9 cultivos de clima cálido que puedes tener en tu huerto casero

Cultivo de tomate

Todas las plantas tienen su propio rango de temperaturas en las que crecen mejor. De por sí podemos clasificarlas en 2 grupos: Aquellas de climas fríos y las de climas cálidos, sobre las que hablaremos en esta ocasión.

Así que, si vives en un lugar con temperaturas cálidas constantes o está por llegar el verano y no sabes qué plantas puedes cultivar, ¡aquí te contamos!

A continuación, veremos las características de los cultivos de climas cálidos. Te contaremos qué verduras, frutas y plantas aromáticas son ideales para tener durante las temporadas más calurosas. Dicho esto, haremos una recomendación de las 9 plantas de climas cálidos que puedes sembrar en tu huerto casero y sus cuidados.

¿Qué son los cultivos de clima cálido?

Son aquellos que soportan temperaturas del suelo y del aire más altas e incluso las necesitan para crecer de manera constante y producir cultivos.

Por lo que, si estas plantas son expuestas a temperaturas frías, sus frutos no tendrán el mismo sabor ni rendimiento. Un claro ejemplo es el pepino que se vuelve amargo en las heladas.

Como estos cultivos de estaciones cálidas mueren por las fuertes heladas de invierno, se debe realizar el proceso de siembra después de la última helada de primavera. Sin embargo, un punto positivo es que se pueden mantener primero en interiores y luego sacarlos cuando la temperatura sea óptima.

4 verduras de clima cálido para tu huerto

Para comenzar, te vamos a recomendar 4 verduras que puedes tener perfectamente en tu huerto de climas calurosos.

Tomate

Cultivo de tomate

No hay duda de que es un infaltable en la cocina. Pueden venir en una amplia gama de sabores, colores y tamaños, por lo que podemos clasificarlos en 2 grupos: Los tomates determinados (que son arbustivos) y los indeterminados (que son enredaderas).

Por ejemplo, el tomate Cherry es el más popular en los huertos y suele ser indeterminado. Así que puedes escoger la variedad que más te guste y tener en cuenta sus características para poder manejarlos, aunque su proceso de siembra es el mismo.

Proceso de siembra

Es perfecto iniciar a finales de primavera o principios del verano. El proceso de siembra se puede hacer por medio de las semillas compradas o aquellas que vienen dentro de los tomates.

Si compraste las semillas, las puedes plantar inicialmente en un semillero para luego trasplantar la plántula, o directamente en la maceta, contenedor o suelo donde vas a dejar que crezca. Lo importante es que tenga buen espacio.

Coloca 1 o máximo 2 semillas por cada orificio, los cuales pueden ser de 1 centímetro de profundidad. Cubre el espacio con un poco la tierra y dale agua.

Otra manera mucho más sencilla es usar un tomate que tengas en tu casa y lo vas a rebanar, que cada rodaja sea de 1 centímetro de grosor aproximadamente. Luego, lo que debes hacer es ubicar en una maceta las rodajas y cubrirlas con una capa de tierra que las tape perfectamente. Recuerda darle un buen chorro de agua.

En 1 semana ya verás que han germinado las semillas y pasado 1 mes podrás empezar a trasplantar cada brote al lugar donde vas a dejar que madure. Como todos los tallos estarán bastante juntos, simplemente sácalos suavemente sin miedo a dañar la raíz, pues es bastante resistente a este punto.

Es bueno que siembres de manera profunda el tallo y solo queden unas cuantas hojas en la superficie. Al hacer esto, los tomates logran desarrollar raíces a lo largo de sus tallos y tendrás una planta más fuerte.

Cuando ya ubiques la planta en el espacio donde crecerá hasta dar frutos (si se trata de un tomate trepador), debes colocar una estaca, un palo o colgar un hilo. Esto la ayudará en su crecimiento y formación.

Si llega un punto en el que no quieres que la planta siga creciendo y escalando, debes realizar una poda de formación. Lo que significa cortar el extremo superior de la planta para, en cierto modo, detenerla.

Cuidados

Es bueno usar una tierra con buena humedad y con altos nutrientes. Si usas un sustrato universal será espectacular, pero puedes usar tierra normal y se complementa con compostaje. Para mantener la humedad puedes usar acolchados de paja u hojas secas.

