Las rosas son las flores más populares y clásicas para tener en tu jardín o para regalar a tus seres queridos. Quizás has tenido miedo de comenzar este cultivo porque puede parecer una planta desafiante, sin embargo, para nada es una actividad estresante y verás que será más fácil de lo que pensabas.
¿Quieres empezar a cultivar rosas en tu jardín? Continúa leyendo este blog pues con nuestra guía detallada sobre los rosales, cualquier persona puede ser experta en el cultivo de bellas rosas.
A continuación, abordamos qué es un rosal y la clasificación de las rosas. Asimismo, veremos los pasos que se necesitan para tener y cuidar un rosal y te recomendaremos 5 variedades de rosas para tu jardín. Para finalizar, queremos dejarte con el significado de las rosas según su color para que lo tengas en cuenta al momento de regalarlas o si las vas a tener en tu hogar.
Contenido
¿Qué es un rosal?
Es una planta arbustiva o trepadora, generalmente espinosa, que se cultiva en especial por sus hermosas flores, denominadas rosas. Estas pueden ser de color rojo, naranja, rosa, blanco, amarillo u otras variaciones y puede tener diferentes formas según la variedad. Se considera originaria de China.
Los rosales presentan tallos semi leñosos de color verde o con tintes rojizos o marrones que traen pequeñas, pero punzantes espinas en la mayoría de las variedades. Por otra parte, sus hojas son lisas y pueden tener una apariencia brillante, semi brillante o completamente mate.
Asimismo, sus pétalos son aromáticos y muy populares en el ámbito cosmético, donde se usan para realizar tónicos, cremas, en aromaterapia o en bebida como planta medicinal. Esto ya que algunas especies funcionan como suaves laxantes.
De igual modo, produce frutos mejor llamados “escaramujos” que son de color rojizo cuando están maduros y por dentro contienen pequeños frutos secos y las semillas.
Tipos de rosas
Si bien hay muchas variedades de rosas, los expertos las clasifican en 3 categorías principales según su fecha de introducción:
Rosas antiguas: También llamadas rosas históricas o patrimoniales, son aquellas que existen desde antes de 1867. Son conocidas por su fuerte fragancia y gran número de pétalos.
Asimismo, son especies que han desarrollado gran resistencia a las enfermedades y soportan temperaturas muy bajas, incluso -23° C. En cuanto a la floración, ésta suele ser una vez al año, precisamente durante el verano. Entre las más conocidas se encuentran la Rosa China, Bourbon y Damascena.
Rosas modernas: Son aquellas que surgieron después de 1867 y son las más usadas para exportación e importación porque ofrecen una floración continua y una rosa más grande. No obstante, carecen de fragancias fuertes y son menos resistentes a las enfermedades. Entre las variedades más populares están Híbrido de té, Floribunda y Grandiflora.
Rosas silvestres: Son aquellas que sin ser cultivadas crecen en la naturaleza y lo han hecho de esta manera por miles de años. Por ello, se adaptan fácilmente a cualquier tipo de suelo y a zonas montañosas.
En general son arbustivas, tienen fragancia y suelen florecer desde la primavera hasta principios del verano. Entre ellas están la Rosa Gallica, Californica y Moschata.
¿Cómo tener un rosal?
Ahora sí, vamos con los pasos a seguir para comenzar el cultivo de rosas. Desde cómo se propagan, cómo se deben sembrar y en qué momento se pueden cosechar.
1. Reproducción de rosas
Los rosales pueden multiplicarse de 4 maneras: por semilla, acodo, injerto y esqueje.
El método de las semillas es probablemente el menos común ya que las plantas obtenidas de esta manera suelen diferenciarse genéticamente de la planta madre. Incluso, se usa para producir nuevas variedades, sin mencionar que es un proceso mucho más lento.
La multiplicación por acodo es excelente para cualquier rosal con tallos largos y flexibles, como suelen ser los de características trepadoras. Esto ya que se toma uno de los tallos, se dobla y se inserta por debajo de la tierra, dejando que un extremo sobresalga, para que de allí surja una nueva planta sin tener que desprender el tallo de la planta madre.
Por otra parte, los injertos los realizan jardineros ya expertos que conocen la técnica para que precisamente sea efectiva. Lo más probable es que si compras una plántula en un vivero para tener un rosal, allí hayan realizado esta técnica.
