¿Qué debes tener en cuenta para crear un jardín de rocalla? – Guía informativa

A la hora de crear nuestros jardines siempre nos hacemos preguntas tales como: ¿qué estilo queremos que tenga? ¿cómo se vería mejor según el espacio que tenemos? o ¿cuál sería el jardín adecuado para la zona en la que vivimos?  

Pues bien, ya hemos hablado en otras ocasiones sobre 2 tipos de jardines que pueden ser muy hermosos y adaptarse muy bien a nuestras necesidades. Uno de ellos son los jardines verticales y el otro son los xerojardines.

En este blog quiero enseñarte otro tipo de jardín que puedes tener al exterior de tu hogar y le dará una vista magnífica. Este es el jardín de rocalla que como su nombre lo indica está hecho de rocas.

Pero no significa que nada más pongas un par de rocas y una que otra planta, va más allá, pues es importante tener en cuenta unas recomendaciones antes de crear un jardín de rocalla.

A continuación, te hablaré sobre qué es un jardín de rocalla, las condiciones y cuidados necesarios para tener uno y te daré una lista de aquellas plantas ideales para este tipo de jardín.

¿Qué es un jardín de rocalla?

Las rocallas son jardines hechos de rocas que consisten en sembrar plantas alpinas cuyo crecimiento es contenido, es decir que no crecen mucho. Con este tipo de jardines se busca imitar el ambiente alpino en el cual crecen dichas plantas.

Este tipo de jardín ha sido considerado como uno de los más interesantes y estimulantes en el mundo de la jardinería. Y lo que más caracteriza al jardín de rocalla es que no requieren de grandes espacios ni de especificaciones muy extremas, puedes tener uno en el lugar que desees.

Las plantas ideales para este jardín son las alpinas, lo que significa que son originarias de los Alpes o montañas altas. Se adaptan a la perfección a las rocallas y los espacios reducidos de este jardín, pues son de porte compacto.

Otro de los puntos característicos que brinda el jardín de rocalla es, como te mencionaba al inicio, que te permite crear a menor escala un hábitat natural, ¿no es increíble? Además, las especies de plantas que se cultivan en rocallas son muy vivaces y cuentan con colores muy intensos y aromas variados.    

El jardín de rocalla es originario de Inglaterra gracias al interés por cultivar especies exóticas y el desarrollo de la práctica del montañismo. Pues a medida que hubo contacto con las regiones alpinas, creció la atracción por estas plantas de rocalla.

Se inició con el cultivo de estas especies de plantas en macetas e invernaderos, pero luego se empezaron a crear los entornos de rocalla que imitarían el hábitat natural. Este tipo de jardín se extendió en América y gracias a ello, actualmente pueden sembrarse otras variedades de plantas que no necesariamente sean alpinas.

Tomada del libro Jardines de rocalla – Jardín de rocalla de estilo inglés con gran variedad de especies vegetales

Condiciones para tener un jardín de rocalla

Como te mencionaba anteriormente, este tipo de jardín no requiere de grandes espacios ni muchas exigencias. Sin embargo, es importante que planifiques de manera adecuada la localización de tu jardín, el tipo de piedra que usarás y cómo debes adecuar el suelo.

Localización

Para poder ubicar tu jardín de rocalla en un espacio adecuado y obtener grandes resultados, es importante que conozcas de antemano las necesidades de las plantas de rocalla.

Varias de estas especies de plantas no soportan muy bien los terrenos que tengan mucha humedad. Por este motivo procura evitar crear tu jardín de rocalla en espacios pantanosos, con encharcamientos, sombreados y que estén muy cerca a setos o arbustos.

En caso de que quieras tener en tu jardín de rocallas especies de plantas alpinas, es importante que sepas que tienen gran sensibilidad por las zonas con una elevada humedad ambiental.

Por este motivo es recomendable que, para estas especies, ubiques el jardín en una zona que cuente con un drenaje adecuado, una buena exposición al sol y que sea abierta y muy ventilada.

Tomada del libro Jardines de rocalla

Existen espacios que ya cuentan con estructuras naturales de rocas y que puedes usar para tu jardín, esto le dará un aspecto menos artificial y muy agradable. Aunque dichos espacios ya estén adecuados, pueden presentar afectaciones.