Todo recipiente en el que plantes los tomates debe tener sus respectivos orificios de drenaje. Muchas personas optan por reutilizar baldes o canecas para realizar sus siembras, así que, no olvides realizar unos agujeros en la parte inferior.

Para la luz, los tomates deben recibir de 6 a 8 horas de sol diarias, aunque con sombra parcial también les irá bien. Eso sí, ten en cuenta que las plantas abarrotadas no recibirán suficiente sol y es posible que la fruta no madure. También es bueno podar si tiene muchas hojas o están en mal estado, para permitir el paso del sol.

Esta planta necesita de un riego frecuente, precisamente por las altas temperaturas, es bueno que reciba un buen chorro de agua constante y de manera regular. Lo ideal es darle agua en la mañana y tener cuidado de no mojar las hojas para evitar la llegada de enfermedades.

Recuerda la importancia de practicar la rotación de cultivos, por lo que no siembres tomates en un lugar donde ya estuvieron los últimos años. De igual manera, tampoco en un lugar con plantas similares como el pimentón y la berenjena.

Este cultivo es bastante susceptible a las plagas, por lo que es importante que lo revises constantemente para detectarlas a tiempo. Generalmente recibe pulgones, moscas blancas o gusanos.

Cosecha

La cosecha de los tomates se puede dar incluso a los 3 meses de haber sido sembrado. Sin embargo, varía según el tipo de tomate y si ha crecido bajo las condiciones favorables.

Deja los tomates en las plantas el mayor tiempo posible para que maduren de forma natural, ya que esto mejora enormemente el sabor. El momento de tomarlos será cuando tengan un color muy vibrante que es generalmente rojo y sin importar el tamaño.

Lo mejor es consumir el tomate fresco poco tiempo después de haberlo cosechado. Si lo refrigeras, se dañará su sabor y textura.

Pimentón

cultivo de pimentón

Es una planta fácil de cultivar y bastante ideal para los jardineros principiantes. Además, qué mejor que poder disfrutar del delicioso sabor del pimentón, sabiendo que lo cosechaste directamente de tu huerto casero.

También cuenta con diversas variedades que se diferencian sobre todo por el color y la forma. De igual modo, su proceso de siembra es el mismo y lo que puede variar es el tiempo de cosecha.

Proceso de siembra

Puedes comenzar el proceso incluso varias semanas antes de la última helada de primavera, pero debes tener tus semillas germinando al interior de tu hogar en un espacio donde no reciban corrientes de aire.

Algo espectacular es que puedes obtener las semillas directamente de un pimentón y en seguida te diremos cómo plantarlas.

Abre un pimentón tal y como lo haces al utilizarlo en la cocina y sácale las semillas. Puedes colocar varias en un vaso con tierra para formar un semillero o sembrarlas directamente en el lugar donde crecerá la planta. Si las ubicas directamente en el suelo ten cuidado con los tiempos climáticos para que no sufran por las heladas.

Ya sea en el suelo o en una matera, realiza agujeros de 1 centímetro aproximadamente y ubica 1 o 2 semillas por espacio.

Cuando las plántulas hayan crecido 15 centímetros o más, será el momento para realizar el trasplante. Eso sí, en este punto deben ser pasadas a una ubicación en la que reciban buena luz solar para que se desarrollen con vigor.

Cuidados

Es bueno sembrar en una tierra con altos niveles de nitrógeno, fósforo y potasio. Así que el elemento que te brinda de mayor manera estos componentes es el compost de estiércol o humus. Por lo que puedes usar tierra arenosa o arcillosa, pero procura abonar con nutrientes.

Si hablamos del recipiente, debes tener en cuenta que entre más grande sea el contenedor, mayor espacio tendrá la planta y más voluminoso será el fruto. Puedes usar macetas, camas elevadas o en el suelo.

En cuanto a la luz, cuando la semilla está en su proceso de germinación, debe estar en una zona con sombra. Apenas realices el trasplante, ya la planta puede ser ubicada en un lugar donde reciba luz solar directa o indirectamente.

El riego debe ser regular y constante, sobre durante los tiempos más calurosos para refrescar el cultivo.

Es una planta resistente, pero puede presentar problemas con los ácaros y la mosca blanca. Una buena manera de combatir estas plagas es por medio de la limpieza de las hojas con una mezcla de agua y jabón líquido.

Cosecha

Pasados 3 meses desde la germinación de las semillas, podrás empezar a cosechar. Puede que, en algunos casos, dependiendo de la variedad o las condiciones climáticas, se demore hasta 5 meses.