En lo que beneficia es que se motiva al correcto desarrollo de las raíces y la tasa de éxito incrementa.
Sin duda el método de propagación más usado y recomendado por nosotros es el de los esquejes. Esto ya que aseguran una copia exacta de la planta original y es una tarea muy sencilla que cualquier principiante puede realizar.
Lo que debes hacer es tomar un tallo ancho que tenga aproximadamente el grosor de un lápiz, que mida al menos 20 centímetros y que tenga varios nodos o puntos de donde salen las hojas. También es importante que sea de la parte superior de la planta y mucho mejor si tiene una flor que ya se está marchitando.
El extremo inferior del tallo debe estar cortado de manera horizontal y tienes que retirar la flor en sentido diagonal, cortando el tallo por la parte superior en un ángulo de aproximadamente 45°. De igual modo, quita las hojas de la mitad del esqueje hacia abajo. Algunas personas sugieren realizar 3 cortes verticales en el extremo inferior para promover el crecimiento de raíces.
Sin embargo, también puedes usar hormonas de enraizamiento o utilizar alguno de los métodos que te recomendamos en nuestro blog sobre enraizantes naturales caseros.
2. Proceso de siembra de un rosal
Los rosales se siembran mejor en primavera, justo después de la última helada, o en otoño, al menos 1 mes antes de la primera helada de invierno. Esto permite que las raíces se establezcan antes de que la planta entre en estado de inactividad durante el invierno.
Para sembrar los esquejes usa un palo, un lápiz o algún elemento similar para realizar un agujero profundo en la tierra que debe estar preferiblemente húmeda. Introduce al menos 8 centímetros del tallo y riégalo una vez más.
Lo mejor es plantar el esqueje en el lugar donde crecerá el rosal para no someterlo luego al estrés del trasplante. Puedes hacerlo en una maceta o en el jardín directamente, según la variedad de la rosa.
Si estás realizando este proceso durante temporadas de climas fríos, puedes usar botellas a modo de invernaderos para mantener la humedad y proteger los esquejes. Te explicamos cómo hacerlo de manera detallada en nuestro blog sobre reciclaje en el huerto.
Para sembrar la plántula, ésta puede venir en cepellón (con tierra adherida a las raíces) o con la raíz desnuda. Esta última opción se debe dejar remojar en agua durante una noche antes de la siembra, por al menos 12 horas, para que las raíces no se sequen.
Ahora, realiza un agujero en la tierra bien ancho y profundo para que las raíces tengan el espacio que necesitan. Una vez ubicada la plántula, llena con tierra el agujero hasta la mitad y riégala para que se asiente. Luego, continúa agregando la tierra y golpea suavemente para compactarla.
Para terminar, dale un buen chorro de agua y puedes colocar mantillo o algún acolchado para mantener la humedad. Por ejemplo, se pueden usar hojas secas o pedazos de cartón o periódico.
3. Cosecha de rosas
El tiempo que le tomará a tu rosal dar bellas flores depende directamente de la variedad que hayas sembrado y del método que hayas usado (semillas, esquejes, plántulas, entre otros).
Puedes tomar las rosas justo antes de que sus pétalos se hayan desplegado o mejor si están más abiertas y algunos pétalos exteriores siguen cerrados, tal y como se ve en la imagen. Ten presente que, si se cortan demasiado inmaduras, se marchitarán muy pronto.
Usa unas tijeras de poda que estén bien afiladas y previamente desinfectadas y realiza un corte en el tallo más largo del deseado. Tan pronto como coseches las rosas, sumérgelas en agua.
Posteriormente, realiza un segundo corte en los tallos para dar forma a tu florero y esto también permite que puedan absorber el agua de mejor manera. Por lo tanto, cada 3 días puedes cortar al menos 1 o 2 centímetros para que duren más tus flores.
Cuidados que necesita un rosal
Para continuar, te diremos los cuidados específicos que necesitará tu rosal y unos aspectos muy importantes que debes tener en cuenta.
Tipo de suelo para rosas
Las rosas necesitan una tierra con buen drenaje y aireación, pues, aunque requieren de un riego profundo y regular, si las raíces están empapadas constantemente, se pudrirán. Si se trata de un suelo pobre, será espectacular si lo mejoras con materia orgánica como el compost u otros elementos que le brindan nutrientes.
