Lo primero que debes hacer es obtener las semillas, estas las puedes comprar o las puedes adquirir de los mismos árboles de tu entorno. Para esta última opción, puedes adquirir las semillas de las castañas, bellotas o piñas de los árboles.

Una vez las tengas, la mejor época para sembrarlas es en otoño, pues es la que naturalmente está establecida. De esta manera podrá desarrollarse en todo el verano y germinar en primavera.

El proceso de sembrar es igual que con los esquejes, en cuanto a la maceta, el sustrato y el riego. Lo que debes tener en cuenta es que al sembrar las semillas debes dejar un poco de espacio entre ellas y luego viertes sobre estas una capa de sustrato de 2 cm aproximadamente para cubrirlas.    

Tipos de bonsái para interior y exterior

Ahora que ya conoces todo lo que necesitas saber para tener y cuidar un bonsái, te hablaré sobre algunos de los tipos de árboles que puedes sembrar con esta técnica, ya sea para interior o exterior.

Ficus

Ejemplo de Ficus
Tomada de Pinterest

Existen varias especies de ficus y pueden ser encontradas en las regiones tropicales. Es una especie perenne de pequeños arbustos e incluso de plantas trepadoras. Algunos ficus poseen unas flores muy bonitas y otros las tienen ocultas para luego permitir el crecimiento de sus frutos.

Este fruto puede ser de color amarillo, rojo, verde o azul y su tamaño puede variar desde algunos milímetros hasta centímetros. Como el del Ficus Carica que mide de 3 a 10 cm. Además de esto, pueden producir raíces aéreas como trepadoras y funcionan muy bien para darle un aspecto llamativo a tu bonsái.

Estas ramas crecen hacia abajo llegando al suelo para luego convertirse en troncos fuertes que actúan como pilares. Con 1 solo árbol cuyas ramas se vuelvan pilares, se puede tener la impresión de un bosque tropical. El tamaño de las hojas puede variar de 2 a 50 cm de largo. De tal manera que debes emplear la técnica de la poda de hojas o defoliación para que este crecimiento sea controlado.

Pueden estar ubicados al interior o exterior de tu casa, lo importante es que reciban una buena cantidad de luz solar y estén protegidos de las fuertes heladas. El riego se hará si la superficie del sustrato está seca y puedas comprobarlo con tu dedo.

Debes abonar tu ficus semanalmente o cada 2 semanas en verano y cada 2 a 4 semanas durante el invierno. La poda será regular para mantener la forma de este árbol. Te puedes guiar con las hojas, pues por cada 6 u 8 hojas que crecen en cada centímetro rama, vas a podar hasta 2 hojas desde la punta de la rama.

Una gran característica de esta especie es que puede fusionar sus ramas, raíces y troncos para formar bellas estructuras. Por otro lado, el trasplante de este árbol se hará en primavera cada año.

Puedes sembrar mediante esquejes o semillas, pero no olvides que con los esquejes será más rápido el crecimiento y con semillas lograrás tener una gran experiencia desde el inicio del proceso.

Puede verse afectado en el invierno si tiene falta de aire seco y luz. Además, de sufrir de plagas como la cochinilla o los ácaros. Prestar atención a tu planta te ayudará a evitar que se debilite.

Jade enano

Ejemplo de Jade enano
Tomada de Pinterest

 

Este es un árbol de origen africano, puede llegar hasta los 3 metros de altura en su hábitat natural. El tronco de este árbol es grueso, sus ramas tienen una estructura muy fina con hojas ovales verdes, suculentas y gruesas.

Se considera un bonsái de interior en climas templados, pero también puede estar al exterior si recibe buena luz solar. En sus hojas puede almacenar grandes cantidades de agua, de tal manera que no debes regarlo constantemente. Deja que se seque un poco el sustrato entre riegos.

Puedes abonar el Jade 1 vez al mes durante la temporada de crecimiento. Debes trasplantar este árbol cada 2 años en primavera y riega al menos 1 semana después del proceso para que las raíces no se pudran.