Es muy grato ver la evolución de este cultivo, pues notarás que las flores que da la planta son las que luego se convierten en los frutos. Al igual que el tomate, sabrás que ya puedes recolectar el vegetal cuando adopte su vibrante color, generalmente rojo o verde, y que al tocarlo esté firme.

Pepino cohombro

Cultivo de pepino cohombro

El pepino es un vegetal nutritivo perfecto para añadir en tus ensaladas o consumirlo de la manera que más te guste. Al igual que el tomate, se desarrolla de manera arbustiva o como enredadera, por lo que puedes optar por la variedad que mejor se adapte a tu huerto casero.

Proceso de siembra

Puedes iniciar la siembra al interior de tu hogar y trasplantar al exterior 2 semanas después de la última helada de primavera. Las semillas las puedes comprar o extraerlas de un pepino bien maduro.

Para esto, primero corta las esquinas del pepino y así podrás ver las semillas en su interior. Ahora realiza 2 cortes a lo largo para abrir el vegetal, pero lo ideal es que no toques el centro donde están las semillas. Luego de los cortes podrás abrir fácilmente el pepino con tus manos.

Usa una cuchara para extraer las semillas en un vaso, déjalas reposar por unos 3 días y luego échales agua mientras las pasas por un colador. Ponlas en un plato o en una hoja de papel para que se sequen, especialmente si las vas a guardar.

Para sembrarlas, ubica 1 semilla por cada orificio de ½ o 1 centímetro y tápalo con un poco de tierra. A los 4 o 7 días se puede estar dando la germinación, por lo que es una planta que crece muy pronto.

Puedes mojar muy bien la tierra antes de colocar las semillas o también realizar el riego después, lo importante es que le des una buena cantidad de agua para humedecer la tierra y que haya humedad.

Si realizaste un semillero o empezaste la siembra en casa, al llevar a cabo el trasplante procura enterrar bien el tallo y que las primeras hojas inferiores queden sobre la superficie. No olvides regar la planta para contrarrestar el impacto del trasplante.

Cuidados

A esta planta le encanta crecer en tierra ligera con buena materia orgánica y con excelente drenaje. Pues al estar bajo estas condiciones le será más sencillo desarrollar sus raíces.

En cuanto al recipiente, las variedades arbustivas son muy adecuadas para el cultivo en espacios reducidos como las macetas. Aunque en ellas también puedes ubicar una planta enredadera, siempre y cuando le coloques un palo o un hilo en el cual pueda apoyarse. Como siempre, también puede estar en el suelo

En cuanto a la luz, adora estar en un espacio con luz solar directa.

El riego puede ser preferiblemente diario en las épocas calurosas, pero lo más fundamental es no dejar el agua con charcos porque a la planta no le gustará.

Cosecha

La cosecha se está dando a los 2 meses, un poco más o un poco menos, después de haberse germinado la semilla.

Si tu planta de pepino no te ha dado fruto puede ser un problema de polinización. La mejor manera de evitar esta situación es teniendo flores en tu huerto que atraen insectos beneficiosos como las abejas. Algunas de ellas son la lavanda, la caléndula y el tomillo.

Sabrás que puedes tomar el pepino cuando esté verde y firme. No dejes que se torne de color amarillo, a no ser que quieras tomar las semillas para una próxima siembra. De igual modo, es preferible quitar el vegetal de la planta con ayuda de un cuchillo o unas tijeras y no arrancarlo manualmente para evitar generar daños.

Para almacenarlo, lo mejor es envolverlo en plástico para retener su humedad y dejarlo en el refrigerador. De esta manera, pueden mantenerse en perfecto estado por varias semanas. Sin embargo, entre más pronto lo consumas, mejor sabor tendrá.

Berenjena

Cultivo de berenjena

Es una planta excelente que puede tolerar temperaturas de hasta 45° C, por lo que no hay excusa para tenerla en tu huerto casero de climas calurosos. Incluso, es un cultivo que crece muy lento si se encuentra en climas fríos.

Aunque conocemos a las berenjenas por su distintivo color morado oscuro, este puede variar al igual que el tamaño y la forma. Si bien no lo parece, es familiar del tomate y crece al igual que él como una enredadera.

