Tipos de riegos para tu jardín que necesitas conocer

Tal vez te has preguntado muchas veces qué tipo de riego se acomoda mejor a tus necesidades y las de tus cultivos. Y es que este es un tema bastante importante pues cada planta tiene una forma de riego distinta. Además, existen zonas donde el agua es un recurso mucho más limitado que en otras y no puede ser desperdiciada con un riego que no sea adecuado.

Por este tipo de circunstancias quisimos hacer este blog. Aquí encontrarás los distintos tipos de riego que existen, las características de cada uno, las ventajas de implementar un sistema de riego en tu jardín y más.

Aspectos a tener en cuenta antes de implementar un sistema de riego

Como ya sabes, hay plantas que tienen unas necesidades muy diferentes a otras que pueden variar como la luz, temperatura, humedad, ubicación y demás. Sin embargo, una de las necesidades que todas las plantas requieren sin falta es el riego.

El agua es uno de los factores fundamentales en las plantas para que puedan hacer el proceso de la fotosíntesis. Algunas lo necesitan con más frecuencia, otras prefieren algunos periodos ligeros de sequía, hay plantas que prefieren riegos frecuentes o no frecuentes de manera permanente.

Esto representa la importancia del riego en las plantas, así como el tipo de sustrato o el abono, pues son factores que le permiten a la planta desarrollarse adecuadamente.

La función del agua en las plantas es:

  • Formar parte de las células de la planta en más de un 80%.
  • Transportar elementos del sustrato o suelo hasta las hojas de la planta para ser procesados. Esto se conoce como savia ascendente, la cual es el líquido que circula por los vasos conductores de la planta para nutrirla.
  • Transportar compuestos orgánicos desde las hojas de la planta hasta otras partes de la misma. Esto se conoce como savia descendente.

En sus hábitats naturales las plantas realizan estos procesos por su cuenta. Pero si están en tu jardín o huerto debes brindarles lo que necesitan para que tengan un ambiente similar al de su origen. Esto quiere decir que serás responsable del desarrollo exitoso o no de tus plantas.

Importancia del riego en las raíces de las plantas

Así como el resto de la planta las raíces necesitan respirar. Puede ser más intensa la respiración si se presentan temperaturas muy altas. Sin embargo, cuando no tienen la posibilidad de hacer este proceso, mueren y eventualmente la planta también muere.

Por esta razón es de vital importancia que no dejes que el sustrato o la tierra en donde se encuentran las raíces se encharque. Evitar los riegos excesivos y no dejar la maceta sobre el plato que recoge el agua drenada, ayudará a que no se ahoguen las raíces.

Además de estas recomendaciones, es importante que la planta esté en un sustrato adecuado que ayude a retener el agua necesaria y drenar la que ya no hace falta. Este debe ser un sustrato poroso ya que es el idóneo para estas condiciones.

Este sustrato puede ser de poros grandes, que permiten que el agua se drene rápidamente para poder llenarse de aire, un factor que algunas plantas necesitan. Y también puede ser de poros pequeños, los cuales mantienen el agua durante largo tiempo hasta que se evapora o la planta la absorbe. Puedes saber un poco más sobre este tema en nuestro blog sobre sustratos.  

Drenaje

Este es un punto que va muy de la mano con el anterior. Pues según el tipo de suelo o sustrato que uses, debes garantizar un buen drenaje para que no se encharquen tus plantas. Un suelo encharcado es el primer paso para la propagación de enfermedades y falta de aireación.

En caso de que tengas tus plantas en macetas, este proceso es mucho más sencillo. Debes asegurarte que el tipo de sustrato sea adecuado para la planta pues, como sabes, cada una tiene necesidades distintas. Además, la maceta siempre debe tener agujeros para el drenaje en la base.

Esa agua puedes recogerla en un plato o bandeja y retirarla lo más rápido posible para que el sustrato no absorba de nuevo el agua y se pudran las raíces. Como el ideal es no gastar de manera innecesaria este recurso, puedes reutilizarlo. Solo debes tomarlo de los platos, bandejas o drenajes, así también puedes ayudar a reducir el impacto ambiental.