Puede aparecer deshidratación en el suelo, reducción de las reservas hídricas e incluso aparición de malas hierbas. Pero no te preocupes, más adelante te explicaré los aspectos que debes tener en cuenta para cuidar tu jardín y no se vea afectado por ninguno de estos factores.  

Elección de la piedra

Un gran consejo para escoger las piedras adecuadas que van a formar tu jardín, es que sean piedras locales. El motivo es que son piedras que armonizan el entorno y son mucho más económicas de adquirir.

Si quieres que la estética de tu jardín se vea asombrosa, puedes usar rocas que tengan diversas dimensiones. Pues al ser parcialmente enterradas en el suelo dan un efecto de afloramiento rocoso, como si crecieran del suelo.

Puede haber piedras lisas, como:

  • Basalto
  • Granito
  • Pórfido
  • Pizarra

Y piedras porosas, como:

  • Toba
  • Piedra caliza

Las primeras piedras resultan más adecuadas para estos jardines gracias a su superficie lisa, que no presenta formación de musgo y es más resistente a las condiciones atmosféricas.

A diferencia de las piedras lisas, las porosas son más ligeras y tienen la capacidad de retener la humedad. Puedes perforarlas para tener en su interior algunas plantas, la toba se presta muy bien para este proceso.

Sin embargo, la superficie de estas rocas puede formar musgo y volverse más frágiles con el tiempo. En caso de que quieras usar este tipo de rocas, es recomendable que las compres en un periodo seco, pues algunas veces estas rocas son vendidas por peso y como almacenan gran cantidad de agua, podría influir en su valor.

Para que tu jardín se vea estilizado con las rocas porosas no necesitas poner varios tipos de piedras, bastará con que uses distintas dimensiones de estas.

Preparación del terreno

Si bien las plantas de rocalla están adaptadas a ese entorno por ser su hábitat natural, no hay que pensar que simplemente se trata de poner un par de rocas y plantas al azar. Es importante que antes de empezar a crear el jardín prepares adecuadamente el suelo.

En primer lugar:

Debes hacer varias intervenciones durante la construcción del jardín. Pues de esta manera podrás garantizar que el sustrato esté bien distribuido entre las rocas. Una vez instalado no podrás hacer modificaciones, entonces ten presente lo anterior. 

En segundo lugar:

Debes tener presente las plantas que vas a sembrar en este tipo de jardín, pues necesitan de una cantidad de sustrato considerable. Este sustrato o tierra va a quedar en cada parte de las piedras incluyendo los intersticios (son los pequeños espacios que hay entre las piedras), por lo que debe ser una cantidad modesta.

De lo contrario, la planta no podría recibir los nutrientes necesarios y tendría carencias hídricas. Como ya sabes, por medio de las raíces las plantas absorben del sustrato lo que necesitan para poder desarrollarse y si no cuentan con suficiente, podrían verse perjudicadas.

En tercer y último lugar:

Es importante tener una prevención en contra de las malas hierbas, pues es un temible enemigo para el jardín de rocalla. Por la distribución de las rocas y su naturaleza es muy difícil retirar estas hierbas, así que debes asegurarte de que no haya nada que beneficie su propagación, como semillas o fragmentos de rizomas (tallos subterráneos de la planta).

Para este jardín debes tener en cuenta la tierra o el terreno sobre el cual vas a construirlo, pues debe ser bien estructurado y debe garantizar el drenaje del agua. Así que, en el caso de no tener esta segunda condición, puedes agregar un poco de arena o grava.

Puedes probar si se soluciona o no el problema haciendo un agujero de al menos 30 cm de profundidad al que llenarás de agua. Al cabo de 1 hora, la tierra debe ser capaz de absorber y evacuar el agua por completo.

Si, por ejemplo, la tierra en la que va a estar el jardín de rocalla es muy blanda y no retiene muy bien el agua necesaria, deberás proporcionar materia orgánica. Esta puede ser turba o compost.

Por otro lado, el sustrato adecuado para las plantas de rocalla debe contener turba, compost, arena, grava fina y tierra de la zona en la que pondrás el jardín. Además, es importante que el pH del suelo sea el adecuado, pues, por ejemplo, algunas especies de plantas requieren que sea ácido.

¿Cómo construir un jardín de rocalla?