Proceso de siembra

Puedes empezar con el semillero al interior de tu hogar, a finales de invierno. Como sabrás, es un vegetal que también trae semillas en su interior, las cuales podemos usar para empezar el cultivo de berenjena.

Para esto, corta una berenjena bien madura suavemente por todo su borde y ayúdate con las manos para abrirla. Extrae sus pequeñas semillas y pásalas por un colador mientras les echas agua, recuerda secarlas si las vas a guardar para más adelante.

En el recipiente donde vas a dejar que las semillas germinen, ubica unas 3 o más de ellas de manera separada. Agrega un poco más de tierra para taparlas levemente.

Aproximadamente a los 10 días ya habrán germinado tus plantas y unas semanas después, cuando ya tengan varias hojas o unos 20-25 centímetros de alto, estarán listas para ser trasplantadas. Claro está, siempre que las temperaturas sean las ideales.

Al pasarla al lugar donde crecerá y dará frutos, también es bueno hundir bien el tallo y dejar que las hojas inferiores estén al borde de la tierra. Como siempre, dales un buen chorro de agua.

Cuidados

Crece bien sobre un suelo arenoso con buen drenaje. Para nutrientes adicionales, no olvides el uso de fertilizantes o abonos naturales.

Para el recipiente puedes utilizar macetas, camas elevadas o en el suelo. En todos los casos, ayuda a que la planta se enrede en un palo, una estaca o un pedazo de hilo.

Como sabrás, necesita de buena luz, así que debes escoger un lugar soleado para obtener los mejores resultados.

Es importante un riego constante para procurar que la tierra se mantenga húmeda ya que no tolera para nada la sequía. Sin embargo, nada de encharcamientos. También, puedes optar por el uso de acolchados, como los de paja y hojas secas, para mantener la humedad en la tierra y evitar el crecimiento de malezas.

Cosecha

Esta planta puede tardar hasta 4 meses en dar sus frutos, pero los tiempos varían según la variedad que hayas sembrado.

Puedes esperar a que cada berenjena tenga su color vibrante y esté firme al tacto, pero también puedes optar por aquellas que no están completamente maduras y dejas que terminen su proceso fuera de la planta.

No dejes que las berenjenas permanezcan en la planta después de la madurez. Notarás que se pasaron de tiempo cuando cambia su color característico y se vuelven blandas. Por lo tanto, no conservarán su calidad, pero pueden ser usadas sus semillas para otra siembra.

Recuerda la importancia de usar un cuchillo o unas tijeras para extraer el fruto, pues de esta manera realizarás un corte fino en el tallo y no dañarás la planta.

Finalmente, para almacenarla la puedes tener en la nevera. Si la guardas envuelta en papel plástico será ideal porque mantendrá la humedad de su interior.

2 frutas de clima cálido para tu huerto

Ahora queremos recomendarte 2 cultivos de frutas que puedes tener en tu huerto y que seguro te encantará cosechar.

Sandía

Cultivo de sandía

Sin duda es una fruta que con solo escuchar su nombre nos transmite frescura y sabor. Verás que no es realmente difícil tenerla en tu huerto, siempre y cuando le brindes las comodidades que necesita. Esto porque es una planta que demanda mucho calor, al menos encima de los 21° C.

Proceso de siembra

Empieza la siembra a comienzos de primavera, en este caso y al igual que el melón, es muy importante que la planta aproveche bien el calor del verano. Por lo cual, lo mejor es empezar el semillero al interior del hogar, para luego trasplantar en el momento que llegue el calor.

Al igual que los casos anteriores, puedes comprar las semillas u obtenerlas fácilmente de una sandía. Para esto, cuando tengas una sandía y la rebanes para consumirla, recuerda no botar las semillas que trae y colocarlas en un plato.

Luego, pasa las semillas por un colador y con ayuda de agua retira los pedazos de comida que hayan quedado. Colócalas nuevamente en un plato seco y deja que sequen en un lugar donde no reciban luz solar directa pero que haya buen flujo del aire.

Para sembrarlas, ubica de 2 a 3 semillas de forma separada por cada semillero. Luego, debes taparlas con un poco de tierra y le das un buen chorro de agua para humedecerla. Pasadas unas semanas, cuando el brote ya tenga 4 hojas o más, ya se puede trasplantar.

Un tip para realizar el trasplante es que mojes la tierra previamente, luego, coloca una mano suavemente encima de la planta y voltea el recipiente. Puedes apretar un poco y verás que la planta sale con facilidad.