Si tienes tus plantas en el jardín sembradas directamente en el suelo puedes implementar unos métodos para mejorar el drenaje del suelo.

  • Instalar tubos de drenaje en tu jardín. Puedes hacerlo colocando en las divisiones de tu cultivo tubos de PVC corrugados y perforados, a una profundidad de 40 a 50 cm en la tierra. Estos se conectarán a otro tubo que se encarga de recolectar el agua recogida.
  • Puedes también crear pendientes en las zonas donde se acumule agua lluvia o del riego y pueda afectar tus plantas.
  • Aumentar la porosidad del suelo con un poco de arena y materia orgánica, pues esta última mejora la infiltración de agua. Puedes agregarlo al momento de sembrar tus plantas. En nuestra guía rápida para iniciar a sembrar tu huerto en casa encontrarás más información sobre los tipos de suelo y lo que necesitas para empezar a cultivar.

Para saber qué método de drenaje usar tienes que conocer qué tipo de riego necesitas implementar en tu jardín o huerto. Y para tener certeza sobre el riego que necesitan tus plantas, es importante que sepas las características de las mismas y si las vas a ubicar en interiores o exteriores. Hay una gran variedad de plantas que te van a encantar.   

Frecuencia del riego

Sé que con lo que te he mencionado arriba, por tu mente pasa la pregunta de ¿cuándo se deben regar las plantas? Pues bien, esto varía según las especies de plantas que tengas en tu jardín, el suelo, las estaciones del año y el clima de la zona en la que te encuentres.

Sin embargo, en términos generales puedes guiarte de esta forma:

  • Invierno: en esta época los riegos deben ser más espaciosos y casi nulos si hay lluvias. Puedes implementarlo cada 20 a 25 días aproximadamente.
  • Primavera: alternar los riegos en los meses de marzo, abril y mayo será apropiado para las plantas.
  • Verano: de junio a agosto los riegos serán diarios, pero no excesivos. Aumentarán según la temperatura.
  • Otoño: en el mes de septiembre el riego será diario como en junio. Los meses siguientes de esta época tendrán riegos 2 veces por semana y con posibles interrupciones en caso de lluvia.

Y para aquellas zonas que no cuentan con estaciones, puedes guiarte por los meses, pues hay unos en los que las temperaturas pueden ser más altas, lo que implica un riego frecuente. Y hay otros en los que se presentan lluvias o temporadas muy frías, en estos meses el riego será menos frecuente.

Es importante que tengas en cuenta que aumentar los riegos de manera innecesaria implica: desarrollo superficial de las raíces, descenso en el crecimiento de las plantas, debilidad general y mayor sensibilidad a cambios climáticos.

Por esto es importante que sigas los consejos de riego y te informes bien sobre las necesidades que tienen tus plantas con respecto a este tema.

Y si te preguntas a qué hora puedes regar tus plantas, pues déjame decirte que lo recomendable es hacerlo a primera hora de la mañana. La razón es que las plantas se valen también de la luz solar para realizar el proceso de la fotosíntesis, en el cual toman el agua que necesitan y evaporan la sobrante. 

Si riegas las plantas en la tarde o en la noche, el agua puede quedarse por un largo tiempo en el sustrato ahogando las raíces y no se aprovecha como debe ser. Asegúrate de regar tus plantas en el tiempo adecuado y evitando salpicar las hojas, pues las gotas de agua pueden crear un efecto lupa y con la luz solar queman las hojas.    

Principios a tener en cuenta antes de implementar un sistema de riego

Antes de implementar el sistema de riego que más se ajuste a tus necesidades, es relevante que sigas estos principios, además de la información que ya te he dado.

Estudio previo

Debes conocer el terreno en el cual vas a instalar el sistema. esto abarca la localización, el tipo de suelo y el drenaje que tendrá. También debes conocer el tipo de plantas que vas a sembrar en el terreno y la ubicación que tendrán. Conocer el clima con el que cuenta la zona en la que vives es fundamental, además de la fuente de agua que usarás.