Además de la construcción tradicional de las rocallas, podemos encontrar otras formas para crear este tipo de jardín. A continuación, te hablaré sobre algunas de estas.

Rocalla tradicional

Las rocallas tradicionales se hacen en lugares abiertos que pueden ser pendientes o terrenos llanos. Para este tipo de jardín se recomienda tener una superficie de al menos de 80 a 100 m2, de esta manera habrá el espacio suficiente para mantener y aprovechar el jardín.

Igual puedes escoger el estilo que más se adapte a tus gustos y al lugar que tienes destinado para este el jardín de rocalla tradicional. No olvides que, en el hábitat natural, las rocallas afloran del suelo, así que puedes recrear esa misma vista para tu jardín.

Ejemplo de una rocalla tradicional

Puedes formar una especie de terrazas con grandes bloques de rocas cuando el terreno no está muy nivelado. Estas irán en las curvas de nivel (esas montañitas o desniveles que se hacen en el suelo) y para crear dichas curvas debes tener una guía o plano para que sea un proceso ordenado y satisfactorio.

Vas a marcar la zona por donde quieres tener las curvas de nivel con postes y cuerdas antes de colocar las piedras. Entierras los postes en la dirección o altura que gustes y amarras a estos las cuerdas para que se vaya formando el camino. Las cuerdas deberán ser amarradas a la altura a la que vayas a dejar la curva.

Si cuentas con un terreno llano no necesitarás marcar curvas de nivel, ya que el terreno se encuentra nivelado. Lo que puedes hacer es ubicar las rocas de tal manera que puedan simular una pendiente. De esta manera se verá mucho más natural la rocalla.

Para empezar a construir debes separar las rocas que vayas a utilizar en dos grupos, las más pequeñas y las más grandes. Primero debes colocar o enterrar las rocas de grandes dimensiones para formar la estructura del jardín. El cómo coloques las rocas depende de la forma que le quieras dar.

Luego vas a poner las rocas de dimensiones más pequeñas para tener los espacios, cavidades o hendiduras necesarias que albergarán a las plantas. Una vez tengas listas las rocas, vas a aplicar el sustrato en esas cavidades, sembrar las plantas y colocar el acolchado.

Muros de piedra y arriates elevados

Las plantas que utilices para el jardín de rocalla funcionan más que bien para muros de piedra. Es una estructura que puede resultar un poco costosa y no se construyen con mucha frecuencia, pero siempre está la posibilidad de hacerlo.

Es importante que para esta estructura escojas plantas que sean muy rústicas y tengan la capacidad de soportar la sequía. Y para darle un toque estético muy llamativo al muro, puedes poner especies vegetales de porte colgante o de cascada.

Si usas piedras no porosas para el muro debes agregar un sustrato rico en arcilla y materia orgánica en las hendiduras antes de sembrar las plantas, de esta manera las rocas podrán retener la suficiente agua.

Para aquellos casos en los que cuentes con espacios muy pequeños, puedes crear arriates elevados. Son divisiones con tierra que se ubican en fila y funcionan para armonizar muy bien superficies pavimentadas.

¿Cómo se hace? Puedes usar estacas y cuerdas, si quieres un arriate cuadrado o rectangular, o una manguera, si lo quieres curvo, para delimitar la zona en la que va a quedar el arriate. Luego limpias muy bien el terreno para que no crezcan malas hierbas y procedes a instalar las rocas.

Si son piedras muy grandes o pesadas puedes utilizar una palanca o un elevador hidráulico que te ayude a levantarlas y ubicarlas. En la base pondrás las piedras más anchas y vas a colocar las demás en capas de tal manera que se sobrepongan una encima de la otra.

Para mayor seguridad, tienes la opción de utilizar una malla que cubra todo el muro. Este sistema es conocido como gaviones y es una especie de caja o cesta que puede ser de mimbre o metálica (de acero inoxidable o hierro galvanizado).

Ejemplo de muros de roca con mallas
Tomada de Casa y Diseño

En caso de que la pared sea ancha o tenga grandes espacios podrás poner piedras conectoras o largas en estos espacios para que la pared sea más fuerte. De igual manera vas a agregar el sustrato en las hendiduras del arriate para poder sembrar las plantas. 