Cuidados

Necesita de una tierra suelta y bien drenada, pero que retenga la humedad y sea rica en materia orgánica. A las sandías les gusta recibir un buen alimento, así que procura mantener abonada la tierra.

Se suelen sembrar en camas elevadas o en el suelo, donde cuentan con mayor espacio para crecer pues, preferiblemente, la planta debe tener entre 1 y 2 metros para expandirse. De modo que, si tienes una maceta bien espaciosa, también puedes plantarla allí.

Como lo hemos venido comentando, es una planta que necesita de la luz solar y el calor. Así cosecharás unos frutos jugosos y con gran sabor.

Para el riego es importante un suministro de agua constante. Lo ideal es mantener la tierra húmeda, pero sin encharcamientos. Si quieres refrescar las hojas de la planta de vez en cuando, es mejor hacerlo en la mañana para que se sequen rápidamente por el sol.

Cosecha

Cuando veas pequeñas sandías que van creciendo, lo mejor es colocar en la tierra un acolchado de paja u otro material que permita que el fruto no entre en contacto con el suelo y se pudra. Esto también ayuda contra las plagas, enfermedades y malezas.

A los 3 meses ya podrás estar disfrutando de las sandías de tu huerto. Coséchalas cuando cambien de color verde brillante a verde apagado y estén bien firmes. También puedes darle unos golpes suaves con el puño y debe sonar hueca.

Melón

Cultivo de melón

El cultivo de melón cuenta con características muy similares al de la sandía. Es una planta dulce perfecta para disfrutarla en ensalada de frutas o consumirla por sí sola en el desayuno.

Proceso de siembra

Una vez más, al igual que las otras plantas ya mencionadas, puedes comprar las semillas o tomarlas de un melón cuando lo estés consumiendo, así que, ¡no las desperdicies!

De igual modo, puedes comenzar tu semillero al interior de tu casa en primavera y trasplantar el brote cuando las temperaturas exteriores sean cálidas o haya llegado el verano.

Si pasó una helada muy fuerte, puedes ayudar a la tierra a calentarse. Para esto, solo necesitarás colocar unas bolsas negras encima del suelo o el recipiente donde vaya a crecer tu cultivo. De esta manera atraerán el calor y se mantendrá en la tierra.

Lo ideal es poner de 2 a 3 semillas por espacio pues puede que no todas germinen. En caso de que sí broten y no necesites tantas plantas de melón, procura escoger la plántula que mejor desarrollo haya tenido.

Como verás, es excelente el uso de semilleros para ganar tiempo. Estos debes ubicarlos en un espacio donde las semillas reciban buena iluminación, pero no corrientes de aire frío. Aproximadamente a los 7 días ya habrán germinado las semillas, pero pasadas otras 2-3 semanas, ya los brotes habrán desarrollado sus hojas y se podrán trasplantar.

No olvides que debes colocar alguna guía para esta planta trepadora, la cual puede ser por medio de un palo, una estaca o hasta un hilo amarrado suavemente en un tallo y colgado.

Cuidados

Para la tierra es excelente el uso de una que brinde humedad y buen drenaje como es el caso de la tierra limosa o, preferiblemente, un sustrato universal que trae más propiedades. Como siempre, es fundamental abonar los cultivos para que reciban un buen alimento que les permita crecer con fuerza.

Necesitarás un recipiente con buen espacio para que crezca esta planta trepadora y se dé su fruto. Por lo tanto, puedes utilizar camas elevadas, macetas bien amplias o, si cuentas con el espacio, claro que es posible directamente en el suelo.

Ten cuidado de no sembrarla cerca de otra enredadera para evitar que se mezclen y se roben nutrientes entre sí.

Por otro lado, claro que necesita de luz solar directa para producir excelentes frutos. Incluso desde el semillero al interior del hogar es importante que reciba buena iluminación.

También requiere de un riego constante que puede ser incluso a diario para mantener la humedad del sustrato, pero siempre sin encharcamientos.

Cosecha

Aproximadamente a los 3 meses después de la germinación de la semilla, podrás cosechar los melones. Un dato interesante es que se recomienda reducir la frecuencia del riego cuando se está pronto a cosechar para obtener frutos más dulces.

La manera para saber si el melón ya está maduro, aparte de que obtenga su color característico, es oliendo la piel. Pues, si alcanzas a percibir el olor de esta fruta significa que está listo para ser consumido.