Junípero

Ejemplo de Junípero
Tomada de Pinterest

Este es un árbol de hojas perenne las cuales pueden ser de colores azules-verdes oscuros o claros. Además, la forma de estas hojas puede ser de escamas como agujas, sobre todo cuando son árboles jóvenes. El follaje puede tomar finalmente la forma de escamas o agujas cuando son lo suficientemente adultos.

Este es un bonsái que debe estar en el exterior en un lugar con buena luz natural. Si en invierno la temperatura baja más de -10 °C, protege tu árbol. No riegues si no lo requiere, solo podrás hacerlo si el sustrato está ligeramente seco en la superficie.

En la época de crecimiento debes abonar el Junípero cada mes con abono sólido o una vez por semana con abono líquido. Puedes podar tu árbol para mantener la forma natural del mismo. Tal y como se explicaba en los cuidados generales.

El trasplante debe hacerse 1 vez cada 2 años, siempre asegurándose de que en realidad lo requiera revisando las ramas, además de usar el sustrato especial para bonsái. Por otro lado, puedes reproducir esta planta por medio de esquejes o semillas. Podría verse afectado por plagas como los ácaros, insectos de escama, áfidos o gusanos. Debes estar siempre al pendiente de tu planta y usar los insecticidas, de preferencia caseros, que requieras para eliminar las plagas.

Aligustre

Ejemplo de Aligustre
Tomada de Pinterest

Es una familia que cuenta con una gran variedad de especies que tienen diversidad de hojas, formas y colores. Además, es un bonsái muy recomendable para principiantes, pues es muy resistente.

Es un árbol que gusta de la luz solar directa al menos por una parte del día, de tal manera que es preferible ubicarlo en exteriores y protegido de fuertes heladas. Aunque también puede estar al interior de la casa, siempre y cuando reciba la luz que necesita.

El riego se hará si la superficie del sustrato está ligeramente seca. Durante la temporada de crecimiento podrás abonar el Aligustre 1 vez cada 3 semanas.

Al podar por modelamiento, deberás hacerlo antes de que empiece a crecer en primavera. Y la poda por mantenimiento será efectuada en cualquier momento de la temporada de crecimiento. El trasplante será cada 1 o 2 años y con el sustrato correspondiente, siempre y cuando lo requiera, no olvides revisar antes. Y finalmente, podrás reproducirlo con semilla o con esqueje en el verano.

Olivo

Ejemplo de Olivo
Tomada de Pinterest

Es un árbol de origen mediterráneo y muy conocido por su simbolismo, pues es reconocido junto con la paloma blanca representando el símbolo de la paz. Es un árbol al que se le da el significado de sabiduría, longevidad y vejez.

Tiene una expectativa de vida de muchos años, además de ser capaz de soportar condiciones adversas en su hábitat natural. Sus hojas son muy finas y de un color verde intenso. Es uno de los árboles que gustan más para emplear como bonsái.

Puedes ubicar el Olivo al exterior de tu casa para que pueda recibir la cantidad de luz solar que necesita. Asegúrate de protegerlo en el invierno si se presentan fuertes heladas. El riego será cuando el sustrato esté ligeramente seco en la superficie.

En cuanto a la poda, se recomienda hacerla al final del invierno y por modelamiento. El trasplante tendrás que hacerlo cada 3 o 4 años en primavera y con el sustrato adecuado. Desde primavera hasta mediados de otoño, vas a abonar tu bonsái mensualmente. Para la reproducción de este árbol podrás emplear semillas o esquejes. Estos últimos son los más recomendados.


Agradezco que hayas llegado hasta el final de este blog, pues te brinda toda la información que necesitas para lograr tener ese bonsái que tanto has querido. Solo debes seguir los consejos y recomendaciones que aquí te brindo, tendrás una planta espectacular.

Además, crearás una conexión muy particular con tu bonsái. Estoy segura que esto te ayudará en muchos aspectos. ¡No te quedes sin tu pequeño árbol!