Diseño y selección del sistema

Teniendo claro lo anterior, se da inicio al diseño del sistema pensando en los elementos que se usarán. Estos pueden ser mangueras, rociadores, tuberías, conexiones, válvulas, programadores, entre otros.

Todo dependerá del tipo de sistema que uses. También se diseña la ejecución e instalación del sistema, como por ejemplo las zonas de conexión, junto con el estudio de la zona en la que será ubicado, como en zanjas.

Si usas tuberías, éstas deben estar ubicadas de tal forma que no obstruyan el paso ni interrumpan otras actividades como la poda del césped. El equipo de bombeo, filtración y los tanques de almacenamiento deben colocarse en un lugar de fácil acceso, en caso de que hagas uso de estos implementos.

Instalación y prueba

En este punto es cuando pones en marcha la construcción de tu sistema de riego. Esto tiene que ver con el proceso de zanjado, la ubicación de las conexiones de agua, corriente eléctrica, entre otros, siempre y cuando lo requieras. 

Antes de dar por finalizada la instalación, es necesario que hagas las pruebas pertinentes para evitar pasar por alto detalles que necesiten algún ajuste. Una vez hecho esto procedes con la programación del sistema.   

Tipos de riego

Ahora que ya conoces los factores a tener en cuenta antes de aplicar un sistema de riego a tu jardín o huerto, te hablaré sobre algunos de los tipos que existen y que puedes usar para tus cultivos.

Riego por aspersión

En este tipo de riego, el agua se aplica al sembrado con presión, sobre todo en exteriores, en forma de lluvia la cual es capaz de cubrir la superficie sembrada. Este te funcionará perfecto si cuentas con algún tipo de jardín con césped y variedad de plantas.

Debes emplear un sistema de tuberías que conduzcan el agua y aspersores que la distribuyan al sembrado. Podría ser un poco costoso en caso de que quieras usarlo en un terreno mucho más amplio que el jardín de tu casa.

El tipo de aspersor que se utiliza para este tipo de riego es rotativo de turbina, pues es capaz de cubrir superficies medianas y grandes, 6 a 15 m aproximadamente. Estos aspersores pueden ser emergentes, es decir, que se levantan del suelo, y móviles o aéreos, que están conectados a una manguera para recibir agua y van rotando.

riego por aspersión
Tomada de Pinterest

Riego por difusión

Tiene la misma funcionalidad que el riego por aspersión, la diferencia es que este se enfoca en jardines más pequeños. Alcanza distancias de 1 a 7 m aproximadamente y puedes usarlo en jardines comunitarios también.

El tipo de aspersor que más se utiliza para estos jardines pequeños es de chorro fijo, pues tienen un funcionamiento sencillo y cuenta con un tornillo en la superficie que te permite graduar la distancia de alcance del agua.

También se pueden encontrar de tipo emergente o aéreo y con un sistema que regula la presión de agua, para que sea uniforme en cada difusor que tengas en tu jardín. 

riego por aspersión
Tomada de Pinterest

Riego por goteo

Este es un tipo de riego localizado, ideal para árboles, arbustos, macetas, setos, entre otros. Con este método el agua y los nutrientes se aplican directamente en la planta de manera controlada para así maximizar los resultados y reducir el gasto de agua.

El sistema que utiliza este tipo de riego es por medio de: un equipo de bombeo para suministrar la presión adecuada de agua, tuberías que transportan el agua y emisores que la distribuyen a las plantas gota a gota. El suministro de agua se programa en el equipo de bombeo para que únicamente se distribuya cuando sea necesario.

Con el uso de este sistema, tu cultivo puede lograr desarrollarse en óptimas condiciones garantizando así la calidad del mismo. Puedes contribuir al cuidado del recurso hídrico, que en algunos lugares es muy escaso. Te será muy útil en caso de que no cuentes con tiempo suficiente para regar tus plantas o vayas a estar ausente por un corto periodo de tiempo.