3 plantas aromáticas de clima cálido para tu huerto

Para finalizar, también puedes incluir estas 3 plantas aromáticas que le brindarán diversidad a tu huerto y disfrutarás por sus propiedades.

Perejil

Planta de perejil

Es una planta medicinal, muy usada en la gastronomía para dar un toque final en los platos o condimentar, pero también es querida en los hogares por sus propiedades curativas.

Proceso de siembra

Su siembra se da únicamente por medio de las semillas, en este caso no funciona realizar esquejes para propagar la planta. Sin embargo, crece con facilidad.

Para el semillero ubica varias semillas de manera separada en un sustrato húmedo y tápalas moviendo un poco la tierra, sin dejarlas muy enterradas. También puedes sembrarlas directamente en el lugar donde crecerá la planta, pero coloca de 2 a 3 por recipiente o espacio.

Si durante el proceso de germinación ubicas el recipiente en un espacio con buena luz solar, las semillas brotarán con mayor rapidez.

Cuando hayan brotado las plántulas en el semillero, tendrás que trasplantarlas al lugar donde continuarán creciendo. Riega un poco la tierra para ayudar al desprendimiento, pero también recuerda darles buena agua después de sembradas para mitigar el impacto.

Cuidados

Puedes utilizar tierra o sustrato para macetas sin ningún inconveniente. Lo importante es que tenga buena humedad y drenaje. También puedes complementar con algún fertilizante natural.

Es una planta perfecta para tener en una maceta, sobre todo de esta manera te ahorrarás espacio y, por su largo ciclo de vida, podrás moverla al interior de tu hogar cuando bajen las temperaturas.

Recuerda que la maceta tenga sus respectivos orificios de drenaje, pero puedes dejarle un plato en la parte inferior para que se mantenga húmedo el sustrato por mayor tiempo.

En cuanto a la luz, puede estar ubicada a pleno sol o sombra parcial o completa. Ya depende de cómo acostumbres a tu planta, pero no tendrá el mismo rendimiento si siente frío.

Lo más importante es el riego, pues la planta necesita mantener la tierra siempre húmeda. Por lo que puedes darle poca agua diariamente o según como sientas el sustrato.

Cosecha

A los 3 meses ya tendrás resultados, incluso puede ser antes pero no empieces a cosechar hasta que la planta tenga al menos 8 hojas.

Lo excelente de las hierbas es que puedes cosecharlas cada vez que necesites usarlas. En el caso del perejil, arranca los tallos directamente desde la tierra. Estos salen con mucha facilidad y te quedará más perejil por mucho tiempo.

Al momento de tomar los tallos, es preferible que uses los que se encuentran en los bordes y más cerca de la tierra. Sobre todo, cuando la planta esté bien frondosa.

Albahaca

Planta de albahaca

También es una planta usada para dar sabor a muchas recetas, es ideal para ser consumida por las propiedades medicinales que contiene.

Proceso de siembra

Puedes comenzar tu semillero en primavera o sembrar a inicios del verano. Es una hierba que se puede plantar por medio de semillas o esquejes tomados de una planta adulta.

Para sembrar las semillas, únicamente debes colocar 2 o 3 de ellas en el recipiente o lugar donde crecerá la planta y agregar una capa ligera de tierra encima de ellas. Dale un buen chorro de agua o riega el sustrato previamente.

Para reproducir esta planta por esquejes, solo debes tomar un tallo largo que ya cuente con varias hojas para garantizar su funcionamiento. Luego, tienes que dejarlo en un vaso con agua hasta la mitad por varios días, en caso de que alguna hoja toque el agua, es preferible quitarla.

Aproximadamente en 5 días ya habrá desarrollado raíces blancas y puedes trasplantarlo a la maceta o lugar donde dejarás que la planta crezca. Con que tenga una distancia de 20 centímetros de otras plantas será perfecto.

Para realizar el trasplante o moverla al exterior, ten en cuenta que es una planta muy sensible al frío, así que procura que la temperatura ya esté cálida para evitar que muera esta hierba.

Cuidados

La tierra puede ser la que usas generalmente para macetas, pero debes abonarla para darle un buen alimento a la planta. En sí la tierra debe contar con 2 características principales: humedad y buen drenaje.

En cuanto al recipiente puedes cultivarla en macetas, camas elevadas o directamente en el suelo.