Si es tierra arcillosa, esta se puede mejorar con arena para obtener porosidad y que el agua drene de mejor manera. Por otra parte, si es tierra arenosa, lo mejor es el uso de turba o compost para obtener una mezcla con mejor textura.
En cuanto al pH, las rosas prefieren un suelo ligeramente ácido a neutro, más específicamente, entre 5,5 y 7,0.
Si no entiendes nada sobre los tipos te suelo, te recomendamos leer nuestro blog sobre sustratos.
Ubicación del rosal
Independientemente de la variedad, las rosas aman el sol, así que siémbralas en un espacio donde reciban de 6 a 8 horas de luz solar al día. Esto permite que las hojas se puedan secar luego del riego y así se previenen las enfermedades.
Eso sí, en climas muy calurosos y con agua limitada puede que necesiten protección durante las partes más calientes del día, así que será una buena opción la semi sombra. Por otra parte, en climas más fríos las rosas tendrán mayor comodidad al estar cerca de una pared o con el uso de acolchados.
Los cuales son distintos materiales que se colocan en la superficie del suelo para ayudarle a conservar la humedad, entre ellos están la paja, el compost y los restos de poda.
Riego del rosal
Dale un buen chorro de agua a tu rosal, pero con poca frecuencia. Claramente las necesidades del riego varían según el clima y el suelo, aunque con solo verlo será suficiente para saber en qué condición se encuentra.
Lo ideal sería mantener un suelo constantemente húmedo, ni tanto como para que esté encharcado, pero tampoco que esté demasiado seco. Para ello, te recomendamos aplicar el agua con regadera, manguera o instalando un sistema de riego por goteo.
Eso sí, evita el uso del riego por aspersión, ya que éste solo remojará superficialmente la tierra, evitando que el agua llegue de la manera correcta a las raíces y dejando a la planta más vulnerable ante las enfermedades.
Poda del rosal
La poda es una actividad fundamental que no debes ignorar con tus rosales, pues al realizarla promueves el crecimiento de la planta, la mantienes sana, con forma y libre de enfermedades e incluso plagas.
Lo que vas a necesitar son unos buenos guantes de jardinería que te protejan de las espinas y unas tijeras de poda o podadoras afiladas y desinfectadas.
El objetivo principal será eliminar los tallos muertos, los que han sido dañados por algún insecto o que están infectados por alguna enfermedad. De igual modo, puedes quitar los que están muy delgados o que se entrelazan con otros tallos e interfieren con el orden.
Siempre corta los tallos en sentido diagonal formando un ángulo de 45° y mejor si es por encima de un nodo para alentar el crecimiento de la planta hacia afuera y que sea más frondosa. Deja de podar tu rosal de 3 a 4 semanas antes de la primera helada fuerte para evitar un nuevo crecimiento en tiempos en que los nuevos brotes pueden ser dañados por el frío.
Plagas y enfermedades en rosas
Como te decíamos, al evitar que el follaje esté húmedo constantemente y al realizar una poda de limpieza, tu rosal estará bastante sano. Sin embargo, puede llegar a contagiarse y más si alguna planta cercana está infectada.
En cuanto a las plagas, éstas son las más comunes en rosas:
- Pulgones
- Escarabajos japoneses
- Ácaro araña
Ahora, las enfermedades que podría presentar son las siguientes:
- Moho polvoriento
- Óxido
- Fumagina o mancha negra
Para combatirlas te recomendamos el uso de insecticidas caseros que podrás realizar con mucha facilidad y son bastante eficientes. Si quieres, en cambio, algún producto específico para comprar en el mercado y que sea completamente ecológico, te aconsejamos que consigas aceite de neem o jabón potásico.
Top 5 de rosas para tu jardín
Queremos darte a conocer 5 especies de rosas que seguro te encantarán para cultivar en tu jardín. Antes de empezar, es importante que sepas que existen 2 temporadas para que los rosales florezcan.
Para aquellos que son de floración plurianual, es decir, que florecen varias veces al año, es un proceso que va desde mayo hasta el periodo de heladas, en diciembre. Y para los rosales anuales, es decir, que florecen solo 1 vez al año, es un proceso que se da en primavera, de marzo a mayo y algunas veces puede ser muy abundante.