Muro de piedra
Arriate elevado

Piedras huecas, pilones y otros

Es muy probable que muchas veces no cuentes con el espacio o las estructuras para tener un muro de rocalla o una rocalla tradicional. Pero no te preocupes, existe la posibilidad de crear este tipo de jardín en recipientes. Se les llama jardín de rocalla en miniatura.

Los recipientes que se adecuan perfectamente a este estilo de rocalla son las piedras ahuecadas. Lo importante es que tengan al fondo unos agujeros para el drenaje del agua del riego.

Estos recipientes resultan muy pesados cuando están llenos de tierra, por lo que deberás ubicarlos en el lugar final cuando aún estén vacíos. Es prudente que no queden pegados al suelo, sino que tengan una posición elevada con la ayuda de soportes hechos en materiales resistentes al agua, de esta manera no se estanca el agua drenada.

Los recipientes deben quedar a una altura aproximada de 25 cm pues debajo de estos se produce limo o barro. El limo surge por partículas de sustrato que arrastra el agua por los agujeros del drenaje.

Para las rocallas en miniatura puedes utilizar plantas que no sean invasoras y tengan diferentes colores y periodos de floración. En los bordes tienes la opción de sembrar especies vegetales que tengan un porte rastrero como las prímulas.

Ejemplo de una rocalla miniatura
Tomada del libro Jardines de rocalla

Cuidados del jardín de rocalla

Para que tu jardín de rocalla esté siempre en óptimas condiciones, debes dedicarle tiempo y cuidados. Y para poder hacerlo debes conocer cuáles son los cuidados que necesita este tipo de jardín, así tendrás más seguridad de saber cuánto tiempo le podrás dedicar.

Una vez más te digo, la mayoría de las especies de plantas que se utilizan para crear un jardín de rocalla no requieren de unos cuidados muy extremos. Debido a que se han adaptado a un entorno reducido, cuentan con un porte compacto y esto les permite ser ordenadas y poco invasoras.

Sin embargo, no está demás saber cuáles son esos cuidados que te ayudarán a cuidar tus plantas y la estructura de la rocalla.

Riego

Algunas de las especies de plantas que se siembran en rocallas son rústicas y poco exigentes, sin embargo, esto no quiere decir que no debas regarlas ni cuidar de ellas. Claramente no puedes exagerar con el riego, pues recuerda que las plantas de este jardín no gustan de encharcamientos.

Puede que en su hábitat natural las plantas alpinas, por ejemplo, tengan periodos de pocas lluvias, pero el rocío que reciben en las mañanas le aporta una fuente hídrica para mantenerse estables.

En el caso de tu jardín, estos factores ambientales pueden variar así que no basta con dejar que el riego pase por sí solo.

Así que tienes la posibilidad, de manera general y teniendo en cuenta la zona y la época del año en la que estés, de hacer un riego cada 10 días o implementar un sistema de riego (este último es aconsejable si el jardín de rocalla es de grandes dimensiones).

Debes asegurarte de que el sustrato se humedezca uniformemente y el riego sea abundante, sin llegar a encharcar.   

Acolchado

El acolchado funciona para reducir la pérdida de agua por evaporación, la infestación de malas hierbas y dureza en el suelo a causa de intensas lluvias. Pueden utilizarse diversos materiales para crear un acolchado adecuado. 

Para los jardines de rocalla puedes utilizar gravas naturales que tengan diversos colores y dimensiones, estas le darán una vista muy agradable y natural al jardín.

Es importante que renueves periódicamente la capa de acolchado, pues los insectos, los pájaros y las lluvias provocan que los materiales del acolchado interfieran con el sustrato y esto hace que se empobrezca y se hunda.

La mejor época en la que puedes poner el acolchado es en primavera, antes de que haya reanudación vegetativa, es decir, cuando vuelven a crecer las plantas después de un periodo de reposo. A principios de esta época también se realiza el desherbado y la fertilización, por lo que es necesario que antes de dichos procesos te encargues de realizar un par de acciones.

La primera consiste en retirar la capa superficial del sustrato que ya está deslavazado o desordenado, agotado y degradado. La segunda es renovar esa capa de sustrato por una totalmente fresca, esto evitará que se empobrezca y afecte a las plantas. Finalmente, la última acción consiste en añadir el acolchado.