Para la luz, un aspecto importante para el cuidado de las plantas de albahaca es elegir un lugar donde reciban mucha luz solar. También funciona estando a la sombra, pero no se reproducirá de la misma manera.

El riego debe ser constante, especialmente si tienes a la planta ubicada en un lugar donde recibe sol directo. En caso de problemas con el riego, notarás hojas amarillentas. Generalmente es por falta de agua, aunque también puede ser por exceso de ella, así que no dejes la tierra encharcada.

Es espectacular tenerla en tu huerto pues te ayudará a combatir las plagas. Por esto, tenla cerca de las plantas que suelen ser más vulnerables.

Cosecha

Hasta 1 mes y medio después de la germinación de la semilla ya podrás comenzar a usar la planta, solo debes fijarte en que tenga tallos de 15 centímetros en adelante para que pueda ser cosechada.

Como buena hierba puedes ir retirando sus tallos según los necesites. Te recomendamos tomar las hojas en la mañana pues es el momento en el que estarán más jugosas.

Incluso si no necesitas las hojas, te recomendamos recogerlas constantemente para mantener a la planta en funcionamiento. Además, puedes secar las hojas o guardarlas y las usas más adelante en la cocina.

Jazmín

Planta de jazmín

El jazmín cuenta con un delicioso aroma que te ayudará en las noches a dormir mejor, por esto, hace parte de las plantas para tener en el dormitorio. De igual modo, puedes prepararla en infusiones o aceites para disfrutar de sus propiedades medicinales.

Existen variedades del jazmín que funcionan como enredaderas, aspecto que debes tener en cuenta para brindarle las comodidades que necesita.

Proceso de siembra

La mejor manera de tener jazmín en tu huerto es por medio de la reproducción de esquejes. Por lo que puedes sembrarlo a finales de primavera o inicios del verano si quieres tenerlo al exterior.

Para esto, toma un tallo de al menos 15 centímetros y colócalo en un vaso con agua hasta la mitad para favorecer la ramificación. Pasados unos días, cuando al tallo le hayan crecido las raíces, será el momento de trasplantarlo.

Como siempre, al momento de realizar el trasplante al lugar donde crecerá la planta, es necesario darle un buen chorro de agua para que se adapte favorablemente.

Recuerda que el jazmín trepador debe recibir el apoyo de un palo, estaca o hilo para que pueda ir escalando.

Cuidados

Debes usar una tierra ligera con buen drenaje. Es perfecto el sustrato para macetas y puedes aportar más nutrientes a la planta con abono o fertilizante natural.

De igual manera, puedes sembrar el jazmín en macetas, camas elevadas o directamente en el suelo. Generalmente se ubica en un recipiente para mantenerla en interiores, en parte como decoración o por las condiciones climáticas.

Le encanta recibir luz solar directa o puede estar situada a semi sombra.

El riego puede ser poco pero frecuente. Lo imprescindible es mantener la tierra húmeda, pero como te lo hemos dicho anteriormente, nunca la dejes encharcada o será perjudicial para la planta.

Tanto para las variedades arbustivas como las enredaderas, es bueno realizar podas de formación a la planta. De esta manera la tendrás controlada y se verá estéticamente mejor.

Cosecha

Cuando el jazmín haya crecido y florecido, será el momento para cosechar sus flores. Para tomarlas es ideal que sea en horas de la mañana.

Lo que se utiliza para preparar infusiones es el capullo. Estos los debes dejar secar en un lugar con buen sol, pero poca ventilación para que no vuelen. Cuando ya estén deshidratados puedes almacenarlos en un envase para luego usarlos cuando quieras hacer té.

Recomendaciones finales

Ten presente que, en todos los casos, puedes comprar las plántulas en un vivero para ahorrarte el paso de la germinación de las semillas. Esto será ideal si quieres tener alguna de las plantas mencionadas y llegaron los tiempos calurosos, pero no empezaste la siembra a tiempo.

También recuerda que, para conseguir las semillas o los esquejes, puedes ir a floristerías, semilleros o viveros locales, almacenes con secciones de jardinería o directamente a través del intercambio con agricultores de la zona.

Así que, ¡anímate! Si vives en un lugar caluroso ya sabes qué cultivos son perfectos para tu huerto casero y cómo empezar a sembrar antes de que lleguen las temporadas más cálidas del año.