Rosa híbrido de té
Esta especie hace parte de las rosas modernas y fue creada a partir del cruce de 2 tipos de rosas. Es de las flores más populares del mundo por sus colores, formas, fácil cuidado y que tiene algo de fragancia.
Son arbustos que generalmente producen sólo 1 flor al final de cada tallo en lugar de racimos de flores. Sus cogollos largos y puntiagudos se van abriendo lentamente y pueden tener hasta más de 60 pétalos.
Prácticamente todas las rosas de té híbridas florecen repetidamente durante la temporada de crecimiento y ofrecen cierto grado de fragancia. Las flores pueden ser de todo tipo de colores excepto azules.
Suelen tener un tallo erguido y alcanzan hasta 2 metros de altura, según las condiciones del crecimiento y la poda. Sin embargo, pueden ser vulnerables en condiciones muy cálidas o poco resistentes ante temperaturas muy frías.
Rosa banksiae
Es un arbusto semi trepador que puede alcanzar hasta los 6 metros de altura y hace parte de las rosas silvestres. Algunas de sus variedades no tienen espinas y en general cuentan con pequeñas hojas dentadas y brillantes.
Produce ramilletes colgantes de pequeñas flores de color amarillo pálido o blanco y tienen una fragancia ligera. Dichas flores nacen aproximadamente a partir del segundo año, así que evita las podas fuertes antes de este tiempo.
Aunque sus pétalos son pequeños en comparación con otras rosas, son abundantes y forman bellas flores frondosas muy apetecidas para formar arcos de paisajismo en el jardín o para decorar paredes.
Rosa damascena
Mejor conocida como rosa de Damasco, es una planta leñosa con hábitos trepadores o arbustivo que hace parte de las rosas antiguas. Es bastante reconocida por sus flores fragantes que se emplean para producir aceite de rosa, el cual se usa en perfumes, o para crear agua de rosas, un producto importante en el ámbito cosmético.
Sus tallos son a menudo espinosos con pinchos gruesos y curvos y tiene hojas completamente mates. Puede crecer un poco más de los 2 metros, según la variedad específica.
Las rosas son de un color rosa a rojo claro. Además de los usos que ya te mencionamos, los pétalos también se utilizan en la culinaria para dar sabor a los alimentos o para hacer té, pues se consideran seguros para el consumo humano.
Se divide en 2 variedades: Summer y Autumn Damasks. La primera tiene una temporada corta de floración que se produce únicamente en verano. Por otra parte, la segunda variedad cuenta con una floración más extensa que alcanza hasta el otoño.
Rosa gallica
Es una rosa silvestre también llamada rosa francesa. Es de características arbustivas con hojas caducas, lo que significa que en otoño se marchitan y se caen. Tiene espinas delgadas y rectas de diferente tamaño.
Rara vez crece más de metro y medio y florece sólo una vez al año en verano, pero mantiene su flor durante 3 o 4 meses. Las rosas son de color rosa, anaranjado, morado, entre otros, y pueden ser simples, pero generalmente florecen de a 2.
Eso sí, ten cuidado con la capa de pequeños pelos que crecen alrededor de las semillas, justo por debajo del fruto, porque pueden causar irritación o molestias digestivas si se ingieren.
Rosa grandiflora
Esta especie es un cruce entre las rosas de té híbridas y las floribundas y hace parte de las rosas modernas. Florece desde el final de primavera hasta el final del verano.
Posee hermosas flores con tallos largos excelentes para cortar ramos, un aspecto característico de las rosas de té. Por otro lado, ganó la resistencia y la floración constante y en racimo de la rosa floribunda.
Las tonalidades de colores van desde los pasteles suaves hasta los morados profundos y en adición, tiene un agradable perfume floral. Puede producir flores en solitario, pero lo más común es que tenga racimos de 3 hasta 5 rosas. Crece hasta los 2 metros aproximadamente.
Significado de las rosas según su color
Para finalizar, veamos qué significan las rosas según sus colores. Es un aspecto bastante interesante que a muchas personas les gusta implementar al momento de regalarlas o al escoger una variedad para plantar en el jardín.