Puedes escoger grava de distinta granulometría, pues existen varios tamaños para los gránulos de este material, para que el jardín se vea más llamativo y tenga un porte más natural. Ten en cuenta que, si tienes especies de plantas acidófilas, es decir plantas que requieren de suelos ácidos, en la rocalla, no debes usar arenas y gravas calcáreas, que contienen calcio. Estas provocan un aumento del pH del suelo y estas plantas no toleran los suelos alcalinos.   

Desherbado

Aunque esté el acolchado, que funciona bastante bien protegiendo las rocallas, y las demás recomendaciones que te he dado, sigue existiendo la posibilidad de que el jardín sufra de invasiones por malas hierbas.

Por esta razón, es vital que estés revisando constantemente el jardín para asegurarte de que no se están desarrollando estas molestas hierbas. En caso tal de que aparezcan, debes eliminarlas de inmediato para que no se te salga de las manos esta situación.

Tienes la opción de utilizar herbicidas para prevenir la aparición de malas hierbas, sin embargo, algunas especies de plantas pueden ser muy sensibles a estas sustancias así que tendrás que encargarte manualmente si no quieres perjudicar a tus plantas.

Se recomienda el uso de los herbicidas si la superficie del jardín es muy amplia, pero es importante tener experiencia y mucho cuidado para aplicar el producto. Tienes la posibilidad de aplicar los herbicidas durante la construcción de la rocalla y durante el mantenimiento del jardín, sin embargo, no son una solución milagrosa.

Te aconsejo que uses los herbicidas únicamente si es necesario y como último recurso. Es mejor mantener los cuidados y precauciones previas para evitar la aparición de malas hierbas antes de recurrir a opciones más drásticas.

Puedes tomar el trabajo de desherbado como una actividad para distraerte, conocer tus plantas y compartir con la naturaleza, no tiene que representar un trabajo engorroso.    

Fertilización

Aunque las plantas de rocalla sean rústicas, requieren de un suelo con nutrientes adecuados para poder desarrollarse. Si el terreno cuenta con un abono óptimo y el sustrato está bien equilibrado, no habrá necesidad de abonar en varias temporadas.

También es importante que no te excedas con el uso de abono, pues algunas plantas no reaccionan correctamente a esto. Pueden producir vegetación excesiva, retrasar la floración y reducir el desarrollo de raíces.

Puedes mezclar abono orgánico en pocas cantidades con el sustrato que renuevas en la época de primavera. Si prefieres el uso de abonos minerales, puedes aplicarlos cada 2 o 3 temporadas vegetativas.

Las proporciones del abono NPK (nitrógeno, fósforo y potasio) deben ser iguales, es suficiente con una dosis de 50 g de abono por m2. Puedes utilizar los abonos de liberación lenta pues tienen la capacidad de proporcionar los nutrientes de manera progresiva.

Como te mencionaba anteriormente, los abonos pueden hacerse a comienzos de la primavera, antes de que la rocalla reanude la vegetación. 

Poda

Es importante que elimines aquellas partes de las plantas que estén marchitas o secas luego de la floración. Puedes realizar podas para mantener la estética del jardín, esto ayudará a que las plantas mantengan su vigor y duración.

Claramente debes conocer la especie de planta para saber con claridad cuándo podar y cómo hacerlo, así que debes informarte primero de todas las necesidades y exigencias de estas.

Por ejemplo, a aquellas plantas que pertenecen al género Aubrieta y Arabis les funciona una poda primaveral justo después de la floración. De esta manera la planta puede desarrollar nuevas yemas y tener una forma compacta.

Plagas

Los jardines de rocalla no sufren demasiado por enfermedades o plagas, aunque esto no significa que no se vean afectados en algún momento. Bastará con que mantengas las precauciones necesarias con las plantas para que no se infecten de plagas.

Enfermedades fúngicas como la podredumbre gris (Brotrytis) deben ser tratadas con fungicidas si llegan a ser muy extremas. Se activa en las hojas y puede provocar manchas de moho, además, se desarrolla con mayor facilidad en ambientes húmedos y con poca ventilación.

Antes de utilizar algún producto químico para eliminar este tipo de enfermedades puedes mantener algunos cuidados. Lo primero es tener una buena higiene en la rocalla, lo segundo es eliminar las partes de la planta afectadas y lo tercero es hacer la poda correspondiente.