La tubería no suele enterrarse y puede estar ubicada cerca de las plantas y los árboles formando, en estos últimos, una circunferencia alrededor del tronco y con la implementación de más emisores o goteros, alrededor de 4 o 6. Estos deben estar separados entre sí a una distancia de 1 a 3 metros.

Existen tuberías que cuentan con los goteros ya integrados. Estos te serán muy útiles si tienes cultivos en línea, como los setos. Tienen una separación de 30 cm entre cada gotero y garantizan la misma cantidad de agua en cualquier punto de la tubería.

riego por goteo
Tomada de Pinterest

Riego subterráneo

Este es un sistema de riego en el que se usan tuberías similares en funcionamiento al riego por goteo, pero que son enterradas de 5 a 50 m. Son utilizados en gran medida para plantas que necesitan suelos porosos o arcillosos. Pues de esta manera el agua se filtra en una zona concreta y mantiene la humedad necesaria y adecuada para las raíces de la planta.

Que las tuberías usadas para este tipo de riego estén enterradas garantiza que no se deterioren por la radiación solar. Además, no interfiere en la realización de otro tipo de actividades sobre la zona ya que no obstruyen el paso.

Este sistema permite aplicar el agua y los nutrientes de manera directa a las raíces de las plantas. Reduce el área húmeda superficial, lo que evita que se evapore el agua del riego sin necesidad. También disminuye la aparición de malas hierbas, plagas y enfermedades en el cultivo.  

Es importante que los goteros estén ubicados a distancias más cortas entre sí. Y, además, que estén diseñados para no permitir la entrada de partículas que puedan obstruir la salida de agua. Y en caso de entrar suciedad, deber tener la capacidad de autolimpiarse.

riego subterráneo
Tomada de Pinterest

Riego por inmersión o inundación

Este tipo de riego se aconseja para plantas que no soportan humedad en sus hojas y el resto de ella que no sean raíces. Para este método debes sumergir las macetas con las plantas de 2 a 4 cm desde la base en un recipiente con agua. 

El tiempo que debe estar la planta en este tipo de riego no puede superar los 30 minutos. Para saber si el sustrato está bien empapado, puede tomar un palito de bambú y clavarlo en el sustrato hasta el final de la maceta. Lo dejas unos minutos allí y lo extraes suavemente.

Sabrás que el sustrato quedó bien hidratado si el palo sale con tierra adherida en él. Una vez transcurrido el tiempo de inmersión, debes sacar la planta del recipiente y dejar que escurra el excedente por 15 minutos aproximadamente.  

Como te puedes dar cuenta, es uno de los métodos más sencillos para regar tus plantas, sin embargo, no funciona con todas. Es importante que te informes bien sobre las características de riego de la planta que quieres tener.

riego por inmersión
Tomada de Pinterest

Riego con manguera o regadera 

Este es el método más común para regar las plantas del jardín. Con la regadera puedes regar zonas muy pequeñas o plantas en macetas al interior de tu casa. También tienes la posibilidad de controlar manualmente y de una forma más participativa tu cultivo. Y no necesitas gastar mucha agua pues controlas con la regadera la cantidad necesaria para cada maceta.

Por otro lado, con el uso de la manguera puedes regar partes muy amplias de tu jardín, como los árboles, y en un menor tiempo. Sin embargo, corres el riesgo de que no sea uniforme el riego y también puedes gastar cantidades de agua inmedibles.

Si la presión de la manguera es muy fuerte, corres el riesgo de golpear los tallos y hojas de las plantas lo cual puede ser perjudicial para estas. Y aunque te tome un poco de menos tiempo regar 1 planta, tienes que ir de un lado al otro con la manguera obstruyendo el paso.  

riego con manguera
Tomada de Pinterest

Y ahora que sabes sobre los tipos de riegos que puedes utilizar en tu jardín o huerto, ¿te animas a probar el que más se ajuste a tus necesidades y las de tus plantas? No pierdas más tiempo y anímate a probar algo nuevo, además ayudas a preservar el recurso hídrico que es tan importante para todas las especies.