Rojo
Es el símbolo universal del amor y la pasión. Es indudablemente la opción más clásica que se usa en fechas festivas como el Día de San Valentín o para cualquier ocasión especial en la que se quiera expresar un “te amo”.
Cuando se usan rosas rojas para un ramo de novia, se dice que representan la felicidad en el matrimonio y el respeto y aprecio mutuo. Por esto, expresan sentimientos fuertes e intensos.
Rosa
Las rosas rosadas simbolizan la gratitud, la elegancia, la feminidad, la alegría y la dulzura. Cuando se regalan se usan como una muestra de admiración o es una manera de decir “gracias”.
También es una forma de demostrar aprecio, pero de un modo más sutil en comparación con las rosas rojas. En este caso, dirían “te quiero”. Se pueden usar para cualquier ocasión, pero por el tono suele ser obsequiado generalmente a las mujeres.
Lavanda o púrpura
Son aquellas que se ven a menudo en primavera y representan el amor a primera vista. Por ello, se utilizan para expresar fascinación y adoración. Así que, son excelentes flores para enviar en una ocasión o celebración en la que se quiera hacer una declaración.
Blanco
Las rosas blancas son más usadas para matrimonios y bautizos. Funcionan como un símbolo de pureza, inocencia, juventud y lealtad. También pueden simbolizar un nuevo comienzo y un amor eterno.
Su color puro transmite respeto y rinde homenaje a los nuevos comienzos o a las despedidas. Por esto algunas personas las emplean en los funerales.
Naranja
Su color fuerte y potente representa el deseo, la fascinación, la energía y el entusiasmo, así que es un buen sustituto de las rosas rojas, aunque no transmite el romance de la misma manera.
De igual modo, comunican sentimientos de fascinación y orgullo hacia otra persona.
Amarillo
Anteriormente tenía un significado con relación a los celos y la codicia, pero ahora transmite calidez y afecto. Por esto, las rosas amarillas son ideales para los amigos para representar la alegría y el cariño.
Como puedes notar, no existe ningún sentimiento romántico detrás de estas flores, así que no habrá inconveniente si se las regalas a un compañero de trabajo o a un colega.
Melocotón
En teoría las rosas de color melocotón cumplen la misma función de aquellas de color amarillo, sólo que éstas brindan un aspecto más dulce por su color cálido y son un gran regalo para una hija, una madre o una amiga.
Asimismo, transmiten modestia, sinceridad, gratitud y autenticidad.
Verde
Las rosas con tonos verdes representan la armonía, el rejuvenecimiento, la tranquilidad y la prosperidad. De igual modo, son un signo de abundancia porque irradian deseos de una vida próspera y de buena salud.
Al ser un color pastel muy agradable, a algunas personas les transmite una sensación de equilibrio, estabilidad y paz.
Azul y negro
Estos colores son los menos usuales en las rosas porque no surgen de forma natural y por ello no son comunes al momento de regalarlas. Sin embargo, las rosas azules representan misterio e ilusión. En cuestiones del amor se relacionan con el deseo y la lujuria.
Por otra parte, las rosas negras se asocian con la muerte y lo escalofriante. Por ello se usan en festividades como Halloween o en los velorios como símbolo de duelo.
Recomendaciones finales
No te desanimes si al principio no tienes éxito con la propagación de la rosa por esquejes, incluso es algo que suele pasar con cualquier otra planta. Entonces, lo único que debes hacer es intentarlo de nuevo o usar varios tallos al tiempo para ver cuántos de ellos prosperan.
Por otra parte, si deseas usar fertilizantes, te aconsejamos implementar aquellos que son ricos en potasio (K) para fortalecer y promover la floración, como es el caso de la Florescencia.
De por sí, comenzar un jardín de rosas y saber cómo cuidarlas no debería ser una actividad intimidante. De hecho, esperamos que hayas podido notar que es más fácil de lo que se piensa.
Dicho esto, deseamos que este blog te haya motivado a comenzar un cultivo de rosales en tu jardín y que te hayan quedado claros los puntos más importantes en cuanto a sus cuidados. Adicionalmente, esperamos que el punto sobre el significado de las rosas según su color también te haya sido de gran ayuda y que lo pongas en práctica.