Una recomendación importante, en caso de que prefieras comprar las plantas, es que elijas un vivero de confianza que tenga los cuidados y prevenciones necesarios con las plantas. Así no tendrás que lidiar desde el inicio con las molestas plagas, y en caso de que aparezcan después, puedes utilizar insecticidas para eliminarlos.

Características de las plantas para un jardín de rocallas

Ya que conoces las recomendaciones para construir y mantener un jardín de rocalla, te explicaré cómo puedes sembrar las plantas para este tipo de jardín, sus cuidados y unas recomendaciones de especies para que puedas a empezar a crear tu rocalla.

Cultivo de las plantas

En caso de que no te guste comprar las plantas y prefieras sembrarlas y ver todo su proceso de crecimiento, podrás hacerlo mediante los siguientes procedimientos.

Semillas

Varias de las especies de rocalla pueden reproducirse por medio de semillas. En el mercado puedes encontrar semillas que cuentan con un tratamiento de cribado y de selección. Esto se hace con el fin de obtener semillas puras y con un elevado poder de germinación.

En caso de que las semillas que vayas a sembrar se encuentren en un periodo de latencia vegetativa (es decir que se encuentran en una etapa de reposo en la que no van a germinar), tendrás que cultivarlas a principios del invierno. El periodo de latencia puede variar según la especie, pero se determina por las condiciones ambientales y se descubre con ensayo y error o si se encuentra información sobre la semilla.

Vas a ubicar estas semillas en un lugar resguardado y que no sea caliente, así podrás obtener tus plantas en primavera. Puedes utilizar recipientes plásticos para la siembra con un sustrato fino y poco fertilizado.

El sustrato que usarás debe evitar los encharcamientos, para que a las semillas no les salga moho, y retener la humedad necesaria. Es importante que esté suelto para que las raíces se puedan desarrollar y la planta pueda brotar.

Puedes utilizar turba poco fibrosa y mezclarla con perlita o vermiculita. Si no cuentas con un invernadero, puedes cubrir las semillas con un plástico para que no haya pérdidas excesivas de humedad. Vas a mantenerlas a una temperatura de 12 a 20 °C, ya cuando emiten sus primeras hojas, podrás trasplantar.

Las pondrás en otro recipiente hasta que se desarrollen un poco más y puedas sembrarlas en tu jardín de rocalla.

Esquejes

También puedes reproducir las plantas de rocalla por medio de esquejes. Estos son una parte o porción obtenida de la planta madre y tiene la ventaja de crecer con las mismas características que esta.

Los esquejes pueden ser herbáceos, semileñosos, leñosos, foliares y de raíz. En nuestro blog sobre los esquejes te explicamos en detalle todo lo que necesitas saber de ellos. El tipo de esqueje que vayas a tomar depende de la especie de planta que quieras reproducir.

Por lo general, para las plantas de rocalla se usan esquejes herbáceos y semileñosos. Tienes la posibilidad de tomar las porciones de la planta madre después de podarla. En ese caso es importante que conserves los esquejes en bolsas de polietileno hasta el momento adecuado de siembra.

Puedes utilizar hormonas para favorecer el enraizamiento del esqueje y sembrarlo en un sustrato similar al de las semillas. Hablamos de turba poco fibrosa mezclada con arena, perlita o vermiculita.

Mientras el esqueje produce raíces, es propenso a la deshidratación así que tendrás que aumentar la humedad para que las hojas puedan absorber el agua. Solo tendrás que cubrir el esqueje con un plástico, igual que con las semillas. Puedes crear un invernadero casero para este fin, sin que se produzca condensación.

Para reproducir las plantas de rocalla por esquejes, puedes hacerlo en primavera y verano. Por otro lado, es posible la reproducción de esquejes foliares (o sea, por hojas) para algunas especies de rocallas como Sedum spp, un género de plantas suculentas.

También puedes tomar esquejes de raíz de algunas especies de plantas que pertenecen a los géneros Anemone, Erodium, Gaillardia, Papaver y Pulsatilla. 

División

Algunas especies de plantas de rocalla, como la Achillea atrata (Milenrama negra), se pueden reproducir por medio de división de plantas. Consiste en tomar brotes que tengan retoños y raíces para sembrarlos individualmente y se desarrollen como una nueva planta.

Las plantas que se reproducen por este medio requieren de un tiempo prolongado para desarrollarse antes de ser trasplantadas al jardín de rocalla. Resultan ser un poco más sensibles al frío y a la sequía que la planta madre. 

Plantación

Como te pudiste dar cuenta, antes de sembrar las plantas en la rocalla, primero deben desarrollarse en maceta independientemente del método que uses para reproducirlas. Cuando ya estén listas, las vas a sacar del tiesto y notarás que sus raíces se encuentran en espiral.

Vas a eliminar un poco del sustrato que tengan adherido, sin lastimar las raíces, para que en la rocalla las raíces puedan estirarse un poco y tengan mayor facilidad de desarrollarse en el nuevo sustrato.

Cuando vayas a sembrar las plantas, asegúrate de que no queden huecos entre las piedras, todos los espacios deben quedar muy cubiertos con el sustrato. Las raíces de las plantas necesitan estar muy bien enterradas en el sustrato así que vas a retirar un poco del sustrato que pusiste, siembras las plantas y vuelves a agregar la tierra para que así puedas aprisionar en el cuello de la raíz y esta no se desprenda.

El mejor momento para plantar es en las horas más frescas del día, pues de esta forma las rocas no desprenden demasiado calor y la luz solar no es muy intensa. Luego de unos días de haber sembrado las plantas, es importante que vigiles la humedad del suelo, esto favorece el arraigo de las plantas. 

Si utilizas piedras porosas para la rocalla, tendrás que sembrar las plantas en otoño para que no absorban el agua del sustrato, esto perjudica a las plantas. Para los muros de roca, no es necesario que hundas demasiado en el sustrato el cuello de la raíz.

Utiliza espacios adecuados que retengan adecuadamente el sustrato y no tengan posibilidad de vaciarse fácilmente.

Lista de plantas ideales para el jardín de rocalla

Ya que conoces un poco más sobre los jardines de rocalla y todo lo que debes tener en cuenta para construirlo y cuidarlo, te daré una lista de algunos de los géneros de plantas que puedes tener en este tipo de jardín.

GéneroDescripción
Ajuga Es un género de plantas pequeñas que cuentan con un follaje espeso y son de porte trepador. Algunas plantas tienen un color particular en su follaje y resultan muy llamativas. El color de sus flores suele ser azul y las plantas funcionan como tapizantes. Se pueden reproducir por semilla o por división de plantas. Requieren una exposición al sol directo, pueden soportar la sombra o semisombra y son muy fáciles de cultivar.  
Anemone En este género se encuentran plantas que están adaptadas a sotobosques, por lo que resultan adecuadas para los jardines de rocalla parcialmente sombreadas. La floración de las plantas se da en primavera y cuentan con diversos colores. Puedes reproducir estas plantas por división o semillas.
Bergenia Las plantas de este género tienen hojas anchas y su floración es en primavera. Pueden soportar la ubicación en zonas sombreadas o con sol directo. Algunas especies pueden ser invasoras y poco recomendables para un jardín de rocalla, pero tienes la posibilidad de sembrarlas en piedras huecas y sin otras especies. Puedes reproducir estas plantas por división.
Dianthus Este género es uno de los más adecuados para los jardines de rocalla. Cuenta con flores de diversos colores como rojo, blanco o de varios colores. Algunas especies tienen porte colgante y las puedes reproducir por semillas o esquejes. Son plantas que gustan de una exposición directa al sol. 
Festuca Las plantas de este género son muy llamativas gracias a la morfología de su follaje. Tienen un porte espeso y son de un color muy llamativo. Puedes reproducir estas plantas por división, soportan zonas sombreadas o con luz solar directa y resultan fáciles de cultivar.

Hemos llegado al final de este blog sobre los jardines de rocalla. Como pudiste darte cuenta son jardines muy hermosos y que puedes tener en tu jardín. Es importante seguir las recomendaciones que te mencioné para que tus plantas no se vean afectadas y tengas siempre un hermoso jardín.

Además, tienes una pequeña lista de jardines para inspirarte en nuestro blog sobre las plantas de exterior. No esperes más para poner manos a la obra y crear una rocalla espectacular. Estoy segura de que te va a gustar mucho y podrás distraerte un poco del día a día. ¡Ánimo!  

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